A vueltas con las pensiones: la mirada de los reporteros de Comando Actualidad
- En nuestro país, uno de los más longevos del mundo, el 30% de los españoles superará los 65 años en 2050, según las previsiones
- La Seguridad Social acumula una deuda de unos 50.000 millones de euros, tras haber aumentado un 70% entre 2018 y 2019
- “Nací en la Guerra y viví la Posguerra y nunca imaginé estar así a los 83 años”- nos lo cuentan en Comando Actualidad
Cada día en España hay 300 nuevos pensionistas y en pocos años serán más de 500 diarios. En nuestro país, uno de los más longevos del mundo, el 30% de los españoles superará los 65 años en 2050, según las previsiones. ¿Sabe con cuánto dinero va a contar cuando se jubile? Comando Actualidad estrena el 2021 abordando el futuro de las pensiones y la situación de los pensionistas en España. La reforma de El Pacto de Toledo, las pensiones anticipadas provocadas por la pandemia, la máxima, la mínima, las bajas cotizaciones por sueldos precarios... ¿Habrá pensiones para todos?
La mirada de Sara Lozano
“El pacto de Toledo es secreto, oscuro, siniestro… y se discute a puerta cerrada. Hacen lo que les da la gana”. El presidente de la Plataforma de Pensionistas de Móstoles conoce al dedillo los entresijos de esta negociación; un tira y afloja prolongado en el tiempo. Cuatro años de debate entre el Gobierno, patronales, partidos políticos, sindicatos y el Banco de España con el único objetivo de insuflar aire al sistema de pensiones español, al borde del ahogo, del colapso... Este Comando fue grabado en plena negociación de la reforma de las pensiones, al tiempo que el Ejecutivo ultimaba un texto que había de enviar a Bruselas. El documento, que ya circulaba internamente, se filtró a los pensionistas, con sus promesas “estrella”, en las antípodas de lo que piden las Plataformas.
Gerardo Ruiz es portavoz de la de Móstoles, número uno de su promoción en las últimas oposiciones al Cuerpo Superior de Funcionarios y abuelo de un niño. Socorro, su mujer, funcionaria también, nos cuenta que montaron la plataforma hace dos años y medio, bajo una mesa plegable, en la “plaza del pueblo”, con un cartelito. La idea era dar información, seducidos, inspirados por la batalla que encendieron los pensionistas de Bilbao y que culminaría con esas protestas que todos guardamos en la retina, cientos de mayores que cruzaron España, caminándola, desde Rota y Bilbao a la capital... ¿Quién no lo recuerda? “Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden”.
La Seguridad Social acumula una deuda de unos 50.000 millones de euros, tras haber aumentado un 70% entre 2018 y 2019. Por eso las autoridades comunitarias nos exigen una reforma de nuestro sistema que hoy afronta además el desafío de incorporar a los “baby boomers”.
“ “Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden”. “
Sin embargo, a pesar de lo complejo de estas cifras, las Plataformas en Defensa del Sistema de Pensiones aseguran que el nuestro, es sostenible. Gerardo Ruiz se ha reunido con todos los partidos políticos en el Congreso de los Diputados, para dar cuenta “a los que mandan” de su matemática social. Porque “no es verdad que no hay dinero para las pensiones”. ¡Qué desesperanza acompaña a esta frase!, repetida como un mantra entre la gente joven. Y apenas alguno acompaña a nuestros “abuelos” en esta guerra, que libran, generosamente, por nuestro futuro, precisamente el de la gente joven. Ellos ya tienen su pensión, alta o baja, a veces mínima, casi en el umbral de la pobreza, pero la cobran... ¿Y nosotros? ¿Seguiremos a la sopa boba?
Como el nieto de Julia Díaz Maroto. Así, enfadada con su chico y garrota en mano, armada de la sabiduría que sólo se consigue con los años, esta abuela llena de luz, nos abre los ojos. “Todo es una mandanga y un engaño. Al final los platos rotos los paga el mismo, Juan el Pobre”. Quien lo dice ha sacado adelante, viuda, sola, a sus cinco hijos y todavía hoy le paga el piso a uno de ellos, en paro desde hace años. “Nací en la Guerra y viví la Posguerra y nunca imaginé estar así a los 83 años”.
¿Cómo estaremos nosotros si no les acompañamos? Gracias y mil veces gracias a todos nuestros mayores por echarse a la calle para defender nuestros derechos, no los suyos, los míos y probablemente los tuyos que ahora me lees.
La mirada de Teresa Perales
Crecí oyendo un mantra: “el que se jubila se marchita”. Esta creencia se resquebrajó cuando mi madre, catedrática de filosofía y empresaria, se retiró y empezó a rejuvenecer. Abandonó las carreras, la agenda a rebosar, el comer de pie y el mirar el reloj compulsivamente. Se despidió de la yincana diaria y empezó a practicar mindfulness, sin saberlo, y aprendió a cuidarse. La mirada que me tocó en este reportaje de pensiones fue la de los privilegiados: los jubilados a los que le queda la pensión máxima.
Al principio, pensé que, esta parte, tendría poco recorrido. Entrevistar a alguien que está contento con su realidad, me interesaba menos, a priori, que alguien que vive una situación injusta o precaria. Sin embargo, filmar a jubilados dichosos, energéticos, llenos de proyectos, además de recordarme a mi madre, fue muy esperanzador. La tercera edad suele ser la más lúgubre de las etapas y estos pensionistas estaban pletóricos.
Isabel, fue la primera con la que contacté, se acababa de prejubilar con 61, después de trabajar 45 años en el banco. Entró de botones con 16 y acabó siendo ejecutiva comercial. “En el banco tienes que actualizarte todo el rato, estudiar, pasar exámenes. “Últimamente me quitaba el sueño examinarme”, asegura esta madrileña bronceada mientras deshace su maleta.
Grabamos el reportaje en octubre y acababa de regresar de sus vacaciones: “este año he estado 3 meses en la playa. La jubilación, para mí, significa libertad: ser dueña de mi tiempo y de mi vida. Por primera vez, no tengo que seguir órdenes de ningún superior. Soy mi propia jefa”. Pasamos el día con ella viendo cómo se construía su nueva rutina: clases de baile, de piano, viajes... Vibraba ilusionada, estaba empezando una relación con un hombre que conoció por internet durante el confinamiento. “Tengo respeto a la COVID pero el virus no me quita las ganas de aprender y de conectar con otros” asegura Isabel.
Su presente es esperanzador: tiene salud, alegría y dinero. Hasta que se jubile el banco le pagará el 80% de su sueldo, unos 2.800 euros, y cuando se retire cobrará la pensión máxima, unos 2.600. El número de pensionistas que cobran más de 2.000 euros se ha triplicado en la última década.
Todo eran sonrisas, hasta que llegamos a la clase de baile. Allí, al preguntar a sus compañeras de clase, nos encontramos con Paloma, también lleva trabajando desde los 16, pero en negro. “He sido de todo: administrativa, empleada de hogar, camarera de piso durante 49 años, pero solo he cotizado 3 años y 4 días. Tengo 65 años y no tengo pensión; ni un euro. Dependo de mi marido para todo. Me tiene que pagar las clases de baile, la camiseta que llevo puesta, todo. Es humillante”, asegura Paloma con voz firme.
Nos quedamos en silencio unos segundos. Su testimonio nos conmueve. Guardo en la agenda su número teléfono. Espero llamarla pronto para que sea la protagonista de un reportaje de justicia social de Comando Actualidad.