Conocemos a los personajes de 'Acacias 38'
- Repasamos la lista de personajes que participan en la serie de La 1 tras el salto temporal a 1920
- 'Acacias 38', de lunes a viernes, a partir de las 18:15 en La 1 y rtve.es
La serie ‘Acacias 38’ lleva en la sobremesa de La 1 desde 2015. Casi seis años y más de 1400 capítulos emitidos, en los que la ficción ha hecho también un largo recorrido temporal interno. Desde el 1898 hasta el 1920 concretamente. A lo largo de las temporadas hemos visto cómo evolucionaba la España de principios del siglo XX a través de decenas de personajes, pues ‘Acacias 38’ es una serie coral que nos muestra el día a día de un barrio señorial a través de la perspectiva de todos sus vecinos, los ricos y los pobres.
En su temporada final la serie nos cuenta la vida de los vecinos cuando recién han empezado los años 20 del siglo XX. Tras un salto temporal de cinco años, la ficción se ha renovado y nuevos personajes habitan en el barrio.
Conoce a todos los personajes de ‘Acacias 38’.
Valeria y David
Un lustro ha transcurrido desde el trágico y sangriento atentado que segó o trastornó la existencia de señalados vecinos del barrio de Acacias. Muchas cosas han sucedido en este tiempo (muertes, nacimientos, una dura pandemia); pero el vecindario continúa en su sitio y la vida sigue adelante con fuerza. Entre sus habituales, vemos nuevos rostros que parecen integrados en su cotidianidad como si fueran uno más. Tal es el caso de la joven y hermosa Valeria Cárdenas (Roser Tapias), y su marido, David Expósito (Aleix Rengel).
Ambos son el matrimonio ideal a ojos de vecinos de toda la vida como Rosina o Bellita. Agraciados, dinámicos y rebosantes de simpatía que reparten por igual entre señores y criados. Aunque siempre hay quien recela de alguna nimiedad, como que nunca inviten a su casa, pese a la cordialidad con que se tratan con todo el mundo. O que carezcan de criada en su domicilio, cuando resulta evidente que son gentes de clase acomodada y no les falta dinero para costeársela.
Rodrigo Llul
Rodrigo (Gonzalo Ramos) es el verdadero marido de Valeria que llega a Acacias de la mano de Genoveva, tras realizar una laboriosa investigación para encontrarlo. Rodrigo huyó de España con el objetivo de ocultarse de Aurelio tras destruir una fórmula peligrosa que descubrió y que su conciencia no le permitió seguir adelante. Se deshizo de la fórmula y por accidente de los laboratorios. Su marcha fue tan repentina que no pudo llevarse con él a Valeria, a la que dejó una carta manuscrita que Aurelio manipuló para inventar una falsa amenaza y llevarse a Acacias con, como señuelo para la vuelta de su marido y la recuperación de la valiosa fórmula química.
Rodrigo es un hombre de buen corazón, enamorado hasta la médula de Valeria, sabe que dejo a merced de sus enemigos a Valeria y hará cualquier cosa para recuperarla hasta el punto de traicionar sus principios.
Aurelio y Genoveva
A quien nadie ha echado de menos en los últimos meses que llevan fuera del país es al acaudalado matrimonio formado por Genoveva (Clara Garrido) y Aurelio Quesada (Carlos de Austria). Pero los Quesada son puntuales como la desgracia y no tardan en regresar de un viaje a ultramar para asentarse en Acacias. Aurelio viene de enterrar a su padre, el difunto don Salustiano, de quien ha heredado una pingüe fortuna que se suma a la heredada de su difunta esposa Anabel Bacigalupe, otra trágica víctima de aquel atentado que cambió para siempre la vida del barrio. Aurelio recibe protocolario los pésames de los vecinos como si les hiciese un favor. Si siempre fue un hombre altivo, la riqueza sobrevenida familiar y la devenida de sus turbios negocios durante la guerra europea, le hacen andar ahora un palmo por encima del suelo y tratar como lacayos a los que antes se limitaba a mirar con suficiencia. Genoveva, por su lado, luce tan resplandeciente como siempre y continúa prodigando sonrisas, recibiendo los halagos y pleitesías de las señoras, que la admiran y temen a partes iguales, y de los criados, que la temen a secas.
Lolita y Ramón
Lolita (Rebeca Alemañy), aunque sigue intentando ser esa chica luminosa, sencilla y cariñosa de siempre, se ha curtido mucho en este tiempo. La procesión va por dentro y apenas ahora comienza a ver la luz, después de años de un duelo intenso, lento y muy doloroso. Lolita vive con el recuerdo de Antoñito tatuado en las pupilas, en la piel y en el corazón. Cuenta los días sin él, uno a uno, y tiene una especie de altar en casa en el que lo venera. Un sitio por el que Ramón evita pasar, pues los dos llevan el duelo por caminos opuestos.
En estos años, la convivencia ha sido más que difícil, puesto que Ramón (Juanma Navas) es ahora un hombre áspero, desagradable, descreído y de vuelta de todo. Si han seguido compartiendo casa ha sido porque Lolita no podía dejarlo solo. De alguna manera, su intención ha sido protegerlo... pero el empeño ha dejado hondas cicatrices.
Fidel
Fidel (Alejandro Sigüenza) es un hombre de buen ver y que ha disfrutado siempre de una posición acomodada. Ahora es subdirector de la Dirección General de Seguridad de la Policía y debajo de su impostada simpatía, se esconde una personalidad estricta y severa, modulada por las circunstancias. Su carácter frío y despiadado comenzó a forjarse cuando perdió a su mujer y a su hijo de cuatro años en el atentado de la calle Acacias, en el que también perdieron la vida Antoñito y Carmen. Este hecho le unirá a la familia Palacios donde encontrará consuelo en Lolita y en Ramón de distinta manera ya que a ambos les une el ansia de venganza, algo que Lolita no está dispuesta a tolerar.
Dori y Felipe
Felipe (Marc Parejo) sigue muy conmocionado cinco años después del atentado. Saca su dolor a gritos o en tremebundas pesadillas cada día, tras las cuáles se despierta enajenado, presa del pánico, fuera de sí. Cuando Gerardo empezó a trabajar como enfermero de Felipe se lo tomó como un reto, pero ha de decir que no tiene esperanzas y que no sabe si puede seguir soportándolo. Marina, otra víctima del atentado,se convierte en la salvación y presenta a Adoración Navarro, quien se presenta como Dori (Leonor Martín).
Dori es una enfermera que tiene buenas referencias y que, según cuenta Marina, sabe tratar estos casos. Será perfecta para Felipe. Dori es una mujer encantadora y dedicada a su trabajo, y muy paciente para soportar los desplantes de Felipe, quien al principio se mostrará bastante reacio a colaborar y dejarse cuidar por el hecho de ser mujer.
Bellita y Jose
La vida en casa de los Domínguez se ha estabilizado después de unos años convulsos y en los que se ha vivido a doscientos por hora. Bellita (Maria Gracia) sigue siendo una cantante de referencia, una gloria nacional, pero espacia más sus actuaciones y aprovecha esa aureola de mito y leyenda que la acompaña allá por donde se mueve. El número de conciertos que da ha disminuido notablemente, así como su producción discográfica; pero todos sus recitales se convierten en acontecimientos multitudinarios que, salvo contadísimas excepciones, suelen colgar el cartel de “no hay billetes”.
Este ritmo menor le permite seguir viviendo su perpetuo idilio con su Jose Domínguez (Manuel Bandera), un romance sin fin que va más allá de los sentimientos para convertirse en un amor eterno e indestructible. A la tranquilidad de espíritu del matrimonio contribuye el hecho de que Cinta – doblemente madre por estas fechas – ha consolidado una interesante carrera artística en Argentina y, aunque ni de lejos alcanza la popularidad de su madre, vive más que decentemente en el país sudamericano al lado de su marido Emilio Pasamar, convertido ahora en incipiente ganadero y a la espera de que el negocio arraigue.
Alodia e Ignacio
La vida de Alodia (Abril Montilla) ha sufrido una transformación radical en los últimos cinco años. De ser la criada de Bellita del Campo ha pasado a ser la esposa de un reputado médico... y no lo ha interiorizado demasiado bien, hasta el punto de que se ha convertido en la más señorona de todas las señoronas. Perdió a su hijo en un aborto natural, pero es algo que, aunque lo lleva muy anclado en su corazón, parece haber superado. Siempre hablando y presumiendo de su marido, que se ha convertido en un reputado doctor, ha adquirido un estatus que se le ha subido a la cabeza.
Por supuesto, apenas tiene trato con las que fueron sus amigas del servicio, que ven esta evolución con pena y que esperan y desean que sea reversible y poder en un futuro volver a tratar con la Alodia simpática, cercana y extrovertida que antaño fue. Incluso a sus antiguos señores les cuesta tratar con ella, y si no la mandan a freír espárragos es porque les une un vínculo familiar, el de Bellita con Ignacio (Marco Cáceres) que aparentemente ha sentado la cabeza (aunque la cabra siempre tira al monte).
Alodia gusta que la traten de doña, como corresponde a la esposa de un prestigioso galeno, y ni siquiera a su tía y a su tío político les exime de este tratamiento. Su carácter marimandón e insoportable ha hecho que por su domicilio circulen las criadas como los rebaños por los caminos; es decir, sin apenas detenerse. Ha despedido a unas cuantas por incompetentes, pero han sido más las que se han marchado por voluntad propia, hartas de sus vaivenes emocionales y de sus continuas quejas, la mayor parte de las veces absolutamente arbitrarias.
Rosina y Liberto
El paso del tiempo no hace mella en el amor que se profesan Rosina (Sandra Marchena) y Liberto (Jorge Pobes), que siguen queriéndose tanto y viviendo tan enamorados como siempre, pero las cosas han cambiado mucho para el matrimonio pues su economía ya no es tan boyante como antaño. Un corredor de bolsa les convención de que invirtieran sus ahorros en un valor seguro y las acciones se desplomaron de golpe. Rosina se sorprende mucho cuando su hermana Hortensia le anuncia por telegrama que su hija Azucena y ella llegarán dentro de unos días a la ciudad y han pensado instalarse en el 38.
Hortensia
Hortensia (Amaia Lizarralde) es la hermana mayor de Rosina que llega de visita sorpresa. Una digna Rubio: coqueta, cotilla como la que más, y criticona hasta decir basta, no ha estado nunca de acuerdo con que su hermana se casara con Liberto, para ella es un crio. Clasista y religiosa, no ve con buenos ojos que criados se junten con señores y marca mucho las distancias con los que ella considera que son inferiores.
Azucena
Azucena (Judith Fernández) es sobrina de Rosina que llega de visita sorpresa. Es una joven educada, formada y bella, que nada tiene que ver con las mujeres de su familia. Tiene una gran sensibilidad que le hace empatizar con aquellos que lo pasan mal. Se lleva especialmente bien con su tío Liberto, a quien a menudo proporciona la serenidad ausente en su casa desde la llegada de la mayor de los Rubio; y hace muy buenas migas con Casilda, a quien trata como una igual. Guillermo queda prendado de su personalidad cuando la ve por primera vez, pero Azucena, no quiere darle falsas esperanzas ya que está comprometida.
Inma, Guillermo y Pascual
Llegan de Valencia para hacerse cargo del restaurante. La nueva propietaria es la señora de unos sesenta años llamada Inma (Inma Snacho) que es tan dicharachera como campechana. Con ella llega su nieto Guillermo (Julio Peña) un simpático joven de unos veinte años que viene a estudiar Mecánica y Electricidad a la ciudad y, de paso, para echar una mano a su abuela.
Pascual (Octavi Pujades), el padre de Guillermo, aparece por sorpresa semanas después de abrir el restaurante en Acacias. Es un hombre elegante, de muy buena planta y tan serio como parco en palabras. Les cuenta que ha estado recorriendo Francia y el norte de Italia, pero no da ninguna explicación más. Es un hombre serio y desengañado de la vida desde que perdió a su esposa Amelia en un trágico accidente.
Llega a Acacias después de un largo viaje que hizo para llorar su pena con el fin de establecerse y regentar junto con su madre Inma y su hijo Guillermo la arrocería que adquirió con el propósito de iniciar una nueva vida. Su carácter está marcado por la tragedia, está cerrado al amor y está dispuesto a amargar la vida a Guillermo en este aspecto ya que se opone a que su hijo inicie cualquier tipo de relación sentimental. Es un hombre reservado y de difícil sonrisa, aunque de trato correcto con sus vecinos, entablará una relación con Liberto, con quien de vez en cuando dejará ver el hombre que fue en el pasado.
Fabiana y Servando
La vida de Servando (David V. Muro) y Fabiana (Inma Pérez-Quirós) se ha estabilizado después de haber contraído matrimonio de manera precipitada, aunque en realidad ya lo eran para casi todo. Su vida personal es un remanso de paz, algo a lo que ambos no consiguen acostumbrarse, pues echan de menos sus reniegos y sus peleonas, cosa que cada vez se espacia más. De alguna manera, Fabiana ha aceptado que la vagancia es el estado natural de su marido; y casi lo prefiere así porque cuando, al poco de casarse, se mostró activo, los resultados fueron catastróficos. En cualquier caso, las palabras de amor que se dedican no siempre surten el efecto deseado y el hecho de que Servando llame a Fabiana “castañita mía” en homenaje al fruto emblemático de su Naveros del Río natal es algo que exaspera a la señora de Gallo, sobre todo cuando pronuncia tan cariñoso epíteto en presencia de alguien.
Jacinto
Tras cinco años solo, Jacinto (Jona García) parece que se ha acostumbrado a su nueva vida sin el amor de su vida, Marcelina, que entró por voluntad propia en un convento. Su vida trascurre entre la portería y el kiosko y vivirá mil y una aventuras con su compadre, Servando.
Casilda
Casilda (Marita Zafra) recibirá con sorpresa la llegada de Hortensia y Azucena a la casa de Liberto y Rosina. La hermana de Rosina es clasista e impertinente y la pobre criada tendrá que hacer malabares con el poco dinero que la familia le dará para hacer la comida. La llegada de Marusiña será un soplo de aire fresco y juntas tejerán una gran amistad, al igual que con Luzdivina y Dori.
Marcelo
El desembarco de los Quesada en el principal presenta un elemento novedoso. Y es que con ellos llega don Marcelo Gaztañaga (Patxi Santamaría), el antiguo mayordomo del difunto don Salustiano. Un veterano sirviente que acompleja a todos los integrantes del altillo por su distinción y empaque, y al que se dirigirán siempre con el don por delante. Y es que también hay clases dentro del servicio. y el señor Gaztañaga pertenece a la aristocracia de los sirvientes y no dudará en dejarlo muy claro desde un principio. Elegante como un marqués y eficiente como una abeja obrera, el nuevo mayordomo de los Quesada es una caja de sorpresas, y no todas buenas.
Luzdivina
Luzdivina Suárez (Noelia Marló) es una joven tímida y responsable, que entra en casa de Aurelio y Genoveva como cocinera. Marcelo, el mayordomo, la elije entre las candidatas ya que percibe en ella algo especial.
Marusiña
Maruxiña Corrales (Isabel Garrido) es una joven fantasiosa que decidió abandonar su Galicia natal para trabajar en Acacias al servicio de Bellita. Para ella no puede existir familia mejor ni más salerosa a la que servir. Hacendosa y responsable, su capacidad de trabajo es tan grande como su elocuencia. No es insolente, pero tampoco sabe medir cuándo debe callar o no intervenir, sobre todo con Alodia, la esposa de Don Ignacio con la que rivaliza constantemente debido a su cambio de actitud cuando pasó de ser criada a señora de un médico.