Ana: "Nunca quise discutir con María Escoté"
- Ana fue la mejor en la prueba con látex en la que Alaska fue la protagonista
- Falló en la prueba de expulsión en la que tenían que inspirarse en el estilo de la diseñadora Ynés Suelves
- Vuelve a ver el último programa en RTVE A la carta
El equipo de RTVE Digital ha estada con Ana, la última aprendiz en abandonar la cuarta edición de Maestros de la Costura. Hemos charlado con ella sobre su paso por el programa, sus diferencias con los jueces y con algunos de sus compañeros. Nos ha contado cómo se vive todo desde dentro y lo que ha supuesto en su vida su participación en el concurso
La vimos muy emocionada en su despedida y asumió sus fallos y las críticas de los jueces a pesar de no coincidir del todo con su opinión: “Estoy un poco decepcionada conmigo misma porque fui a darlo todo, hice un esfuerzo psicológico para olvidarme de todo y centrarme en cada prueba y cuando las cosas se complican y ves que no lo haces bien pues te decepcionas contigo misma”.
Uno de los momentos más emotivos de su adiós fue el sentido abrazo que le dio a Yelimar para despedirse de ella, y es que ambas aprendices ya se conocieron incluso antes de pisar los famosos talleres: “Tuve conexión con ella desde el minuto uno ya que fue una de las primeras chicas con las que hablé en el casting. Luego me tocó de compañera de habitación en la casa y entonces lo hemos vivido todo de manera muy intensa las dos juntas, es un amor”.
"Lluís y yo somos inseparables"
En cuanto a la relación con el resto de aprendices, Ana nos confiesa que ha habido de todo, tanto bueno como malo y que a pesar de ciertas discusiones, todos se llevan de maravilla: “Por ejemplo con Lluís, que somos los dos inseparables, llegábamos a las pruebas con tanta fuerza y con tanto carácter que era imposible no chocar, pero después no podemos vivir el uno sin el otro”.
““
Ana nos asegura que aunque en la tele no se aprecie, la convivencia es un ”extra” para los aprendices: “Entras allí, y no tienes otra cosa que no sean tus compañeros y el estrés de cada prueba. Entonces o te haces amiga de todos o lo vas a pasar fatal en las pruebas”.
Obviamente, hemos tenido que preguntarle por la desventaja con la que ha participado, porque aunque no ha querido entrar mucho en detalle ni ha querido quejarse demasiado, Ana tiene un exceso de sudoración en las manos desde siempre y en alguna prueba esto ha jugado en su contra: “En mi día a día intento no transmitírselo a la gente y en ningún momento me he sentido en desventaja, pero esa es la impotencia que he sentido porque he podido con el papel, con el látex y con el corcho y al final en la última prueba no me salió bien. Da coraje.”
La sexualidad y la sensualidad, dos conceptos que le pasaron factura
En la valoración de la prenda final de Ana, María Escoté le explicó las diferencias entre lo sexy y lo sensual. Dos conceptos que a veces pueden ser bastante objetivos y cada uno lo puede interpretar a su manera: “No estoy de acuerdo en que el trabajo de Gabriel sea sensual o sexy, no tengo ningún problema con él pero para mí no lo es”. En lo que sí que coincide con María es en el resultado final de su propio trabajo: “Al final mi falda no estaba bien ejecutada y es lo que cuenta”.
Además, Ana es consciente de que ella entró como aprendiz y que cualquier crítica de los jueces resulta positiva y la dan desde su experiencia y sabiduría en el mundo de la costura: “Nunca quise discutir con María Escoté porque cuando entré en el programa asumí quienes eran los jueces y he venido a escucharles y a aprender. Y aunque no esté del todo de acuerdo con sus valoraciones, ellos son los jueces y son los que tienen la razón.”
La modelo a la que le tocó vestir se quedó encantada con la falda de Ana
La ex – aprendiz falló en la prueba de eliminación en la que los aprendices tenían que vestir a medida a unas modelos, inspirándose en el estilo de la diseñadora Ynés Suelves.
No acertó con las medidas y le faltó tiempo para confeccionar la parte de arriba de su prenda. A pesar de ello, nos habla de Maite, la modelo a la que le tocó vestir y nos asegura que a ella sí le gustó su trabajo: “Maite es un amor, la modelo más ‘salá’, y ella se quedó encantada con la falda”.
Jefa de taller, de rebote
Sin pedirlo ni ofrecerse, a Ana le sorprendió que le tocara ser la jefa de taller en la prueba de exteriores “de rebote”. Entre Javier, Lluís y María Escoté, escogieron a Ana para liderar al equipo verde en la prueba de exteriores y el resultado no fue el esperado: “Ya estaban asignadas las tareas y todo el mundo sabía lo que tenía que hacer y al final estaba yo para comerme la mierda del final. Fue un caos total”.
Ana fue la mejor en la prueba con látex, una de las más difíciles
Aunque Ana ya se ha despedido del taller, fue la mejor en la prueba con látex, un material muy difícil de trabajar pero que supo confeccionar a la perfección y le quedó impoluto, no como al resto de sus compañeros: “Aquí María me valoró súper bien y me quedé de lo más contenta”.
De la prueba nos dice que aunque pareciera complicada, ella es higienista dental y está acostumbrada a tratar con ese tipo de materiales: “Se ha visto reflejado como trabajo realmente, con presión y precisión y creo que lo transmití en esa prenda”.
Lorenzo Caprile quiso premiarla con su reconocimiento y definió su prenda como un “trabajo excelente” y su manera de afrontarla como “una actitud muy buena”. Dos juicios que siempre tienen premio en Maestros de la Costura. Unas palabras que Ana se guardará para siempre.