Hembras alfa: ¿qué especies de animales se rigen por ellas?
- Las hienas hembras refuerzan el mandato femenino de la manada generación tras generación, lo heredan
- La población suricata está compuesta por una hembra que rige sobre todos los demás
- Si quieres saber más curiosidades de animales, visita la web de Aquí la Tierra
Los animales que viven en conjuntos tienen, por costumbre, un líder que los guía, organiza y cuida. Se encarga de que todo vaya lo mejor posible y se le denomina ‘macho alfa’. Pero, no todos los animales siguen este patrón: en muchas especies quienes mandan son las hembras. ¿Cuál es su papel en la manada? Te lo contamos en Aquí la Tierra.
Bajo del mar
Son muchos los animales que cruzan los océanos en grupos de varios individuos. Muchos de ellos se corresponden con una jerarquización en donde las hembras marcan el ritmo, como es el caso de los delfines y las orcas.
Las crías de orcas llegan a estar décadas bajo la figura de su madre, pudiendo estar, incluso, durante toda la vida. Forman una estructura familiar muy unida. En el caso de las hembras delfines, para proteger a sus crías durante los primeros meses de estas, son capaces de crear grupos sociales en donde es más fácil cuidar y proteger a los pequeños de otros depredadores.
Mamíferos terrestres
Cuando hablamos de hembras dominantes en el mundo animal, seguramente la primera imagen que se te viene a la cabeza es la de las leonas. Y estarás en lo cierto: aunque de lejos, dada la figura tan imponente del león, parezca que son ellos los que mandan, nada más lejos de la realidad. Ellas son las que cazan, las que traen la comida, las que cuidan a los cachorros y las que consiguen que la manada permanezca unida.
Otros mamíferos de la sabana que tienen esta disposición son las hienas. Las hembras a menudo formarán coaliciones fuertes y protectoras con sus hijas, las cuales reforzarán el mandato femenino generación tras generación, tal y como nos cuenta el medio especializado National Geographic. Así, se aseguran de mantener el estatus dentro del propio clan. Los machos, lejos del papel reproductor, nos encuentran mucho más. Además, son los últimos en comer (si queda algo) y cuando alcanzan la madurez sexual tienen que abandonar el clan y buscar otro que los acoja.
Por otro lado, tenemos a los suricatas. Aunque parecen adorables y en nuestra mente tendemos a recrearlos como si fueran peluches vivientes, nada más se aleja de la realidad que esta imagen preconcebida. Su población está compuesta por una suricata que rige sobre todas las demás: es la que da a luz a la mayoría de los miembros del grupo y si otra hembra se queda preñada, puede llegar a expulsarla del grupo y matar sus cachorros.
Te seguimos contando curiosidades: los mamíferos más grandes del mundo, los elefantes, también siguen a una lideresa. Esta, suele ser la elefanta más vieja y con más experiencia del grupo (en algunas ocasiones es también la de mayor tamaño) y cuando una de las más jóvenes da a luz, todas se vuelcan con ella y la cría y a ella le enseñan a amamantar y al pequeño a andar, además de las plantas que podrá comer según vaya creciendo.
Más animales que siguen estos patrones matriarcales, por así decirlo, son los lémures, los pingüinos emperadores o los bonobos.
¿Qué pasa con los insectos y los arácnidos?
Estos también pueden regir sus poblaciones a través de una hembra alfa. Este es el claro ejemplo de las abejas y hormigas, quienes tienen a su reina: organiza todo el conjunto y es protegida por el resto.
Las mantis religiosas también deberán sonaros: su curioso comportamiento tras la cópula para la reproducción da un poco de miedo. Las hembras son más grandes que ellos y estas, arrancan la cabeza de sus cónyuges una vez haya sido depositado el esperma o, incluso, antes.
Los machos son capaces de moverse sin la cabeza. Aun así, este hecho está mucho más extendido de lo que realmente es: no siempre se da el caso de este canibalismo entre mantis.
Por último, algunos tipos de arañas también cuentan con una clara distinción entre hembras y machos. Aunque en muchos animales los más grandes y vistosos son ellos, en algunas ocasiones, en el caso de los arácnidos, no es para nada así: pueden llegar a ser hasta 12 veces mayores.