Papel y mandarinas: ¿por qué los cítricos van envueltos?

• El bonito papel que envuelve los cítricos ¿tiene alguna función?
• Se llama papel de seda o servilleta y empezó a usarse a finales del siglo XIX
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¿Por qué se envuelven las naranjas y no las manzanas?

Llegas a la frutería y allí están ellas: los más bien vestidos, junto a las peras que llevan un birrete rojo. Hablamos de las mandarinas, limones y hasta naranjas envueltos en ese peculiar papel de seda estampado con la marca del productor. Pero, ¿para qué sirve?

Las teorías y la verdad

Papel de naranjas valencianas Miguel Sánchez

Vistosos lo son un rato. Esos papeles hacen que la fruta sobresalga. Y estamos seguros de que alguien los colecciona. ¿Será una estrategia de márketing por parte de los productores de cítricos?

¿O tal vez intentan ocultar defectos de la fruta? Muchas personas piensan que es todo lo contrario: las frutas que llevan el papel son mejores que las que no lo llevan, incluso que las de su misma caja.

Papel de cítricos alemán Miguel Sánchez

También cabría pensar que ese papel protege de alguna manera: al evitar que la piel del cítrico esté en contacto directo con el aire y rozando con otros frutas, tal vez ayude a que se conserve mejor, habrán pensado algunos.

Pero no es así. Tal y como nos cuenta el agrónomo Fran Ruiz, “la llamada ‘servilleta’ o papel de seda solamente tiene una función decorativa o distintiva de la marca del producto”.

¿Conoces a alguien que coleccione papel de cítricos? Miguel Sánchez

“No contribuye a la conservación de la fruta, puesto que tiene una permeabilidad máxima al aire, es decir, no evita pérdida de peso por transpiración. Para eso ya están los agentes de recubrimiento o ceras (carnaúba, cera de abejas o polietileno), que se les aplica a los cítricos como tratamiento postcosecha”.

Brevísima historia de los cítricos envueltos

Ahora que ya hemos salido de dudas, hagámonos otra pregunta: ¿desde cuándo se envuelven los cítricos de esta forma? Miguel Sánchez, que ha investigado sobre los papeles de fruta, calcula que empezaron a usarse en diciembre de 1826, sin ningún estampado en aquel momento. “Tenían la función de proteger, disimular los defectos de la piel y conservar (el papel de seda también evitaba que un fruto podrido dañase a los de al lado)”.

Con el inicio de la exportación de naranjas dos décadas más tarde, añade, el papel se empleó con dos funciones: para diferenciar a las empresas exportadoras y para envolver todas y cada una de las frutas con tal de evitar roces durante el transporte. Su alto precio, como era de esperar, las convertía en un mordisco lujoso. Las impresiones en los papeles las dotarían de un plus de elegancia desde los inicios del siglo XX.

Un original y vistoso papel para cítricos Miguel Sánchez

Actualmente, cuenta Sánchez, se utilizan tres tipos de papel de seda: sufito, alisado y supercalandrado, de menor a mayor calidad. Y pese a que el uso de estos papeles sigue vigente, no queda ningún fabricante de papel de seda en España, y aunque sí timbradores artesanal que los estampan.

“Los primeros papeles españoles que se fabricaban eran curiosos, divertidos, vistosos, litografías de lo más variopinto y con motivos naturales y de ciencia ficción para todos los gustos”. ¡Ojalá vuelvan aquellos diseños!