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Eurovisión 2021

Marvin Dietmann: "Blas Cantó tiene las ideas muy claras sobre qué y cómo quiere ser, brillar y transmitirlo a través de la pantalla"

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Eurovisión - Puestas en escena de las canciones de Blas Cantó, "Memoria" y "Voy a quedarme"

Escenificar las emociones y las historias que hay detrás de cada canción es la complicada tarea del director creativo. Marvin Dietmann ha asumido esta misión en el equipo español de Eurovisión y ha sabido plasmar a la perfección y de manera exquisita las propuestas de Blas Cantó para Róterdam 2021, "Memoria" y "Voy a quedarme". Un trabajo que el escenógrafo ha desarrollado en colaboración con el artista, escuchando sus pensamientos, sus reflexiones y las vivencias que le llevaron a escribir las composiciones.

"Blas y yo nos conocemos desde hace varias semanas. Él tiene las ideas muy claras sobre qué y cómo quiere ser, brillar y transmitirlo a través de la pantalla. Y eso me ayuda mucho, porque durante el proceso de creación tenemos que ir adaptando cosas, y él me dice 'con esto me siento cómodo', 'esto tal vez lo podemos hacer de forma diferente, aunque no sepa decirte el porqué no me siento cómodo con esto'", señala Dietmann.

Blas Cantó durante los ensayos de 'Destino Eurovisión'

Blas Cantó durante los ensayos de 'Destino Eurovisión' RTVE

El artista tiene que sentirse increíble sobre el escenario

Para el creativo, el vínculo que se crea con el intérprete es la parte más importante del proceso porque "al final él es el único que estará sobre el escenario, presentando su canción y tiene que sentirse increíble allí arriba". El director artístico es el responsable de que Conchita Wurst o Cesár Sampson brillasen en el festival. Pero para él, cada cantante y cada composición son únicos, por eso todos sus trabajos son diferentes, nada se parece a lo anterior.

"Trabajar con Marvin ha sido sensacional. Desprende una energía brutal y un gran magnetismo. Ha entendido las canciones y ha creado un concepto para cada una de ellas. Eso era precisamente lo que queríamos: construir una historia en torno a los temas desde el inicio, desde la gala", comenta Blas Cantó.

Blas Cantó y Marvin Dietmann, durante los ensayos de Destino Eurovisión Raul Tejedor

Además de diseñar la escenografía, Dietmann sigue muy atento la realización de las actuaciones durante los ensayos de la preselección española: "Trato de guiar al equipo. Trabajamos en las perspectivas de las cámaras, de las luces y hago anotaciones de todos los códigos de tiempos y cambios que ejecuta el equipo técnico. Por supuesto, también cuenta la visión del cantante. Intento combinar todos estos elementos y que todo vaya en la misma línea como está previsto en los bocetos".

Destino Eurovisión se emite el sábado, 20 de febrero a las 22:00 horas, y contará además con actuaciones memorables junto a Pastora Soler, Vanesa Martín, Edurne, Andrés Suárez, Nia, Cepeda y Roi.

Memoria: "moderna y una obra de arte"

"Memoria" es un tema pop moderno, muy pegadizo. Pero bajo la superficie de este uptempo subyace un dilema y una serie de recuerdos que veremos enfrentados sobre el escenario. "Cuando profundizamos en la letra y el significado de la misma nos encontramos con dos tipos de recuerdos: unos dulces y encantadores; y por otro lado, un flashback donde trata de encontrar a su abuela en su mente. Trata de conectarse con ella de nuevo, pero no es capaz de hacerlo".

Blas Cantó durante los ensayos de 'Destino Eurovisión'
Blas Cantó durante los ensayos de 'Destino Eurovisión'

Blas Cantó durante los ensayos de 'Destino Eurovisión' Raul Tejedor

Para representar esta lucha, Marvin ha elaborado ambientes diferenciados para cada parte de la canción valiéndose de la iluminación y mappings.  Las estrofas se caracterizan por una escenografía suave, colorida e incluso onírica,  que hacen alusión a vivencias gratas. Sin embargo, cuando se acerca el coro,  las luces caen y se oscurece la escena para sumergirnos en la mente del cantante.

La parte que rompe la actuación es el puente, donde todo se centra en el artista. "La steadycam hace un plano muy corto de él por primera vez en la canción y cambiar la perspectiva del espectador. Después, volvemos a romper con todo, mezclamos todas las normas y caemos en el caos. Entonces se despierta. Estamos al final del camino, al final de la canción. Entra una luz ámbar muy cálida y se queda en el centro. Está él solo", detalla el escenógrafo.

Una interpretación artística y abstracta de la vida del cantante con la que todos los espectadores se van a sentir identificados porque alguna vez han vivido lo mismo.

Voy a quedarme: "Pura poesía"

Lo más importante es él, su voz y el momento

"Voy a quedarme es pura poesía. Hemos tratado de construir una escenografía muy minimalista porque la canción por sí misma es una potente y, combinado con la voz de Blas, va creciendo y haciéndose cada vez más grande. Sin ni siquiera luz frontal, sólo algunos focos sobre el artista. La razón es muy sencilla: lo más importante es él, su voz y este momento". Así define Dietmann la puesta en escena balada de Blas Cantó, que llegará directa al corazón de la audiencia.

Blas Cantó durante los ensayos de 'Destino Eurovisión'

Blas Cantó durante los ensayos de 'Destino Eurovisión' RTVE

La actuación comienza con una "escenografía nocturna" donde el intérprete está delante de la luna. La escena va evolucionando con un juego de luces y visuales que se proyectan en las pantallas LED hasta que la intensidad crece más y más. Al final de la canción el astro brilla por sí solo.

Para el murciano es un tema muy especial, que surgió en los momentos más tristes de su vida: lo escribió cuando falleció su padre y lo grabó meses después, cuando perdió a su abuela enferma de coronavirus. Pero detrás de estos oscuros capítulos florece el arte, la música que nos ayuda a resistir erguido ante las vicisitudes de la vida.

Marvin Dietmann ha creado las propuestas aprovechando los casi 200 m2 que ocupa el escenario de Destino Eurovisión. Además, afirma que siempre trabaja en torno a una premisa: la dualidad del festival: "Eurovisión es un espectáculo con unas 15.000 o 20.000 personas en el Arena y otros 200 millones de espectadores viéndole a través de la pantalla. Por tanto el artista tiene que conectar con la cámara,  pero sin olvidarse de la audiencia que le acomñaña,  porque ellos te van a regalar también muchas emociones".

Se puede decir que el escenógrafo lleva ya Eurovisión en su ADN. Su experiencia en el certamen europeo se remonta a 2011, cuando debutó como director artístico de Bulgaria. Ha sido el responsable de las actuaciones de Austria de 2012 a 2018, Alemania (2017),  y este año diseñará el staging de Vicent Bueno (representante de Austria) y de Elena Tsagrinou (de Chipre). También creó grandes espectáculos en las ediciones de 2015 a 2018 como director de escena; y en Tel Aviv 2019 ocupó el puesto de director de la viewing room (sala de visionado).

Blas Cantó y Marvin Dietmann, durante los ensayos de Destino Eurovisión Raul Tejedor

Creo que soy parte de Eurovisión

"Considero que tengo una gran familia en Europa. Esta producción une a muchos países por varias buenas razones: la música, la celebración y pasar un gran rato. Me encanta el hecho de que te vas encontrando con las mismas personas año tras año. Muchos de esos colegas con los que trabajo ahora los considero mis amigos. Creo que soy parte de Eurovisión".