¿Seremos inmortales algún día?
- La longevidad humana es un campo de investigación muy vigente y se trabaja en varias líneas, como evitar la oxidación celular
- No te pierdas Whaat!?, el programa de divulgación científica presentado por Javier Santaolalla y La Gata de Schrödinger
- Mira ya el capítulo 2, "Evolución"
El ansiado alargamiento de la vida lleva presente en la cultura occidental desde el inicio de los tiempos; desde la Fuente de la Juventud de Juan Ponce de León, hasta el personaje mitológico Titono que le pidió a Zeus la eternidad, pasando por el ficticio Dorian Gray, de Oscar Wilde, que vendía su alma al diablo con tal de no envejecer nunca. Ahora la comunidad científica estudia la longevidad humana con el objetivo de evitar, en cierto modo, la oxidación celular a la que nuestro cuerpo está "condenado" por defecto. Sin embargo, la incógnita sigue sin ser resuelta: ¿llegaremos a ser inmortales algún día? Lo descubrimos en Whaat!?. [Mira el capítulo anterior aquí: "Amor y sexo"].
Una esperanza de vida cada vez más alta
La realidad es que la naturaleza del ser humano está determinada para acabar en la muerte. Los científicos han identificado marcadores biológicos que indican que, a partir de cierta edad, el ADN inclina a la persona a ir cuesta abajo. Pero como especie que puede manipular su propia evolución, llevamos mucho tiempo alargando la vida de manera progresiva, exactamente un año o dos años por cada década. Gracias a la ciencia médica y los cuidados, en España la esperanza de vida es de 85,7 años en mujeres y 80,3 en hombres, por lo que no es raro ver personas que alcanzan el siglo de vida sin problemas.
Las críticas apuntan a que vivimos más tiempo del que nos corresponde y que estamos, de alguna manera, burlando las estadísticas y nuestra propia naturaleza. Pero la humanidad no desiste y sigue en busca del "elixir de la vida eterna". La inmortalidad humana es un campo de investigación muy vigente y se trabaja en varias líneas intentando alargar los telómeros, que son los extremos de los cromosomas, para evitar la oxidación celular, o lo que es lo mismo: la temida muerte. ¿Se logrará finalmente?
Vida digital después de fallecer
Aunque aún no se haya conseguido científicamente evitar esa oxidación celular, lo cierto es que existen planes para tu vida digital después de fallecer. Incluso algunas aplicaciones como Facebook ya tienen su "contacto de legado" (Legacy contact), que consiste en que una persona se pueda encargar por ti de mover tus redes sociales una vez hayas fallecido. De esa manera, pasarás a ser "inmortal" en el ámbito online y tu huella digital no tendría por qué desaparecer.
El documental Meeting You, emitido en una cadena de televisión coreana, MBC, cuenta la historia de una madre que pudo reencontrarse, gracias a técnicas de realidad aumentada, con un modelo en tres dimensiones de su hija de siete años fallecida debido a un trastorno de inmunodeficiencia. La niña fue replicada en tres dimensiones, se podía mover y hasta hablar, pues contaba con un sistema de voz, y la madre llevaba unos guantes sensitivos que permitían simular la sensación de roce al tocar al modelo en 3D.
Los animales inmortales
Hasta ahora, todo apunta a que el ser humano será la especie que más viva, pero hay animales que viven mucho más que nosotros, incluso son técnicamente inmortales. Es el caso del turritopsis nutricula, una pequeña medusa capaz de revertir su ciclo de vida y pasar de la edad adulta a un estado de pólipo inmaduro, su primera forma de vida. La conocida como "medusa inmortal", cuando ha completado su etapa adulta, es capaz de volver a su forma de pólipo, lo que la convierte en biológicamente inmortal. Esto ocurre gracias a su capacidad celular de transdiferenciación y actualmente los científicos estudian a este animal para descubrir cómo alargar nuestra propia vida.
La naturaleza también nos ofrece ejemplos sorprendentes de animales que consiguen "detener el tiempo" de diversas formas. Es el caso de los nematodos de Siberia, unos gusanos pequeños que llevaban 40.000 congelados y que, tras ese largo período de tiempo, volvieron a la vida. Es un caso real de crioconservación natural, animales que entran en un estado de latencia y pueden estar así muchísimo tiempo para después revivir. Otros animales, al margen de la turritopsis y los nematodos, son más longevos que nosotros. Por ejemplo, algunas tortugas y ballenas llegan a los 150 años y hay almejas que superan los 200, al igual que las esponjas gigantes, que pueden vivir miles de años.
Walt Disney y la famosa "criogenia"
La criogenización es un clásico y hay quien aún está esperando que Walt Disney resucite, pero la realidad es que el famoso cineasta no está congelado; de hecho, lo incineraron. Todo el mundo ha oído hablar de la "criogenia", pero, ¿en qué consiste realmente? Básicamente se trata de congelar el cuerpo a 196 grados bajo cero después de introducir ciertas sustancias en el organismo, con la esperanza de que la ciencia avance lo suficiente como para encontrar un tratamiento de las enfermedades que acabaron con la persona y revivirla para curarla.
Existen algunas empresas que lo hacen y tiene un coste de 30.000 euros, y aunque no se conozca el dato exacto, se estima que ya hay unos 400 cadáveres de personas de todo el mundo esperando su segunda oportunidad (y 200 mascotas). ¿Podrán volver estos seres vivos a la vida en un futuro? La verdad es que, hasta ahora, no hay ninguna evidencia de que sirva para nada, pues el daño celular sería irrecuperable tras la descongelación y no quedaría ni un solo tejido sin dañar.
Legalidad y manipulación genética
El ser humano lleva a cabo la ingeniería genética en los alimentos desde la prehistoria, seleccionando artificialmente las especies de cereales y domesticándolas para que resistan plagas, para que sean cosechas más grandes o para que no "se echen a perder" pronto, por ejemplo. Si bien la manipulación genética de alimentos parece estar a la orden del día, resulta que es una de las áreas científicas más protegidas.
Si solo para modificar experimentalmente el genoma de una planta hay que pasar miles de trámites y permisos, para trabajar los genes de animales ni digamos, y en personas, salvo contadas excepciones, está prohibido. Y los permisos para experimentar con simios son casi los mismos que para trabajar con humanos. Existe una legislación española y europea que regula el área de la manipulación genética: además de la normativa general civil, están las leyes específicas de cada Estado miembro y el Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina de la Unión Europea, entre otros. En el ámbito internacional, existe la Declaración Universal sobre el Genoma y Derechos Humanos de la ONU que prohíbe la clonación de humanos.
Pero la ciencia va más allá y en 2015 se produjo una revolución biomédica al descubrir una nueva técnica de manipulación genética: la llamada "CRISPR". Esta técnica permite la manipulación genética en embriones humanos y modificar el ADN de animales, plantas y microorganismos con una precisión extremadamente alta. No obstante, la "CRISPR" no está regulada en la Declaración de la ONU ni en la Organización Mundial de la Salud, en España también está prohibido su uso y todavía no hay normativa internacional al respecto.