Cantora: Del sueño de Paquirri al infierno de Pantoja
- La propiedad, en la que actualmente viven la tonadillera, su hermano y su madre, tiene 500 hectáreas y 2000 metros construidos
- Kiko Rivera, destrozado: "Tengo ansiedad y he vuelto a engordar la hostia"
La guerra entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera ha convertido Cantora en el foco de todas las miradas. La finca está en boca de todos porque el hijo de la cantante quiere vender su parte, la que le corresponde como heredero de su padre, el diestro Francisco Rivera, Paquirri. Pero... ¿qué sabemos sobre ella? Te 'colamos' en propiedad más famosa y polémica de Andalucía para acercarnos a su historia y conocer las claves y los secretos que guardan sus paredes, sus armarios y sus alcobas.
El paraíso familiar de Paquirri
Francisco Rivera 'Paquirri', adquirió la finca antes de casarse con Isabel Pantoja. Un campo que quería convertir en su paraíso familiar. Allí se hicieron los primeros reportajes del torero antes de la boda, los cumpleaños de sus hijos con Carmen Ordóñez, Francisco y Cayetano, y todas las celebraciones importantes.
Para ello eligió un lugar ubicado en la llamada Ruta del toro, dentro del camino de los pueblos blancos del Sur, entre Medina Sidonia y Vejer (Cádiz). Es un terreno cercano a Barbate, la localidad que le vió crecer. El torero compró quinientas hectáreas de campo y después construyó el cortijo, que se fue ampliando hasta su estado actual.
La finca incluye zonas de monte, de dehesa y de cultivo. Entre la nave de almacén, la plaza de toros, las cuadras para los animales y la vivienda, hay unos 2000 metros construidos. La casa tiene dos plantas: la parte baja, de 637 metros cuadrados que se distribuyen en varios salones y la cocina; por otro lado, la parte alta, un poco más pequeña, donde se encuentran los dormitorios. Además, cuenta con una gran piscina exterior y un garaje justo al lado.
La muerte del torero, ¿quién se queda con Cantora?
El 26 de septiembre de 1984 la muerte de Paquirri sacudió la vida de Isabel Pantoja solo diecisiete meses después de convertirse en su esposa. El torero había dejado escrito su testamento un año antes, el mismo día de su boda con la tonadillera. En 1987 salió a la luz el reparto definitivo en el que otorgaba el 45% de los bienes y la finca de Cantora a su viuda y a su hijo Francisco José. Otro 40% y la finca Los Rosales a los hijos que tuvo con Carmina Ordóñez, Francisco y Cayetano. El 15% restante y la finca El Robledo fue para su padre, Antonio Rivera, y sus hermanos, Antonio, José y Teresa.
No fue nada fácil y conllevó muchas disputas familiares. Fueron necesarios tres años necesarios para que se pusieran de acuerdo. El documento llegó dos días antes de que se cumpliera el plazo establecido por el difunto para que las partes lo firmaran. Tras la muerte del diestro, Isabel Pantoja no quiso seguir viviendo allí y cerró a cal y canto la propiedad hasta quince años más tarde. "Se me venía la casa encima", reconocía la artista por aquel entonces. El tiempo logró que la tonadillera pasara página y volviera a la finca para convertirla en su hogar permanente.
El búnker de Isabel Pantoja
Con el tiempo, Cantora se convirtió en una auténtica fortaleza. El escondite y refugio de Isabel Pantoja, donde nadie se podía acercar a ella. Antes de la muerte de Paquirri, la finca era una casa de puertas abiertas en la que los periodistas taurinos y la prensa eran bien recibidos, pero el fallecimiento del diestro supuso un antes y un después y, desde entonces, pocas veces han entrado las cámaras en estos terrenos. El programa 'Cine de barrio' lo hizo en 2001, cuando Isabel Pantoja invitó a José Manuel Parada a visitar los exteriores de la finca.
Cantora también ha sido testigo la felicidad de la tonadillera, una vez que superó la muerte de Paquirri. Lo ha contado el propio Kiko, que recuerda los momentos felices que su madre vivió con amigas del alma, como María del Monte o Chelo García Cortés, y sus historias de amor, como las que vivió con Diego Gómez y Julián Muñoz. Con este último vivió la alegría y la tristeza.
De Cantora salió el 21 de noviembre de 2014 para entrar la prisión de Alcalá de Guadaíra. Eran las 7:00 horas de la mañana cuando la cantante abandonaba su 'reclusión' en la finca para que la 'encerraran' en una celda para cumpolir una pena de dos años de prisión por blanqueo de capitales de su ex pareja y ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz.
Los problemas económicos de Isabel Pantoja
No es la primera vez que se baraja la posibilidad de vender Cantora. Los problemas económicos de la viuda de Paquirri y sus deudas con Hacienda la llevaron a intentar deshacerse de la propiedad en el año 2017 por siete millones de euros. Una cifra muy por encima de su valor. En 2015 la finca fue tasada por peritos oficiales del Estado por si se daba el caso de que tuviera que salir a subasta pública: 4.400.000 euros en total.
Cantora, lugar de encuentro y celebraciones
Antes de la guerra de los Pantoja, la finca era el punto de encuentro de la familia. Cualquier celebración, como cumpleaños o navidades, se celebraba allí. Los mimos miembros de la familia han compartido esos momentos de felicidad en Cantora a través de sus redes sociales.
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Con tantos enemigos a la vista y sin prácticamente familia con la que reunirse, Isabel Pantoja ha convertido Cantora en una especie de panteón. Un lugar lleno de recuerdos, pero muerto en vida, donde viven la tonadillera, su hermano Agustín y su madre doña Ana.
La habitación secreta de Cantora
Tras el fallecimiento del diestro, Carmina Ordóñez pidió judicialmente la entrega a sus hijos, Fran y Cayetano Rivera, de algunos objetos personales que les pertenecía por herencia, trajes y demás enseres. Después de que el juez le diera la razón a la exmujer del torero, Isabel Pantoja alegó que dichas pertemencias habían desaparecido tras un supuesto robo.
El año pasado se desató la guerra entre Kiko Rivera y su madre cuando este descubre una habitación secreta en Cantora. El hijo de Paquirri asegura que Isabel Pantoja miente y que es allí donde se encuentran todos los objetos personales de su padre escondidos en armarios, desde muletas hasta capotes y trajes. La tonadillera habría ordenado el cierra de esa estancia de unos setenta metros cuadrados. Ahora podría enfrentarse a otra pena de cárcel por un triple delito: desobediencia, denuncia falsa y apropiación indebida.
Además, la finca también ha sido motivo de conflicto entre ellos. Kiko Rivera, el único que no había cuestionado la gestión de la herencia de Isabel Pantoja hasta el momento, acusó hace un par de meses a su madre de haberle engañado. "Yo no cedí Cantora a mi madre a sabiendas. Firmé lo que ella me pidió", señaló en una entrevista.
La herencia desconocida de Paquirri
A finales del año pasado, La Razón sacó a la luz en exclusiva el testimonio de Ángel y David Vilariño, los actuales propietarios de la herencia desconocida del diestro. Según el diario, Isabel Pantoja consiguió venderles una finca de Paquirri, El Guatito, que no aparecía en el testamento, arrendarles las fincas Cantora y La Garza durante 20 años sin rendir cuentas a su hijo, y traspasarles la propiedad de su ganadería de toros bravos, sin vender el hierro. La tonadillera se podría haber embolsado cerca de cuatro millones de euros. "Sé que era la última finca que compró Paco y desconozco sí estaba elevada o no a pública la escritura", señaló David Vilariño.