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Atlas de lo pequeño

La fantasía románica de Santa Coloma

  • La cabecera de la ermita de Albendiego (siglo XII) conserva un conjunto de celosías mudéjares único
  • Está situada a unos 400 metros del pueblo y, pese a todo, es la seña de identidad de Albendiego
  • ''Es una pena que no se conozca y no se dé el reconocimiento que se merece'', te lo contamos en España Directo

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España Directo - El tesoro de la ermita

El día amanece gris y frío, casi invernal. La chopera que flanquea la ermita todavía está desnuda de hojas, pero igualmente el entorno de Santa Coloma brilla con luz propia. Y no es una frase hecha. La cabecera de la iglesia de Albendiego (siglo XII) es el mejor ejemplo de románico ruralde la provincia de Guadalajara, quizá de toda España.

Tiene una celosía mudéjar en piedra que es pura fantasía, con detalles florales y geométricos que aparecen en claroscuro desde el interior. En la ventana de uno de los absidiolos hay una estrella de ocho puntas, posible herencia de la Orden de San Juan. En realidad, no se sabe mucho del pasado de Santa Coloma, no hay mucha documentación, lo que contribuye a agrandar ese halo de misterio que rodea esta ermita solitaria.

Parte trasera de Santa Coloma
Parte trasera de Santa Coloma

 Ramón Suárez Guerrero

Está situada a unos 400 metros del pueblo y, pese a todo, es la seña de identidad de Albendiego. Para poder verla por dentro, hay que entrar en el bar municipal, a punto de reabrir después de cambiar de manos. Hugo y Verónica son los amos de llaves. “Cuando nos las piden, lo apuntamos en una hoja. Tenemos que llevar un control”, explica Hugo. Teniendo tan a mano semejante joya románica, los vecinos del pueblo también la disfrutan. “Es una pasada pasear por allí, al lado del río, escuchando el sonido de los pájaros”, detalla.

Es un lugar idílico y tiene su figura de protección. Para Juan Pablo, agente medioambiental de la Junta de Comunidades de Castilla, es una preciosa oficina de trabajo. La administración tiene que dar permiso para cualquier actuación que se haga en el entorno de la iglesia. “Este es un chopo centenario. Tenía la tronca hueca y se taló para evitar el peligro, que cayera en el acceso a Santa Coloma, por donde pasa mucha gente”, explica mientras señala el tocón del árbol.

Cuesta creerlo, pero la ermita de Santa Coloma. “Antes no se daba valor al patrimonio”. Lo recuerda bien uno de los pocos vecinos de toda la vida que quedan en Albendiego. “Cuando era niño, esta iglesia estaba casi en el suelo, abandonada. Yo hice la Comunión en la iglesia de arriba”. Santa Coloma se rehabilitó, detalla Jacinto, en los años 80. “Arreglaron el tejado y la espadaña”, situada en la ampliación del siglo XV.

Santa Coloma a vista de dron
Santa Coloma a vista de dron

 David Ubeda

Hoy la ermita es un reclamo turístico. Raquel viene de Albacete. Ha decidido viajar, a pesar de la pandemia. “Queríamos aprovechar que se podía salir para cambiar de aires”, cuenta. ¿Conocías la iglesia de Santa Coloma? “No, no. Nos la ha recomendado la propietaria de la casa rural donde nos hemos alojado”. ¿Y hace honor a su fama? “Sí, sí, sí. Es preciosa, es preciosa. Es una pena que no se conozca y no se dé la publicidad que se merece”, añade.

Solitaria y retirada, la iglesia de Santa Coloma es, por los siglos de los siglos, una bella desconocida.

El paisaje

La iglesia de Santa Coloma se sitúa en la Sierra Norte de Guadalajara y está incluida en la ruta del románico rural de la zona. Es un rincón agreste, donde la tierra rojiza toma forma de templo y también de las casas. Albendiego, el pueblo de 35 vecinos al que pertenece, también conserva muestras de arquitectura tradicional de color rojo.

Cuaderno de rodaje

Juan Pablo, el agente medioambiental, apareció de repente en el camino que lleva a la ermita. Tenía que elaborar una lista de los chopos que se pueden cortar en el entorno de Santa Coloma y acabó participando en el reportaje para aportar la visión ‘verde’ de la historia.