Cómo hacer caldo en menos de 10 minutos
- ¿Una receta te pide caldo y no tienes? Sigue uno de estos 4 consejos para hacer caldo rápido
- No desperdicies los jugos que quedan al fondo de la sartén o la bandeja de horno. ¡Añade agua y tienes caldo!
- Y si tienes tiempo, anímate a hacer alguna de las recetas de caldo que encontrarás en el Buscador de Cocina RTVE
¿Qué es lo peor que te puede pasar mientras cocinas? Que quieras hacer una receta, necesites caldo… ¡y no tengas! Pero, tranqui, porque en Bestial! tenemos trucos para todo y vamos a darte unas cuantas ideas para hacer caldos súper rápido.
Ingredientes deshidratados
Las setas, el té verde, los mix de verduras deshidratadas, los tomates secos y las algas son tus mejores amigos. Y si contamos como deshidratados las especies y los frutos secos triturados, tendremos un plus de sabor. En serio: prueba a añadir unos cuantos deshidratados en agua caliente, pégale un buen hervor durante 10 minutos y nos cuentas.
Fondos de sartén, cazuela y horno
En el batch cooking de esta semana has hecho una pedazo bandeja de verduras al horno que te ha alimentado de lunes a viernes. Y te puede alimentar todavía unos días más. ¿Ves todos esos jugos caramelizados que han quedado en la bandeja? ¡Ni se te ocurra echarle detergente! En lugar de eso, hierve un poco de agua, échasela por encima para desincrustarlos y ya tienes un caldo de verduras rápido, profundo y sabroso. Lo mismo vale para cazuelas o sartenes donde hayas cocinado algo rico y queden jugos o salsas que se puedan recuperar. Recuerda: puedes emplearlos tal cual, usarlos como base y tunearlos e incluso alargarlos con más agua caliente si están demasiado potentes.
Reaprovechamiento
Esta se ha puesto muy de moda y no nos podemos alegrar más. Se trata de ir haciendo como un hormiguita: ahora guardas las partes más verdes de una cebolleta, ahora las mondas y hojas de una zanahoria, los culos de los ajos, la piel de una calabaza, los huesos del pollo al ast del otro día o del churrasco, el caldo que sobró de cocer garbanzos. Pero en lugar de guardarlo en tu nido, como las hormigas, lo vas guardando en una bolsa o en un tupper en el congelador. Y cuando necesites hacer un caldo… ¡tachán! Ahí estarán tus restos de reaprovechamiento esperándote, listos para usar.
Miso
Este es tal vez el más fácil de todos los trucos para hacer un caldo rápido. Tan fácil, pero tan y tan rico. El miso es un fermentado japonés a base de habas de soja y hongo koji que tiene un saborazo brutal. Tal es su potencia que solamente con una cucharada de miso y agua caliente (nunca hirviendo, ya que si hierve puede desprender un sabor ligeramente amargo) tienes un caldo magnífico que tomar tal cual como sopa o que añadir a alguna preparación. Mira cómo usa Gipsy Chef el miso artesanal de Ma! Condiments en la receta de Lentejas Delhi (¡dice que le recuerda al sabor de la morcilla!).