La policía advierte que la piña en la pizza puede funcionar pero tu mascarilla en la barbilla nunca
- Explicamos qué tiene que ver la pizza hawaiana y las mascarillas para protegerte de la COVID19
- Un tuit de la policía de Bombay ha encendido el debate sobre la famosa pizza con piña
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Sí, sí, ya sabemos que el eterno debate de la piña en la pizza está demasiado sobado a estas alturas de la vida, pero este post de la policía de Bombay era demasiado bueno para dejarlo pasar:
““
"La piña en la pizza podría llegar a funcionar, pero la mascarilla en la barbilla es definitivamente una combinación insegura.
¡Uno de estos 'combos' puede ser peligroso para ti!
#LaMascarillaEsNecesaria#MascarillaYCaraElMejorCombo"
Creo que, después de años de guerra entre los ProPiña y los AntiPiña los habitantes del mundo hemos llegado al consenso de que estamos aburridos del tema, que cada uno haga lo que quiera mientras le dejen comer su pizza en paz. Tenemos enemigos comunes contra los que aliarnos, por ejemplo, LA GENTE QUE LLEVA SIEMPRE LA MASCARILLA CON LA NARIZ ASOMADA COMO LA TEJAVANA DE UNA CASA.
Supongo que es lo bueno de la pandemia, que nos ayuda a poner en perspectiva ciertas cosas para centrarnos en lo importante: odiar a las personas que llevan la mascarilla mal puesta. ¿Para qué llevas la mascarilla en la barbilla, alma de cántaro? ¿Para taparte la papada? ¿Para no pillar frío? ¿Puedes ponerte la mascarilla en su sitio correspondiente, tapando nariz y boca, y ponerte una bufandita si te molesta enseñar el cuello?
Una vez aclarado el tema de las mascarillas podemos retomar lo de la pizza en la piña, esta vez no en forma de batalla campal twittera, sino de forma constructiva e ilustrativa.
¿Cuál es el origen de la pizza hawaiana?
Como en el caso de la ensaladilla rusa, que de rusa no tiene nada, la pizza hawaiana no nació en la famosa isla. De hecho todo pasó mucho más al norte, en Canadá, y fue invención nada más ni nada menos que de un inmigrante griego. Sí, ya sé que no te veías venir este plot twist. Tranqui, que yo tampoco.
Resulta que a mediados del siglo XX llegaron unos 100.000 migrantes griegos al país del arce. Allí abrieron sus propios negocios, muchos de ellos enfocados a la hostelería. Uno de estos jóvenes fue Sam Panopulos, el inventor de la polémica pizza hawaiana. Panopoulos llegó a Canadá en 1954, previa paradita en Nápoles (paradita que cambió el rumbo de la historia de la gastronomía) y allí probó la pizza por primera vez. Tras cruzar el charco se enteró de que la pizza que recientemente había descubierto no había aterrizado en tierras canadienses: había que cruzar la frontera a Estados Unidos hasta Detroit para degustarla. Era todavía un plato exótico y raro.
Su gran suerte: nadie conocía la pizza en Canadá
Panopoulos jugaba con una incalculable ventaja: la falta de tradición pizzera en Canadá hacía que no hubiera normas ni nadie a quien ofender con sus experimentos. Primero empezó a combinar platos de la cocina canadiense con la gastronomía china y la pizza. Abrió con su hermano un diner llamado Satellite Restaurant, y buscando romper con los las cartas eternamente repetitivas de estos locales apostó en primera instancia por lo asiático hasta asentarse en la pizza, al principio de forma básica, con champiñones de lata, queso, beicon y poca cosa más. Luego nuestro Panopoulos se puso "inventón".
“La pizza hawaiana se inventó en Canadá por un hombre griego.
Se sintió inspirado en poner un ingrediente sudamericano es un plato italiano tras probar la comida china… y después se convirtió en el tipo de pizza más popular de Australia”
Tenemos que recordar que en los 50 la moda tiki arrasaba en Estados Unidos, que compartían con Canadá aquella fascinación por Hawaii como paraíso aspiracional de cócteles y playa. De pronto la fruta tropical enlatada, especialmente la piña, estaba en las despensas de medio mundo. Así que un día nuestro amigo griego se levantó juguetón y decidió aplicar el concepto agridulce propio de la comida china. Hizo una pizza de jamón y queso y, después de escurrirla con cuidado, le añadió los trocitos de piña en almíbar. Era 1962, acababa de nacer la pizza hawaiana.
Aunque hay haters y lovers de esta combinación, dice la ciencia que la combinación de dulce y salado suele ser siempre una buena apuesta. Se han realizado análisis químicos que dicen que la piña es un gran maridaje para carnes, tomate y quesos, motivo por el cual un plato muy similar a la pizza hawaiana, la tostada hawai, se popularizó a gran velocidad en Suiza y Alemania. Si hay que elegir, lo suyo es hacer estos platos siempre con piña fresca, pero recordemos que la pizza hawaiana original nació de una lata de piña en conserva.