¿Puede llover barro? ¿Qué circunstancias deben darse?

• Parece que este 2021 se ha propuesto sorprendernos meteorológicamente: tras Filomena vienen las lluvias de barro
• ¡Atentos a la previsión del tiempo para no limpiar los coches o no tender la ropa cuando estén previstas!
• Isabel Moreno nos cuenta este curioso fenómeno meteorológico en Aquí la Tierra

Parece que este 2021 se ha propuesto sorprendernos meteorológicamente: tras la borrasca Filomena, la posterior ola de frío, las borrascas con nombres, los récords de calor, volvemos a hablar de lluvias y, esta vez, avisamos desde los espacios del tiempo que vendrán acompañadas de barro. Algo que puede tener un tinte, incluso, apocalíptico si tenemos en cuenta que también reciben el nombre de “lluvias de sangre”.

Aunque pueda parecer otra de las sorpresas que nos está mostrando 2021, la verdad es que en España es relativamente habitual ver estas lluvias que dejan las superficies cubiertas de tonos marrones, ocres... Este es el resultado que obtenemos cuando la lluvia se forma alrededor de partículas de polvo/arena que hay en el ambiente y/o las arrastra según cae.

Calima en Agaete, Canarias

Calima en Agaete, Canarias Aída Esteban

Las gotas de lluvia no pueden estar formadas sólo por agua en nuestra atmósfera

Aunque nos pueda sorprender, las gotitas de agua en nuestra atmósfera no están formadas únicamente por agua. Para generarlas necesitan lo que conocemos como “núcleos de condensación”, unas partículas en las que el agua “se engancha” para poder formar la gota de la nube, de lluvia…

Estos núcleos de condensación pueden ser muy variados: sales, materia orgánica como bacterias, por ejemplo… y también polvo en suspensión. Pero, ¿qué es exactamente ese polvo y cómo llega hasta nuestro país?

¿Qué es ese polvo en suspensión y cómo llega?

Cuando hablamos de polvo en suspensión, o de calima, nos referimos a las partículas de polvo/arena que llegan hasta nuestras zonas desde el Sáhara. Cuando estas partículas cubren el cielo, le dan un aspecto turbio con tonos blanquecinos, grisáceos, amarillentos… En ocasiones, la cantidad de polvo es tan abundante que dificulta la visión, como vimos en Canarias, por ejemplo, en febrero de 2020.

Aunque no es tan frecuente ver episodios tan intensos de calima, lo cierto es que la entrada de polvo en suspensión en Canarias es bastante habitual debido a su proximidad con el desierto. En la Península también estamos bastante cerca de él y el polvo es capaz de llegar hasta este entorno si se dan condiciones favorables.

Por ejemplo, una situación que fomenta la llegada de polvo en suspensión a la Península es la presencia de alguna borrasca al oeste peninsular. Las borrascas en el hemisferio norte giran en sentido contrario a las agujas del reloj, por lo que el viento puede arrastrar las partículas del Sáhara hacia el norte.

Como curiosidad, las partículas del Sáhara no sólo afectan a los entornos cercanos a este desierto. En ocasiones este polvo es capaz de atravesar el Atlántico y llegar hasta América, sirviendo de nutriente para el océano y otros ecosistemas, como el propio Amazonas.

El polvo en suspensión puede ser perjudicial para la salud

De todas formas, no olvidemos que este polvo en suspensión son partículas muy pequeñas que pueden entrar en nuestros pulmones, teniendo un impacto negativo en nuestra salud. De hecho, cuando las entradas de polvo en suspensión son muy acusadas, la calidad del aire empeora al aumentar este tipo de partículas nocivas para nuestra salud, conocidas como PM10 y PM2.5.

En resumen

Las entradas de polvo del Sáhara en España no son raras, pero no siempre dejan lluvias de barro. Para que éstas se produzcan, tiene que haber precipitación que ayude a arrastrar estas partículas del ambiente hasta las superficies. ¡Atentos a la previsión del tiempo para no limpiar los cristales, los coches o no tender la ropa cuando estén previstas este tipo de lluvias!