Naia: el primer hallazgo humano del continente americano

• El 2007 fue hallado el esqueleto más antiguo del continente americano en el yacimiento arqueológico de Hoyo Negro.
• La joven a la que pertenece el esqueleto, bautizada como Naia, falleció entre los 15 y 17 años.
• El hallazgo de estos restos es una pieza clave para el estudio de la población indígena americana.
• Este jueves, "El Condensador de Fluzo" viaja a los descubrimientos que cambiaron la historia en La 2.

Restos del esqueleto humano de Naia

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Jueves, 25 de febrero a las 22h en La 2.

Naia: así fue bautizada la joven cuyo esqueleto es, a día de hoy, el más antiguo y completo descubierto en el continente americano. Se estima que este esqueleto humano, del que se logró recuperar la mitad incluyendo un cráneo intacto, ambos brazos y una pierna, tiene una antigüedad aproximada de 13.000 años.

El descubrimiento de Naia tuvo lugar en 2007 en el yacimiento arqueológico de Hoyo Negro, y fue realizado por los espeleobuzos Alejandro Álvarez, Alberto Nava y Franco Attolini, miembros del Proyecto Espeleológico Tulum. La cueva, situada en Quintana Roo (México), sufrió una inundación tras la última glaciación, hace unos 10.000 años.

Los detalles del hallazgo

En 2014, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México divulgó los primeros detalles sobre el hallazgo de esta joven, fallecida entre los 15 y 17 años al final del Pleistoceno. Los análisis genéticos revelaron su origen asiático, asociado probablemente a las poblaciones migratorias que llegaron a América desde Siberia. La exploración de Hoyo Negro supuso algo más que el hallazgo de Naia: junto al esqueleto se encontraron nada más y nada menos que los restos de 44 especies de animales, entre ellos un ocelote, un puma y perezosos gigantes.

En 2019, el equipo de investigación del Proyecto Hoyo Negro del INAH arrojó nuevos datos sobre Naia: antes de morir, la adolescente fue madre, aunque se desconoce cuánto antes de su fallecimiento. La joven, que medía poco más de metro y medio y pesaba 50 kilos, murió al caer en un agujero y fracturarse la pelvis. Su hallazgo y estudio es una pieza clave para confirmar el origen asiático de parte de los nativos contemporáneos del continente, y la relación entre los primeros pobladores y la evolución de la población indígena americana.

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