De Rafael a Rappel, la historia del hombre que lee en las estrellas y al que aman las estrellas
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"Nací en Madrid, en el seno de una familia de comerciantes relacionados con la moda y soy el mayor de tres hermanos", así comienza a describirse Rappel en su página web. Y ya desde el principio da pistas de cómo fueron sus inicios en el mundo de la farándula. Es el vidente más famoso, pero pocos saben que su carrera profesional empezó en un mundo muy distinto. Rafael Francisco Payá Pinilla nació el 20 de agosto de 1945 y desde muy joven sintió que seguiría los pasos de su padre y abuelo, que tenían un exclusivo negocio de telas exquisitas que llegó a contar con la financiación de Cristóbal Balenciaga. Con esos tejidos se vestían las mujeres más elegantes de Madrid y un jovencito Rafael se codeaba con la alta sociedad cuando tenía tan solo 15 años. "He tenido cambios muy drásticos en la vida: saqué mi título de profesor de francés por la Universidad de la Sorbona pero nunca ejercí", dice.
Clientas muy elegantes y famosas
Con el apoyo de sus fabulosas clientas, la familia abrió una tienda de costura en el barrio de Salamanca. Fue en 1962 y nueve años después, cuando tenía 26 años, abrió su propia casa de alta costura. El éxito fue inmediato y tuvo una legión de fieles clientas entre las que estaban mujeres tan 'importantes' como doña María de las Mercedes, condesa de Barcelona, y Carmen Polo, e incluso la emperatriz Soraya y una jovencita Carmen Cervera. "Fui modisto de alta costura durante 22 años, revolucionando la moda con los desfiles bailando al son de la música", cuenta en su biografía.
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Casado con Luisa Chaverri
Su intensa vida está llena de anécdotas, curiosidades y secretos. Las andanzas de Rapell, lo que cuenta y lo que calla darían para un libro, una película o incluso una serie de televisión, al más puro estilo de 'Cuéntame'. Poca gente sabe que en 1971 se casó con Luisa Chaverri y que tiene tres hijos (dos hijas y un hijo) y un nieto, Marcos. Siempre ha sido un poco celoso de su vida privada pero nunca le ha molestado que le pregunten por su familia, al contrario. Rappel siempre fue un personaje de crónica social, pero curiosamente nunca ha comercializado con su vida.
Su color favorito es el morado porque significa seguridad, poder y riqueza. Todo es morado en su dormitorio, desde las paredes a la ropa de la cama. Pero no es esto lo que llama la atención de la estancia porque todo el protagonismo se lo lleva su armario. De sus perchas cuelgan sus famosas túnicas, solo una pequeña colección, porque la gran mayoría, unas dos mil, las guarda en una nave industrial.
El vidente de las famosas
Pero... ¿quién no conoce a Rappel? La fama le llegó primero de la moda pero, y en todas las buenas historias siempre hay un 'pero', esto iba a cambiar. El destino siempre caprichoso le tenía preparado otro camino: predecir el futuro. Sus primeras clientas eran las clientas de su tienda y su fama como vidente creció tanto que llegó a conocer los secretos de gente como Franco, La Pasionaria, Severo Ochoa, Christina Onassis. .. Se ha movido como pez en el agua en el mundo del famoseo, estuvo en la boda de Lolita, y llegó a ser el director de Relaciones Públicas de la icónica sala de fiestas Florida Park de Madrid.
La televisión siempre le ha gustado, y él ha gustado a la televisión, que le ha visto siempre como un personaje con imán para el gran público. Su forma de vestir llama poderosamente la atención pero también sus historias con todos los famosos que ha conocido y conoce. Es un invitado recurrente en programas de 'corazón', como Lazos de sangre, de TVE, en los que cuenta las historia en primera persona, como la boda de Lolita Flores y Guillermo Furisane, a la que fue como invitado.
Una vida en la televisión
En televisión comenzó, curiosamente, en programas infantiles con la gran María Luisa Seco, cuando TVE hacía 'magia' desde el centro de Paseo de la Habana, donde años más tarde Ana Obregón y Ramón García hacían el Qué apostamos, y donde se grabó el especial de Rocío Jurado, meses antes de morir la cantante de Chipiona. Y en ambos programas estuvo Rappel, como invitado y como amigo.
Pero no solo ha hecho televisión, Rappel ha trabajado en la radio y ha escrito varios libros, entre ellos, 'Mis vírgenes favoritas', 'La fortuna de los sueños' y 'Los santos nos aguardan', del que se hicieron setenta ediciones y se tradujo al italiano. Y, cómo no, tiene una pequeña carrera como actor y ha participado obras de teatro y series de televisión. Es uno de los rostros más conocidos y queridos, un famoso rodeado siempre de famosos. Entre sus íntimas amistadas suenan nombres como Lola Flores, Rocío Jurado, Carmen Sevilla, Paquita Rico, Gunilla Von Bismarck, Raffaella Carrá, Paloma San Basilio, María Dolores Pradera... "Para mí no son artistas, son mis hermanas", ha dicho siempre.
Una anecdota con Cristina Onassis
Conoció a Cristina Onassis y a Liz Taylor, de la que siempre cuenta una bonita anécdota. "Yo tendría 22 o 23 años cuando me la presentó Coco Chanel en París. Mi padre y yo Íbamos a comprar telas y cuando estaba a punto de empezar el desfile aparecieron Elizabeth Taylor y Richard Burton, que entonces era su marido. Se sentó a mi lado en el desfile y la llamó la atención que fuera tan joven. Estuvimos hablando y le dije que había trabajado con Balenciaga, que había sido como un hermano para mi abuelo. Ella, impresionada, me dijo: ¿Pero qué dices? ¿Has trabajado con el Maestro? Le conté que mis padres tenían un negocio de telas y que en el piso de arriba quería abrir mi propia casa de modas. Me dijo que iría a Madrid a visitarme, pero nunca lo hizo". Pero eso, seguramente, él ya lo sabía.