Alarma en el Reino Unido por el aspecto del duque de Edimburgo tras salir del hospital
- El esposo de la reina Isabel II recibe el alta a sus 99 años después de someterse a una operación cardíaca
- 28 días hospitalizado, mientras la familia real británica vive su peor época
- Buckingham Palace responde a Meghan Markle y el príncipe Harry
Por fin buenas noticias para la Casa Real Británica. El duque de Edimburgo, esposo de la Reina Isabel II, ha recibido el alta médica. Tras 28 días ingresado, el príncipe Felipe acaba de abandonar el hospital privado King Edward VII, en el centro de Londres.
Lo ha hecho en un coche privado, después de que decenas de agentes de Policía bloqueasen las calles adyacentes para preparar la salida del convoy en el que viaja el consorte de la reina. El monarca ha sido fotografiado por los medios que esperaban su salida. A pesar de haber conseguido el alta médica, preocupa su aspecto físico deteriorado.
El príncipe Felipe fue hospitalizado el pasado 16 de febrero para tratarse por una infección y dos semanas más tarde fue trasladado al centro médico de St Bartholomew, también en la capital británica, donde permaneció varios días para ser operado con éxito de un problema cardíaco.
Esta es la ocasión en la que más tiempo ha permanecido ingresado, de ahí la preocupación por su estado de salud. Aunque no están siendo semanas fáciles para la Reina Isabel II, ahora cuenta con el apoyo de su marido, que terminará de recuperarse en casa, al lado de los suyos.
Semanas difíciles para la monarquía británica
Durante el tiempo que el duque de Edimburgo permaneció ingresado, la Casa Real Británica se ha convertido en foco mediático por sus problemas familiares tras la entrevista ofrecida por el príncipe Harry y Meghan Markle. Los duques de Sussex denunciaron un supuesto trato discriminatorio hacia su hijo por cuestiones racistas. Markle confesó a Oprah que durante su primer embarazo hubo miembros de la familia real británica que le trasladaron al príncipe Harry sus "preocupaciones" por "el color de piel que tendría Archie", dado que ella es mestiza y con raíces afroamericanas.
La famila real emitió entonces un breve comunicado: "Toda la familia se entristece al saber lo desafiantes que han sido los últimos años para Harry y Meghan. Las cuestiones planteadas, en particular la raza, son preocupantes".
Fue el príncipe Guillermo el primero en contestar a la prensa. "No somos una familia racista", dijo el duque de Cambrigde. Además, reconoció que todavía no había hablado con su hermano, pero que lo hará.
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