Consejos prácticos para celebrar una Navidad segura en tiempos de coronavirus

• Cuanto mayor sea el número de integrantes de una "cena de Navidad", mayor es el riesgo de contagio
• Algunas medidas para minimizar riesgos: Platos individuales, no chocar copas, sentarse en sitios alternos, ventilar ...

Navidad y covid: ¿Cómo celebramos una Navidad segura?

• Santigo Campillo Brocal es biólogo molecular y divulgador científico
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Se acerca la Navidad y, con las fiestas, también se plantean algunas situaciones de lo más peliagudas en materia de seguridad contra el coronavirus. La cercanía, las cenas, los momentos íntimos, la familia..., todos los elementos se unen para aumentar los potenciales contagios.

Está en nuestras manos hacer todo lo posible por minimizarlos, para lo que hemos abordado algunas cuestiones básicas a tener en cuenta estas fiestas.

¿Cómo aumenta el riesgo de coronavirus según el número de personas?

Una de las cuestiones más debatidas sobre las navidades la encontramos en el número máximo de personas que pueden celebrar juntas la Navidad. ¿10, 6, ninguna? Independientemente de las normas de cada comunidad autónoma, lo cierto es que cuanto mayor sea el número de integrantes de una "cena de Navidad", mayor es el riesgo de contagio.

La opción más segura, sin duda, sería celebrar las fiestas con las personas con las que convives habitualmente. Por suerte, gracias a un mundo interconectado, siempre tenemos la oportunidad de unir al resto de la familia por videoconferencia, evitando por completo el potencial riesgo de contagio. Este aumenta por cada burbuja o grupo familiar que se sume a la celebración, ya que las posibilidades de contagio por cada individuo son muchas. De esta manera, se disparará si celebráis varios días distintos con familiares diversos. "Es un virus, además, en el que antes de que presentes síntomas ya lo puedes contagiar", señalaba Ignacio López Goñi, Catedrático Microbiología de la Universidad de Navarra, para El Método.

¿Hay menos probabilidades de contagiar el coronavirus si me he hecho un test?

"Siempre hemos de elegir el test", aseguraba en el capítulo 4 Rafael Cantón Madrid, jefe del Servicio de Microbiología en el Hospital Universitario Ramón y Cajal. Mientras que los test de anticuerpos sirven para saber, en circunstancias concretas, si se ha pasado la enfermedad, la PCR tiene mucha sensibilidad para determinar si la estamos pasando.

Ninguno de los dos nos ayudará totalmente a reducir el potencial de infección, ya que los primeros no nos hablan de la presencia actual del virus, y los segundos podrían fallar si los hacemos durante la incubación, entre la infección y el momento de la aparición de los síntomas. Es un riesgo que no merece la pena tomar.

¿Cómo influye el medio de transporte a la posibilidad de contagiarnos?

Otro aspecto relevante a la hora de reunirnos con nuestros seres queridos es el medio de transporte que elegiremos. ¿Cuáles son los que entrañan menos riesgo? Esto influye a todo el grupo reunido, por supuesto. Así, los medios que más potencial de contagio presentan son, sin duda, los transportes colectivos como el metro, el autobús y hasta el tren, dependiendo de la ventilación, serán los más peligrosos.

Los aviones, aunque también tienen riesgo, gracias a su sistema de ventilación son algo más seguros. Por descontado, el coche individual, o ir a pie (o en bici) resultan las maneras más seguras, ya que podemos controlar la ventilación a la perfección. Insistimos que esto es importante a la hora de reunirnos. La situación de cada persona, recordemos, cuenta.

¿Cómo funciona la mascarilla en una cena de Navidad?

Ahora que sabemos el importante papel que tienen los aerosoles en la transmisión del virus, las mascarillas homologadaslo que incluye una cena de Navidad.

Gritar y cantar puede aumentar la emisión de aerosoles de 20 a 50 veces.

Por tanto, cuanto más tiempo las mantengamos puestas, mejor. Por otro lado, también sabemos que gritar y cantar puede aumentar la emisión de aerosoles de 20 a 50 veces. Por tanto, es mejor evitar hablar fuerte o cantar villancicos, y hacerlo siempre con la mascarilla, claro.

¿Debemos servir platos al centro?

Aunque el riesgo de contagio por contacto es mínimo, no vamos a jugárnosla a este juego, ¿verdad? Lo mejor que podemos hacer es reducir al mínimo las oportunidades de infectarnos a nosotros y a los demás. Por ello, a la hora de servir es importante no hacerlo al centro.

La recomendación este año es que toda la comida se sirva en platos individuales y evitar chocar las copas en el brindis.

La deliciosa cena navideña será mejor tenerla separada en platos individuales, lo que ayudará a minimizar el contacto. Y, a ser posible, mejor que el cocinero o cocinera sea solo uno. La regla de "en la cocina, cuanta menos gente, mejor", este año, se aplica a rajatabla. Ni qué decir tiene que mejor no chocar las copas.

¿Y a la mesa?, ¿cómo debemos sentarnos?

Como la transmisión se produce por aerosoles, pero también por gotículas, hay una cuestión que no podemos dejar de lado: los lanzamos hacia adelante.

Podemos reducir el riesgo de contagio por aerosoles si nos sentamos alternados en la mesa, dejando un espacio enfrente.

Podemos ayudar a reducir la cantidad de microgotas que llegan a los demás, y minimizar el flujo que dirigimos de aire, si nos sentamos alternados, dejando un espacio enfrente. Es una medida un tanto tosca, pero puede resultar muy útil.

¿Qué ocurre con los niños y el coronavirus, estas navidades?

Los niños son malos vectores y sufren síntomas relativamente suaves (en general): "Los niños cuando se infectan por COVID, en general, no tienen muchos síntomas y cuando los tienen son muy inespecíficos", confirmaba Quique Bassat, professor y director del programa de Malaria del ISGlobal. Esto implica que tienen menos riesgo en general, pero no quiere decir que no puedan contagiarse o contagiar.

Consejos prácticos para celebrar una Navidad segura en tiempos de coronavirus

En conclusión, ¿podremos pasar unas navidades seguras, sin que el virus nos alcance? Recordemos que la probabilidad nunca es cero. No estamos a salvo jamás, pero podemos ponérselo difícil para infectarnos. Para ello, lo mejor es seguir la estrategia del queso suizo: cuantas más capas de seguridad pongamos, más complicado será que fallen las medidas de defensa. Eso sí, la responsabilidad, al final, depende de nosotros.