Adaptarse o morir: cómo prepararse para el cambio climático
- La emergencia climática amenaza con superar nuestra capacidad de reacción
- En el año 2100 la subida del nivel del mar en España será de 1’1 metros
- Con una adecuada gestión territorial del ecosistema se podrían mitigar peligros
El cambio climático es inevitable. El planeta, y los organismos que lo habitan, están sentenciados, aunque todo apunta que somos los humanos los que tendremos menos probabilidades de supervivencia en un clima radicalmente cambiado: la naturaleza siempre encuentra la manera de hacerlo.
Los efectos de esta transición climática no han hecho nada más que empezar. La culpa de esto la tenemos los humanos y la gestión política ambiental, por lo que, si queremos mejorar las prespectivas de nuestro futuro, no solo deberemos adaptarnos a las nuevas condiciones ambientales que nos vamos a encontrar, si no que también es nuestra responsabilidad tomar medidas drásticas para intentar frenarlo. Aunque hay que ser realista y tener en cuenta que la crisis climática ha ido siendo anunciada durante mucho tiempo, lleva años afectándonos y es un proceso irreversible.
Llegamos tarde. Esta no es una problemática nueva, sino que lleva años acompañándonos en nuestras vidas sin que nosotros le pongamos cara, lo que nos obliga a actuar lo antes posible. Nos estamos cargando el único planeta que tenemos, mientras los políticos no están a la altura para cargar con las consecuencias de estas.
Aunque la naturaleza nos sigue sorprendiendo rehabilitando lo que nosotros hemos destruido con nuestros actos, sigue consiguiendo adaptarse para sobrepasar las barreras que se le presentan en su camino. Incluso así, no podemos pasar por alto las graves consecuencias que el cambio climático está provocando en los ecosistemas.
El ecólogo Juli Pausas nos explicó, en el episodio “Adaptación al cambio climático” de “El cazador de cerebros” emitido el pasado lunes 14, cómo la naturaleza es capaz de encontrar nuevas dinámicas para adaptarse a los cambios y sobrevivir a la presente crisis climática.
La emergencia climática nos obliga a enfrentarnos a los problemas que amenazan con superar nuestra capacidad de reacción en un futuro cercano si no recurrimos a buscar estrategias adaptativas y nos anticipamos a sus efectos. Por esto, es importante conocer el “Cómo, Cuándo y Dónde” afectan y van a afectar más estos impactos.
Paisajes vulnerables
Los incendios se han visto incrementados exponencialmente a causa del aumento de las temperaturas, que, a su vez potencia la aparición de sequías. Las plantas, animales y organismos que viven en los ecosistemas afectados por el cambio climático han encontrado nuevos mecanismos para acondicionarse a los cambios, para perdurar.
El delicado ecosistema del Delta del Ebro es uno de los ejemplos más evidentes de regiones amenazadas por el aumento del nivel del mar. . El temporal Gloria arrasó este vulnerable paisaje que sufrió un enorme cambio provocado por una correlación de eventos excepcionales, fruto de los efectos del cambio climático. Ahora, sabemos que a causa del cambio climático este evento no será aislado, sino que en un futuro próximo veremos cómo nos enfrentamos a nuevos. Anna Genua, bióloga y especialista en el Delta del Ebro, nos explicó los efectos y las condiciones que causaron que este suceso se convirtiera en una de las mayores catástrofes en estas tierras.
Este paisaje no es el único que sufrirá cambios en los próximos años: los datos más recientes indican que en el año 2100 la subida del nivel del mar será de 1’1 metros, lo que significa que deltas, playas y miles de costas enteras quedarán sumergidas. Así que, si lo que queremos es conservar nuestros ecosistemas, debemos prepararnos para un futuro peor e intentar anticiparnos a los hechos, la ciencia será imprescindible.
Habemus tecnología
Cada vez más, se están realizando nuevas investigaciones científicas dedicadas a la búsqueda de mecanismos adaptativos. Durante la emisión de ‘El cazador de cerebros’ fuimos testimonios del ejemplo de la química Concha Domingo, del Instituto Valenciano de Investigación Agraria que está trabajando con técnicas de irradiación de rayos gamma, con las que podemos conseguir mutaciones en las plantaciones del arroz haciéndolas resistentes a la salinidad provocada por el incremento del nivel del mar.
¿Qué pasará si no es suficiente con reducir la contaminación? ¿Y si intentáramos cambiar el clima? Gracias a la Geoingeniería, esto teóricamente sería posible, aunque habría que valorar las consecuencias y derivaciones con detalle. Hay quién opa aplicación de tecnología nos daría la posibilidad de adaptar las condiciones climáticas y reducir el cambio climático. Para esto se requiere de grandes avances tecnológicos.
Algunas de las medidas más estudiadas para reducir los efectos del cambio climático con ayuda de la ingeniería climática que cobran cada vez más fuerza serían: esparcir partículas de sulfatos en la atmósfera haciendo de cortina al Sol y rebotando la radiación, capturar el CO2 del aire mediante árboles artificiales una técnica que ya realizan naturalmente los bosques, fertilizar el mar con hierro aumentando la población de algas que absorben el CO2 y lo depositarían en el fondo del océano al morir, u otros recursos más caros y que requieren más recursos cómo poner en órbita millones de espejos de aluminio que reduzcan la cantidad de radiación solar.
Mecanismos de adaptación natural
Tal como hemos expuesto antes, la naturaleza se rehabilita ante nuestros actos fatídicos. Los últimos estudios sobre el cambio climático nos indican algunas posibles estrategias de adaptación natural para enfrentarnos mejor al futuro, como, por ejemplo, la reubicación y recolonización de las poblaciones de miles de especies y animales en un hábitat libre de peligros y sin barreras naturales; además de introducir nuevos ejemplares de especies para que puedan reproducirse de nuevo.
En algunos sitios ya se ha empezado aplicar la quema controlada en bosques de material potencialmente inflamable. A través de fuegos provocados y controlados se pueden reducir los incendios en los hábitats más propensos. Pero cuando llegamos tarde a un paisaje que ha quedado arrasado, podemos recurrir a la modificación de hábitats reforestando con otras especies de árboles que se adaptan mejor a condiciones extremas.
Por eso es necesario empezar a adaptarnos a estas posibles situaciones, reconociendo las zonas más vulnerables y actuar con las debidas precauciones para disminuir al máximo las consecuencias. Con una adecuada gestión territorial del ecosistema se podría ayudar a reducir la exposición y susceptibilidad de desastres naturales, siempre y cuando se tengan presente todos los riesgos.
El futuro del planeta
Al final, la solidaridad es imprescindible en un mundo donde los que tienen los recursos necesarios para poder enfrentarse a las consecuencias del cambio climático son los mismos que, en mayor medida lo han provocado. Los grandes países industrializados han sido, son y -todo apunta que- serán los principales responsables de esta crisis climática y, aunque intentemos buscar medidas para adaptarnos a estos cambios, no solucionaremos nada si no tenemos en cuenta todo lo que pasa a nuestro alrededor.
El 10% de la población es responsable de actuar solidariamente para poder mitigar en un futuro las consecuencias del cambio climático en la sociedad. Ya que como ciudadanos del mundo tenemos la obligación moral de poner de nuestra parte por todos esos países que no tienen los recursos. Por lo tanto, para poder convivir con la situación que nos traerá en un futuro el cambio climático, tenemos que aprender a pensar globalmente y actuar localmente.
El episodio 'Adaptación al cambio climático'
En el episodio de 'El cazador de cerebros' (cada lunes en La 2 a las 20 h) hablamos de algunos de los mayores efectos del cambio climático y de las estrategias de las que ya disponemos o que la ciencia empieza a evaluar para estar mejor preparados.