Todas las tragedias de la familia Kennedy, el clan maldito
- La familia Kennedy protagoniza la próxima entrega de Documaster: 'Dinastías americanas: Los Kennedy'
- Los episodios que veremos en La 2 tras la investidura de Joe Biden repasan los terribles asesinatos de JFK
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Si la de los Windsor fue una historia de poder y escándalos, la de los Kennedy vino marcada por la ambición, la desgracia. La 2 emite hoy los dos últimos capítulos del documental de Tim Dunn sobre la apodada 'Familia Real Americana', la dinastía Kennedy, la única familia católica que, hasta la investidura de Joe Biden, había habitado la Casa Blanca.
El retrato de esta miniserie se remonta a los patriarcas del clan, Joseph y Rose, y a los hijos que criaron con un único objetivo: fabricar hombres y mujeres de Estado. Ricos, carismáticos y glamurosos, los hermanos Kennedy crecieron rodeados de cámaras, moldeados para convertirse en un ideal. Aprendieron a enseñar sólo sus mejores ángulos y ensayaban elocuentes discursos alrededor de la mesa. Su vida fue un continuo asalto a la grandeza.
El fatídico asesinato de John F. Kennedylo convirtió en uno de los grandes mitos del siglo XX, pero la 'maldición de los Kennedy' lo precede. Primero vino la horrible lobotomía que incapacitó a su hermana mayor, Rosemary; después, la muerte del primogénito Joe Jr., el que iba encaminado a convertirse en presidente. Le siguió la muerte de su hermana favorita, Kick Kennedy, y los abortos que su esposa, Jackie, tuvo que vivir en la más profunda soledad.
La década de los años 60 perteneció a los Kennedy, pero la pérdida, la enfermedad y la ansiedad fueron constantes en el ascenso al poder de JFK y persiguieron a la familia hasta después de su muerte. Tres años después, un segundo asesinato se saldaba con la vida de su hermano Bobby, una promesa que casi superaba a la de Jack. Y en 1969 se veían truncadas las ambiciones políticas de Teddy, el último de la línea, tras verse involucrado en un misterioso accidente.
¿Qué cuenta la serie?
Los tres episodios de 'Dinastías americanas: Los Kennedy' que se emiten el miércoles recorren las vidas de Joseph y Rose Kennedy y de sus nueve hijos, descrubriendo cómo y por qué esta familia impactó de forma tan significativa los Estados Unidos del siglo XX. En el primer capítulo, "El poder de la riqueza", vemos cómo la Segunda Guerra Mundial trunca las aspiraciones presidenciales del padre y estas pasan a su hijo, Joe Jr., y después al diletante Jack, más preocupado por el ocio y las mujeres.
En el episodio dos, "El camino del poder", John F. Kennedy comienza su imparable campaña, escondiendo su enfermedad crónica y colgándose del brazo a la primera dama que le eclipsó y robó todas las miradas: Jacqueline Bouvier. En el tercer capítulo, "Hermanos en armas", JFK se convierte en el presidente más joven de la historia de los Estados Unidos. Pero debe apoyarse en su hermano, el fiscal general Robert Kennedy, para enfrentarse a los retos de 1961.
La serie continúa relatando el escándalo personal que involucró a Marilyn Monroe o su peligrosa amistad con Frank Sinatra, la brillante gestión de Bobby y Jack en la desescalada de la amenaza guerra nuclear con Rusia, el asesinato de JFK y el modo en que una Jackie anestesiada por el duelo construyó su legado en el funeral más recordado de todos los tiempos.
La brillante carrera de posterior de Bobby, que se convertía en un campeón de los desposeídos y una esperanza política para Estados Unidos aún más prometedora que la generada por su hermano, desapareció con su posterior asesinato. La carrera política de Ted Kennedy y la familia en la actualidad ocupan el final del documental.
La terrible lobotomía de Rosemary Kennedy
Se considera la primera tragedia de la familia Kennedy, pero en realidad se trata de una lacra que Joseph y Rose le escondieron a sus hijos durante casi 20 años. Se trata de la historia de Rosemary, la hija mayor de los Kennedy, que nació con una leve discapacidad intelectual. Gracias a los esfuerzos iniciales de su familia, esto nunca le impidió hacer una vida completamente normal. Sufría fuertes cambios de humor, convulsiones y problemas de aprendizaje, pero recibió una educación tan atenta como la de sus hermanos y se libró del internamiento psiquiátrico que era habitual en su época.
Rosemary era una joven vital, hermosa y sociable. Tanto es así, que las atenciones que recibía comenzaron a suponer una amenaza para la reputación de los Kennedy: sin la capacidad o el interés de inhibir sus impulsos sexuales, Rosemary frecuentaba distintas parejas y traía el escándalo a la puerta de Joseph y Rose, preocupados como siempre por las habladurías. Las fotografías de su hija en alguna situación comprometida, o la noticia de que había contraído alguna enfermedad, podían truncar para siempre su carrera política. La promiscuidad, que en el caso de JFK no fue más que una anécdota jugosa, en el caso de Rosemary determinó un destino fatal.
La historia de la psiquiatría de los años 60 es una antología de pesadilla, especialmente para las mujeres. Y fue fatídica para Rosemary. Empujada por su padre, la joven fue sometida a una lobotomía: un procedimiento invasivo e inútil destinado a atenuar sus problemas de conducta. Cuando terminó la operación, en la que el médico cortó un pedazo de su cerebro, Rosemary tenía las habilidades cognitivas de un niño de cinco años y había quedado incapacitada de por vida, perdiendo incluso la capacidad de hablar.
Y, en lugar de hacerse cargo de ella en familia, sus padres la internaron en un centro privado sin informar de lo ocurrido a ninguno de sus hijos, que no comenzaron a visitarla hasta 1961. Pese a ser una de las más longevas de la familia Kennedy, la vida autónoma de Rosemary se terminó en 1941. Tenía 23 años.
La muerte de Joe Jr., el primogénito de los Kennedy
JFK nunca fue el presidente que su familia tenía en mente. Si su personalidad se formó de un modo tan libre y llegó a tener el carisma por el que todo el mundo le recuerda, es porque Jack tenía un hermano mayor sobre el que recayó todo el peso de las ambiciones de su padre: Joseph. Conocido como Joe Jr., el primogénito de los Kennedy parecía destinado a ocupar un cargo en la Casa Blanca.
Por eso el patriarca, que había visto aniquilada su propia carrera por tratar de evitar la guerra con los nazis, alistó a su hijo en la aviación naval durante la Segunda Guerra Mundial. La idea era que volviese a casa como un héroe de guerra, pero murió en combate cuando un explosivo detonado antes de tiempo destruyó accidentalmente el bombardero que pilotaba.
La muerte de Kick Kennedy, su hermana favorita
Mientras su hermano Joe se preparaba para servir al país, Kathleen Kennedy y Jack fueron compañeros de travesuras. La joven, a la que llamaban Kick, era carismática, atractiva y rebelde. Tras enviudar rápidamente de su primer marido, el maqués de Harrington —muerto en combate tan solo cuatro meses después de la boda—, la joven mantuvo un affair muy serio con el conde de Fitzwilliam, un hombre casado que iba a abandonar a su esposa para contraer matrimonio con Kick.
La primera boda de Kathleen Kennedy no contó con la bendición de su madre, que como católica no soportaba la idea de que su hija se casase con un protestante. Tampoco creía en el divorcio, y por eso su corazón tampoco se abrió a estas segundas nupcias. Sólo su padre, Joseph, estuvo dispuesto a reunirse su hija y su prometido en Francia. Antes de viajar a París para encontrarse con él, los amantes se subieron en su avioneta para pasar unos días en Cannes. Pero una tormenta hizo que se estrellaran contra una montaña, y los dos murieron. A Kick, que acostumbraba a quitarse los zapatos en público, la encontraron descalza entre las ruinas. Para su madre, la muerte temprana les llegó como un castigo de Dios.
Los abortos y la horrible soledad de Jackie
Antes aún de los escándalos sexuales de JFK y su sonado affair con Marilyn Monroe, Jack y Jacqueline Kennedy tuvieron que lidiar con varias tragedias en la intimidad. Antes aún del fallecimiento de su tercer hijo a las pocas horas de nacer —un acontecimiento que, si cabe, los unió más que nunca—, Jackie tuvo que vivir en soledad cuatro embarazos, dos difíciles abortos y el parto de sus dos hijos, donde su marido se mantuvo ausente.
JFK, preocupado con su campaña y su trabajo, nunca estuvo al lado de una Jackie a la que consideraba fuerte y capaz de soportar eso y más. Aunque se quisieron, en la relación de los Kennedy las preocupaciones, las necesidades y el duelo fueron siempre por dentro.
El asesinato y funeral histórico de JFK
La muerte de su tercer hijo a las pocas horas de nacer fue un duro golpe para Jack y Jackie, pero los historiadores coinciden en que reforzó su matrimonio. JFK veía por fin a la mujer a la que había descuidado por todas sus virtudes, le dedicaba su plena atención y reconstruía junto a ella su vida en común. Ambos lucían su mejor sonrisa cuando desembarcaron en Dallas sin saber que eran las últimas horas del presidente. Lo que pasó a continuación es historia: dos balas esperaban a la vuelta de la esquina.
La sangre de John Fitzerald Kennedy manchaba el traje rosa de Chanel de Jackie, y Estados Unidos decía adiós al presidente que, tras desescalar la crisis de los misiles con Rusia y enunciar su discurso sobre los derechos civiles —en línea con los deseos de su hermano Bobby, que comenzaba a abogar por la igualdad racial—, su confianza en sí mismo y en el futuro era plena.
El asesinato de Bobby Kennedy y unos nuevos EE.UU.
Bobby Kennedy fue, durante todo su mandato, el principal asesor y confidente de su hermano mayor. Participaba en todas sus decisiones políticas, arreglaba sus errores y se aseguraba del buen funcionamiento de la administración y su percepción pública. Bobby fue el impulsor de la decisión de JFK de preocuparse, en sus últimos años, por la lucha de los derechos civiles. Creía en la igualdad y admiraba a Martin Luther King, y cuando éste fue asesinado se apresuró a la escena y dio un discurso que lo hermanó con las minorías de norteamerica.
Bobby, más tímido, menos carismático que JFK, creció en los años siguientes para convertirse en un candidato que traía al país una esperanza política aún mayor que la que nunca ofreció su hermano: campeón de los desfavorecidos, preocupado por la brecha económica, la pobreza y los derechos civiles, su asesinato terminó abruptamente con un espíritu transformativo que parecía capaz de mover a EE.UU. en una dirección distinta.
Minorías raciales y religiosas, personas blancas, pobres y ricas, militares y pacifistas: las masas se reunían en las vías que atravesó el tren con sus restos mortales, en un funeral menos sonado pero tan solemne como el de John Fitzerald Kennedy.
Los últimos capítulos de la miniserie abordan la carrera política de Ted Kennedy, el pequeño de la familia, y el escándalo que lo alejó para siempre de la presidencia. Aunque su trabajo como senador ha tenido una enorme repercusión en el presente: Ted Kennedy abogó por un sistema público de salud y fue uno de los principales impulsores del Medicare, y su trabajo conectó con los políticos del futuro.
No te pierdas los últimos capítulos esta noche a las 22:00h en La 2