Las Sinsombrero estrena su tercer y último capítulo: 'El exilio'
- Intelectuales, vanguardistas, formaron parte de la modernización social y cultural de España en los años 20 y 30, aunque muchas de ellas han sido olvidadas
- Ya puedes ver Las Sinsombrero. El exilio, tercer y último episodio en A la Carta
El exilio partió por la mitad la historia de la literatura española y, con ella, las vidas de Las Sinsombrero. Tras el fin de la guerra en 1939, muchos se vieron obligados a huir de su país, arrancados de sus raíces y lanzados a un viaje con destino incierto. Entre ellos, gran parte de los artistas e intelectuales que se habían pronunciado en contra del fascismo. No tardaron en darse cuenta de que el camino que habían emprendido iba para largo.
Para las mujeres, el exilio supuso renunciar a las conquistas sociales, políticas y personales adquiridas en la España republicana. Despojadas de todo, muchas tuvieron que aceptar, resignadas, una vuelta silenciosa a la vieja disposición de sus roles femeninos. Pero no se dieron por vencidas. Poetas, artistas y escritoras que había formado parte de la generación del 27 siguieron creando con la esperanza de que algún día, a su regreso, su voz fuera de nuevo escuchada tras años olvidadas en los márgenes.
Tres generaciones más tarde, el documental El exilio -tercer capítulo de la serie Las sinsombrero- recupera la memoria de aquellas intelectuales que tuvieron que huir de su país para salvar sus vidas personales y profesionales. Un documental que puede verse en A la Carta en Imprescindibles que trae a la vida las historias de mujeres como Luisa Carnés, Mada Carreño, Margarita Nelken, Silvia Mistral, Victorina Durán, María Dolores Arana y Carlota O’Neill.
El tercer episodio de Las Sinsombrero cuenta además con una banda sonora excepcional a cargo de la cantante Sheila Blanco que, inspirada por la historia que descubrió en esta serie documental, dio forma al álbum-homenaje Cantando a las poetas del 27 (2019).
Luisa Carnés (1905-1964)
“Leer de todo, malo y bueno, siempre desde la más absoluta desorientación. [Así], y a través de innumerables autores y obras absurdas, ascendía hasta Cervantes, Dostoyevski, Tolstói (…)”, contó Carnés sobre su experiencia autodidacta. Esta escritora nació en Madrid, en 1905, y murió en México, en 1964, país al que se exilió tras la guerra. Mujer trabajadora, siempre hizo equilibrios entre la precariedad laboral y la producción literaria. Conciencia de clase, feminidad e independencia que se imprimen en su primera novela, Natacha (1928) con la que llamó la atención de la crítica literaria, y en Tea Rooms. Mujeres de clase obrera, considerada su obra magna. Relatos que estremecen hoy día por la manera en que, desde pasado, describe una realidad muy actual en 2021.
Mada Carreño (1914-2000)
Mada Carreño también puso rumbo a México. Esta madrileña fue una de las primeras mujeres periodistas de nuestro país. Empezó ejerciendo este oficio para el frente republicano y lo continúo en México, donde huyó junto a su marido, el escritor Eduardo Ontañón. Mada Carreño no volvió jamás a España. Rehízo su vida en México tras la muerte de su marido, siguió colaborando como periodista para diversos periódicos y revistas mexicanas y se mantuvo siempre activa en medios culturales y políticos. En 1941 fundó Ediciones Xóchitl, una de las primeras editoriales de refugiados españoles.
Margarita Nelken (1894-1968)
Nació en Madrid, pero su nacionalidad es un misterio. Su padre era alemán, su madre tenía la nacionalidad francesa y tenía ascendencia judía. Lo cierto es que gozó de una formación cultura excepcional y su periodo de estudios en París la hizo codearse con personalidades como Diego Rivera, Rodin, Manuel de Falla y, más tarde en España, con Ramón y Cajal o Pérez Galdós. Ella fue la primera en traducir al castellano a Kafka. Librepensadora y muy talentosa, fue autora de un tratado pionero sobre el feminismo: La condición social de la mujer en España. Años más tarde, el triunfo del Frente Popular y la persecución sufrida le llevaría a huir a un exilio en Francia y México con su marido e hija.
Silvia Mistral (1914-2004)
Nadie retrató el éxodo español como ella. Refugiada en un pueblo minero en el Gard (Francia) y, más tarde, en México, sus letras plasmaron el drama del exilio y la visión desolada de los campos de acogida europeos en el libro Éxodo. Diario de una refugiada española. “Como bestias, tras los alambres, los españoles, sin mantas, sin comida, sin sol; heridos, moribundos, son lanzados al desierto de arena. Un poco de paja sobre ella, sería un lujo. Las órdenes son feroces. Dan una lata de sardinas, cada veinticuatro horas, para quince personas. Dos o tres niños se mueren cada día”, así describió los campos de refugiados en 1939.
Victorina Durán (1899-1993)
El estallido de la Guerra Civil frenó una prometedora carrera en el mundo teatral, pero no la paralizaría. Esta escenógrafa, pintora, escritora y diseñadora de vestuario coincidió con Dalí durante sus estudios de Bellas Artes y más adelante con intelectuales del momento como Valle Inclán o Maruja Mallo. Con ellos, empieza a frecuentar las tertulias culturales y frecuenta reuniones con mujeres como Elena Fortún, Matilde Ras o Victoria Kent con las que se abre al mundo artístico del momento y al amor libre. Pero tras el asesinato de Lorca sintió miedo y decide poner rumbo a Argentina. En Buenos Aires es recibida por Margarita Xirgu que le escribe una carta ofreciéndole un contrato de trabajo durante 3 meses para la obra de Bodas de Sangre. Nunca pensó que iban a quedarse allí durante 25 años.
María Dolores Arana (1910-1999)
Maria Dolores Arana nace en 1910, en Zumaya, y empieza a escribir poesía para revistas culturales. En 1935 publica Canciones en azul. Pero esos inicios poéticos se cortan radicalmente cuando empieza la Guerra Civil. Arana toma partido por la República desde el aspecto más intelectual. Durante la guerra pronto conoce al que será su compañero sentimental, Juan Ruiz Borau, más conocido por Jose Ramón Arana y juntos emprenden un difícil viaje hacia el exilio en México.
Carlota O'Neill (1905-2000)
Carlota O'Neill fue una intelectual y una transgresora de las normas establecidas para las mujeres de principio del siglo XIX. Rechazó su papel de ama de casa y luchó por adentrarse en el mundo masculino. Deseaba acceder al mercado laboral, a la cultura y al conocimiento. En los años 30, escribe teatro, novelas, relatos, artículos de prensa, biografías… Intelectual republicana radicaliza su compromiso social, ingresa en el Partido Comunista y se embarca en el Teatro Proletario. Tras su paso varios años por la cárcel, reside en Barcelona y sobrevive escribiendo una docena de libros bajo seudónimo. Se exilia a Venezuela y más tarde a México donde vivirá hasta su muerte.