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Maestros de la Costura

La noche perfecta de Lorenzo Caprile

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Lorenzo Caprile, feliz en Maestros de la Costura
Lorenzo Caprile, feliz en Maestros de la Costura

Hemos alcanzado la mitad de la cuarta edición de Maestros de la Costura con la despedida de Fermín y la repesca de Ancor. Vivimos una noche mágica en la que Lorenzo Caprile disfrutó al máximo por la maravillosa prueba de exteriores en el Teatro Real de Madrid, y en la que Raquel Sánchez Silva alzó la voz para poner orden en el taller.

Lluís fue uno de los protagonistas del programa, de hecho, vimos su mejor nivel hasta la fecha, siendo el mejor tanto en la prueba individual como en la prueba exterior, liderando a Laura y Javier para realizar la mejor prenda y librarse de la expulsión. Y así se lo reconoció Caprile, que por fin se deshizo en elogios hacia el trabajo de Lluís: “Me cuesta decírtelo, pero da gusto ver una prenda así. Enhorabuena”.

La gran amistad entre Lorenzo Caprile y Sandy Powel

Todos los aprendices se reunieron de nuevo a las puertas del prestigioso Teatro Real de Madrid para vivir una repesca emocionante y confeccionar los trajes más representativos de algunas funciones de la ópera. Elena, Álvaro, Laura, Nani y Ancor se enfundaron de nuevo los mandiles blancos para aprovechar esa últimaoportunidad que les devolviera al taller.

¡Bienvenidos a la repesca!

Para ilustrar el reto, Lorenzo Caprile invitó a su gran amiga Sandy Powel, la prestigiosa diseñadora de vestuario con tres Óscars en su carrera y nos deleitaron con algunas anécdotas que compartían: “En este Teatro Real, trabajé con ella como asistente en un Rigolletto maravilloso muy trasngresor”.

Por su parte, Sandy reconoció que Lorenzo es “el mejor diseñador de vestidos de novia del mundo” y nos sorprendieron con otra anécdota de altura: Caprile confeccionó, a la órdenes de Sandy, el vestido de novia de la boda de Leonardo Di Caprio en la película El lobo de Wall Street. Ambos diseñadores radiaban cariño y respeto mutuo y pudimos ver al Caprile más feliz, pero un poquito nervioso.

Caprile, emocionado ante la visita de su amiga Sandy Powell

Lorenzo Caprile se juega su reputación en el Teatro Real

Avisó desde el principio a los aprendices que con la prueba del Teatro Real se jugaba su reputación. Por haber trabajado allí en varios proyectos y por el gran nexo que hay entre la ópera y la costura.

Desde la sala Vergara, los aprendices que se jugaban la repesca se enfrentaban a una prueba llena de color. Tenían que diseñar el vestuario para uno de los personajes de 5 óperas diferentes, integrando las flores de la diseñadora Mariana Barturen.

Por otro lado, desde la sala Carlos III, el resto de aprendices tuvieron que confeccionar por equipos dos trajes que vestirían a mujeres de la alta burguesía del siglo XIX, todo un reto magistral de costura.

La prueba se desarrolló muy bien para todos, mejor incluso de lo esperado, y lo pudimos comprobar en los gestos de satisfacción de Caprile, que con una sonrisa de oreja a oreja, reconocía que los aprendices habían dejado a Maestros de la Costura a la altura que se merece: “Me habéis visto todos nervioso como creo que no he estado nunca, pero quiero que sepáis que estoy más que contento. A Sandy Powel le ha gustado mucho veros coser y se ha ido muy feliz".

Caprile se deshizo en elogios para Lluís

Además, Caprile también supo reconocer el gran trabajo de Lluís en la prueba por equipos. Era la primera vez que ejercía de jefe de taller, y la responsabilidad le vino de perlas. Organizó bien al grupo, repartió tareas, resolvió dudas, y asumió la parte más difícil del traje. Por todo ello, se llevó la felicitación que tanto buscaba: “Has sido un buen líder que ha dado soluciones en todo momento y además, has sido el mejor aprendiz de la prueba.”

Una velada redonda para Lorenzo Caprile en la que comprobó que el trabajo de los aprendices da sus frutos y en la que por fin reconoció el esfuerzo y talento de Lluís. Una lástima que éste tenga un ‘mal ganar’ y lo haya pagado con Gabriel.