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Sophia Loren y su matrimonio de cine a la italiana

  • Matrimonio a la italiana (1964), ya disponible en RTVE Play
  • Dirigida por Vittorio De Sica, con dos iconos del cine Marcello Mastroianni y Sophia Loren

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Sophia Loren, consagrada con De Sica
Sophia Loren, consagrada con De Sica

Sophia Loren es un icono vibrante que ha alzado su voz y su talento por encima del mito erótico. Más allá de la innegable sensualidad y el estilo natural que desprende, Loren es también el reflejo de una mujer fuerte, inteligente y batalladora. Capaz de brillar con identidad propia en un mundo de hombres, con 87 años, es una de las últimas leyendas del cine clásico de Hollywood. Una donna hecha a sí misma que impactó de tal manera con su belleza que tuvo que luchar fuertemente para demostrar todo lo que no veían bajo las curvas y su mirada felina. Ocurrió en 1961 de la mano de Vittorio De Sica. Bajo su dirección, con la cinta Dos mujeres, Loren se convirtió en la primera actriz en lograr un premio de la Academia por un papel de habla no inglesa. Así comenzó un matrimonio "de cine" a la italiana.

Sophia Loren

Sophia Loren

En ese momento, Loren era una actriz veterana con casi 50 películas en su haber, pero ese papel cambió su vida. "Antes de hacer Dos mujeres, era una artista", dijo una vez. "Después, fui actriz". Basada en la novela homónima de Alberto Moravia en 1957. La adaptación cinematográfica de Vittorio de Sica logró consagrar el trabajo interpretativo de la actriz italiana.

Vittorio De Sica con Sophia Loren y Mastroianni (1964)

Vittorio De Sica con Sophia Loren y Mastroianni (1964)

La metamorfosis de Sophia Loren

Por primera vez, la diva del cine europeo se despojaba del brillo, vestida con harapos, sucia, despeinada y sin maquillaje para interpretar a una mujer humilde que huye de Roma con su hija durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Una metamorfosis de la pizzaiola en una actriz de talento, para la que Sophia declaró haberse preparado echando mano de sus propios recuerdos de la guerra y de las penurias que sufrió con su madre cuando era una niña.

Agradecida al impulso cualitativo que De Sica había hecho en su carrera, Loren continúo trabajando con él en los que fueron sus mejores trabajos cinematográficos. Logrando el David de Donatello por Ayer, hoy y mañana (1963) y volviendo a ser nominada a mejor actriz en los Oscar por Matrimonio a la italiana (1964), una cinta puedes ver ya en RTVE Play hasta el 30 de noviembre de 2022.

'Matrimonio a la italiana', Vittorio De Sica (1964)

'Matrimonio a la italiana', Vittorio De Sica (1964)

Un Matrimonio (de cine) alla’italiana

Del resplandor a la amargura, de la pobreza al color. Valiéndose aún de los trazos del neorrealismo, en Matrimonio a la italiana, Vittorio De Sica permite a Loren mostrar sus dos caras. La más descarnada seductora y la doliente mujer que se enfrenta al poder, representado aquí por los hombres, el dinero y las tradiciones religiosas.

En su primera escena, una Sophia irreconocible hace arrancar la acción del filme interpretando a Filomena, aupada entre sollozos por sus vecinos como en un paso de Semana Santa. Una desconsolada mujer que por momentos parece representar a una faraona alzada como si fuera una Madonna.

Mariage a l' italienne, Vittorio De Sica (1964)

Mariage a l' italienne, Vittorio De Sica (1964) Rue des Archives Paris France

De la sumisión al poder

Así arranca la historia de un amor surgido entre bombas, con Marcello Mastroianni, interpretando al galán adinerado que conquista a una joven Filomena. Una mujer de apariencia frágil que “nunca llora”, cuyo personaje evoluciona con los años y aprende a defender “su propia ley”.

Porque en Matrimonio a la italiana nada es lo que parece: la comedia se transforma en drama y la sumisión en poder. "Mi firma no es bonita, pero es la mia", defiende el personaje de Filomena en una escena de la película. Un guiño a lo que De Sica le permitió en esta cinta. Una historia en la que Sophia Loren toma las riendas que le son dadas y se empodera. Eso sí, siempre según las normas de un mundo de hombres.