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Días de silencio y rosas

Antonio Chamorro, la ciencia olvidada

Por
Antonio Chamorro en 'Imprescindibles' de La 2
Antonio Chamorro en 'Imprescindibles' de La 2

La historia de Antonio Chamorro (1903 - 2003) es la de una vida marcada por el exilio, la ciencia y el amor. Como tantos otros intelectuales, músicos o escritores de nuestro país, el golpe de Estado de 1936 obligó a Chamorro a quedarse huérfano de patria para huir de la barbarie y las ruinas de la guerra. Su figura de relevancia dentro de la UGT, a principios de los años 30, y su militancia en las Juventudes Socialistas, le convirtieron en un objetivo para el régimen y no tuvo más remedio que huir de su país.

Buscado y perseguido por la Gestapo durante la Guerra Civil, Chamorro marchó a Francia donde salvó su vida gracias a su incorporación en el Instituto Pasteur. Allí trabajó oculto durante 35 años, trabajando incansable por las noches, y terminó siendo reconocido como investigador de primer orden mundial en su especialidad de estudios sobre las hormonas, el cáncer y la fertilidad femenina. Unos éxitos profesionales que alcanzó gracias al apoyo, años antes, de su mentor el doctor Alejandro Otero, pionero en la lucha contra la tuberculosis.

Antonio Chamorro

Un laboratorio nocturno

En su trabajo y en la parte más íntima de su vida se adentra el documental La ciencia olvidada. Días de silencio y rosas (2020), que puede verse en el A la Carta de Imprescindibles de La 2. Una evocación de la vida en el exilio de Antonio Chamorro Daza que rescata no sólo su brillante carrera como científico, sino también una vida llena de misiones que cumplir, donde el silencio, el miedo, el riesgo, la pasión, el amor, los viajes, la política y la cultura formaban parte de esta.

Antonio Chamorro en el laboratorio

Antonio Chamorro en el laboratorio

La ciencia olvidada está guiado por la voz de Andrée Jacob, la gran compañera de vida de Chamorro. Ella va trazando el relato para el espectador en el recorrido de su vida. Aunque nunca vivieron juntos, ella anotaba diariamente lo que hacían, los restaurantes que frecuentaban en el bohemio barrio Montmartre, o en Juan-les-Pins, la ciudad de la Costa Azul donde pasaban temporadas de vacaciones, sus viajes, las exposiciones que visitaban, las películas que veían, las amistades que mantenían… Así sabemos que Antonio era un lector infatigable, que amaban la cultura y admiraban a Picasso.

Antonio Chamorro y Andrée Jacob en Versalles

Antonio Chamorro y Andrée Jacob en Versalles

Un relato íntimo contado por quién más le quiso

Con guion original de Ana García Martínez, la película visita los espacios de su vida en una vida marcada por los silencios y el miedo que siempre le acechó. Un terror que le hacía pasar noches encerrado en su laboratorio de París durante las redadas de la Gestapo y que le hizo postergar su vuelta a Granada hasta 1980. Cuando por fin regresó, quiso visitar las tapias del cementerio donde habían ejecutado a muchos de sus colegas y amigos. Allí trató, como narra este documental, que esparcieran sus cenizas. Unos restos que hoy reposan en camposanto granadino y que fue un simbolo de solidaridad con sus compañeros fusilados en la Guerra.

Gracias a sus estudios totalmente innovadores y referentes para nuestra época, Chamorro recibió, entre otros, el premio Monthuse-Méniére por la Academia Nacional de Francia en 1952. Personaje enérgico y lúcido hasta el fin de sus días, Antonio fue, sin embargo, injustamente olvidado en nuestro país. Este documental trata de remendar el silencio sobre su vida y rescatar a uno de los investigadores más relevantes en la historia de la medicina.

Antonio Chamorro con su familia en Francia

Antonio Chamorro con su familia en Francia