El único villano que mató a James Bond
- Conoce la historia de Red Grant en Desde Rusia con amor (1963)
- Disfruta de la película esta noche en Dias de Cine Clásico, a las 22.00 en La 2
- La increíble vida de Sean Connery, el James Bond más carismático del cine
Dicen que Ian Fleming, el creador literario de James Bond, siempre quiso matar al agente 007. Un deseo, repetido en el subconsciente de todo padre (y madre) de sus personajes, que el escritor llevó al límite en más de una ocasión. Ahora que muchos especulan que su final podría llegar con la próxima entrega protagonizada por Daniel Craig, Sin tiempo para morir (2021), vale la pena recordar que James Bond ya murió.
Al menos, eso es lo que muchos pensaron cuando en 1963 vieron por primera vez Desde Rusia con amor, la película que emite esta noche Días de Cine Clásico. La mano ejecutora era la de Red Grant, un espía ruso con asesino sigilo, un inquietante tono rubio en su pelo y mucho músculo. Uno de los pocos personajes que estuvieron a la altura, en condiciones y destrezas, con el agente 007, al que consigue (casi) matar. Aunque fuese durante unos segundos, Red logró lo que ningún otro villano de la franquicia, robarle la vida a James Bond, interpretado por Sean Connery, y capturar una de las escenas más míticas de la saga.
¿Quién es realmente Red Grant?
Lo importante de la pregunta es que tiene una respuesta detallada. En su novela, Fleming otorgó a esta némesis de Bond un pasado y una compleja historia. Con ello, el escritor consigue convertir a Red Grant en una amenaza más real y poderosa. El grado de detalle sobre sus orígenes, quiénes eran sus padres y el análisis de su personalidad es enorme.
En el libro Desde Rusia con amor, Donovan (el nombre que realmente tenía en la novela) era un niño de orígenes pobres, cuyo padre era un levantador de pesas profesional alemán y su madre una camarera irlandesa. El padre desaparece y la madre muere en el parto. Criado por una tía y, falto de cariño, acaba desarrollando una personalidad violenta, se mete en peleas, boxea, asesina animales por gusto y acaba metiéndose en una organización criminal. De ahí pasa al ejército y, tras ser expulsado, acaba convertido en espía para SPECTRA. Todo ello permite recrear la mente psicológica del villano a la perfección y da cuenta de su peligrosidad.
¿Realmente conocemos tantos detalles de otros villanos a los que se enfrenta James Bond? La respuesta es no. Algo que concede a Red Grant un valor diferenciado del resto de villanos y lo legitima para “casi” poder matar al agente Bond. En cualquier caso, esta no fue la última vez que la vida del agente 007 peligra. La ocasión se repitió en Operación Trueno y más claramente en La espía que me amó, en la que Bond desaparece de la historia, narrada a través de la voz de una mujer -que creemos su asesina- y dejando al agente 007 relegado al tercer acto de la narración. Aunque en ninguna de ellas vemos a un villano a la altura de Red Grant.