'La caza. Tramuntana' una serie sin tabúes
- Hablamos con Llum Barrera, María Mercado y Zoe Stein sobre sus personajes
- La caza. Tramuntana es aplaudida en redes por visibilizar un tema tan complejo como la violaciones
- Analizamos la denuncia de la serie en este tema
A lo largo de esta segunda temporada de La caza. Tramuntana hemos podido ver a sus protagonistas enfrentarse a todo tipo de retos. La investigación comenzaba con el homicidio de Bernat Cervera, pero con el trascurrir de los episodios se han descubierto una serie de abusos y violaciones a menores en el pueblo mallorquín. Entre algunos de los afectados están Julia, interpretada por María Mercado, Zoe Stein, que da vida a Bela; y, la última en sumarse a las confesiones, Madó Teresa, interpretada por Llum Barrera. Hemos querido hablar con ellas para hacer un repaso de la trayectoria de sus personajes y analizar en profundidad un problema que golpea constantemente en la sociedad.
Confesiones en cadena
Tras el sexto capítulo de La caza. Tramuntana hemos podido ver cómo los personajes de Bela y Madó Teresa confesaban que habían sido violadas. La primera en Can Falgueres junto a dos de sus amigos, Dani y Julia, y la segunda, a los 16 años en la celebración de cumpleaños de uno de sus mejores amigos: Jaume Fabra. No es la primera vez que se denuncian estas situaciones en la serie, antes ya lo hicieron Julia y Dani, aunque no consiguieron toda la credibilidad que deseaban. Es por eso que los espectadores han aplaudido a los guionistas, a los actores y a todo el equipo, junto a Televisión Española, por dar un espacio en la televisión pública para abordar estos casos. “Está bien visibilizar todo el conjunto de acoso, abuso y violación”, dice Llum Barrera durante nuestra conversación, que agradece tener un personaje con un mensaje tan valioso.
“Es una manera de normalizar contarlo. Es una forma de decir “estamos ahí”, es algo que pasa y no hay que esconderlo”, dice María Mercado cuando le preguntamos por su papel en la serie. Un reto que como actriz se ha tomado muy en serio: “Sentí muchísima responsabilidad, quería contarlo con verdad. Quería que quedase todo bien, sobre todo por el peso que tiene lo que está diciendo, porque yo para nada he vivido una cosa así".
Por suerte, María no ha vivido una situación similar a la de su personaje, pero muchas personas sí han tenido que hacer frente a este tipo de situaciones con todo lo que ello conlleva: el miedo, la culpa, la vergüenza... Sentimientos más que justificados según Luisa Fernanda Yagüez Ariza, psicóloga especializada en pacientes de abuso sexual y protección al menor, y autora de Ojos verdes. Cuento sobre prevención del abuso sexual. "Las personas van sintiendo que forman parte del abuso y se sienten culpables, por permitirlo, por no oponerse, por no haber pedido ayuda a tiempo… En el mismo sentido aparecen la vergüenza y el asco. Precisamente por los sentimientos de culpabilidad y esa vergüenza es por lo que las víctimas no pueden pedir ayuda, porque primero se tienen que enfrentar a sí mismas", nos cuenta Yagüez.
Culpa, vergüenza y miedo, los enemigos de las denuncias
Otro de los factores que se ha retratado en la serie es esa mezcla de culpabilidad, vergüenza y miedo. El personaje de Julia es el primero en confesar que ha sido víctima de una violación, se enfrenta a este momento sola y con miedo, pero con mucha valentía. Su valentía se vuelve a la vez un arma de doble filo cuando su familia, sus amigos y vecinos dudan de sus palabras. Comienza ahí otro tipo de acoso, el que sufre en redes sociales acusándola de mentirosa.
Todo lo contrario de lo que sucedió hace unas semanas en las redes sociales con los seguidores de la serie, que pronto empezaron a enviar mensajes de ánimo hacia el personaje. La credibilidad se vuelve uno de los factores imprescindibles para estas víctimas: "Es fundamental sentir el apoyo del entorno, que alguien legitime su sentimiento y que le digan que ella no tiene la culpa, que el responsable siempre es el abusador", nos dice Luis Fernanda.
Lo mismo nos dice María Hurtado, psicóloga y coordinadora de AGS-Psicócologos, que nos explica como el principal temor de las víctimas "es que no se les crea, o pensar que no se les va a apoyar. También el miedo a que el abusador pueda tomar medidas ya que la justicia y los medios que tenemos en estos momentos no ayudan a que la víctima se sienta protegida cuando lo hacen, existen muchas trabas". Unos miedos más que comprensibles si tenemos en cuenta casos casos como el de Julia o el de Bela en la serie, que además son niños sin una familia que les proteja: "El miedo de Bela es que sus padres adoptivos la abandonen si cuenta lo sucedido, porque no está bien visto contar esas cosas. El terror al abandono de estas niñas es inmenso. Si ya es horrible que te abandonen una vez, que lo hagan dos veces debe ser... No quiere llegar a ese punto”, nos explica Zoe Stein sobre su personaje, Bela.
Nunca es tarde
El caso de Madó Teresa es diferente pero la culpa sigue consumiéndola. Han pasado cuarenta años desde que uno de sus mejores amigos se aprovechara de que ella se encontraba mareada porque había bebido, para forzarla a tener relaciones sexuales en medio del bosque. Un momento que Teresa ha relatado en este sexto capítulo y que ha dejado a todos los seguidores de la serie con la boca abierta.
Una escena bastante impactante en la que Teresa se empodera y descubre sus secretos enfrentándose a sus amigos, y es que cuando el violador está en tu entorno es aún más difícil afrontar la situación nos explica María Hurtado: "Si el abuso se está produciendo en el ámbito familiar la víctima tiene más miedo a denunciar que si se trata de algún incidente externo donde las denuncias sí serían más frecuentes".
Yagüez también nos explica como "la peor parte es para quien sufre esos abusos dentro de su entorno familiar, porque tienen muchas sensaciones enfrentadas: 'es alguien a quien quiero, que me quiere y que me está haciendo algo malo'". Está claro que el personaje de Teresa sufre esa lucha interna, una disputa que le ha llevado años cerrar: "Ella es la valiente del grupo, cree que ha callado muchos años y ahora tiene que hacerlo", dice Llum sobre su personaje.
¿Hay más casos de violaciones en la actualidad?
Barrera también se atreve a analizar una de las frases de su compañero de escena: “'Esas cosas se hacían', ¡qué gran frase de Jaume! ¿Quién se atrevía a parar eso? ¿Quién tenía la culpa, tú que te fuiste sola a los pinos? ¿Tú que estabas medio borracha y un poco cariñosa? ¿Por qué no lo paraste? Las mujeres seguimos teniendo esa mierda metida dentro que poco a poco nos vamos quitando gracias a la lucha entre todas. No es aceptable, es 'no' y es que 'no'. Hay que ser valiente, Teresa lo ha sido 40 años más tarde, pero toda su vida ha estado marcada por ese suceso”.
Si bien es cierto que Jaume tiene razón, no es que ahora haya más casos, es que antes 'esas cosas se hacían' y no pasaba nada. Nadie denunciaba, nadie te hablaba sobre el abuso o la violación. Hoy en día escuchamos de estos casos, "se han visibilizado y se ha hecho más por prevenirlos. También existe una mayor censura social que se percibe poco a poco en el entorno de la víctima con un mayor apoyo", nos cuenta Luisa Fernanda, psicóloga especializada en víctimas de abusos sexuales.
La caza. Tramuntana no tiene miedo y muestra a esas mujeres que se oponen a seguir calladas, a seguir bajo los mandatos del machismo de hace cuarenta años como Teresa, se enfrentan a sus abusadores como Julia o Bela y representan el cambio que paulatinamente está viviendo la sociedad. Una serie que no se asusta y que aborda temas tan delicados como este para dar voz a las víctimas y hacer que se sientan protegidas. Una ficción que entre tanto drama encuentra un espacio para denunciar casos que todavía suceden con una mayor frecuencia de la que nos gustaría.