André Leon Talley, el Rey León de la moda, lanza sus 'jugosas' memorias. Y sí, habla de Anna Wintour
- "En las trincheras de la moda' recoge las vivencias en París y Nueva York de un hombre que se ha convertido en leyenda
- El libro es un viaje a un pasado glorioso. "Somos los dinosaurios de Vogue, una especie en peligro de extinción"
- París se echa a temblar. El guardaespaldas de Karl Lagerfeld lanza sus memorias. ¿Revela los secretos del Káiser?
"Durante más de cuatro décadas viví una serie de aventuras en la revista Vogue junto a su directora, Anna Wintour, la persona más poderosa del mundo de la moda". Con esta frase comienzan las memorias de André Leon Talley, recogidas ahora en un libro titulado 'Las trincheras de la moda' (Superflua), que son un viaje a un pasado glorioso que parece que no va a volver. Hablamos de un hombre excesivo e influyente: periodista, editor de moda, personaje y personalidad de la moda, icono de estilo y, sobre todo, testigo de la historia de la moda desde 1974, cuando llegó al Instituto de la Indumentaria del Museo Metropolitano de Nueva York (MET) para trabajar, sin cobrar un solo dólar, junto a Diana Vreeland, que fue directora de Vogue durante 10 años, todo un mito.
A lo largo de las más de 300 páginas, André Leon Talley relata su vida, sus experiencias y su trayectoria profesional pero, a la vez, y de forma natural habla de Andy Warhol, Beyoncé, Karl Lagerfeld, Rihanna, Madonna, Kate Moss, John Galliano, Donatella Versace, Naomi Campbell, Hubert de Givenchy, Yves Saint Laurent... es decir, de todos los que pululaban y pululan en ese universo llamado Moda. Elogia a Oscar de la Renta, Manolo Blahnik, , al que llama 'el Titán del estilo'. Del texano cuenta maravillas como creador pero desvela algunos asuntos íntimos: "Reconoce que la primera vez que estuvo con un hombre fue también la primera noche que estuvo en Studio 54". Revela que a Ford le encanta en color negro y que "con un poco de ayuda, su pelo es negro como un cuervo".
““
En el libro se habla de moda, del poder, de las noches locas de Studio 54, de las trastiendas de los desfiles de París, de racismo... André Leon Talley denuncia que fue víctima del racismo en varias ocasiones. Una de ellas, terrible, fue en 1979. Trabajaba en WWD y su jefe, Michael Coady, viajó de Nueva York a París para despedirlo pero no lo hizo directamente y se lo puso en bandeja. "Hizo acto de presencia en una gran reunión que estábamos celebrando en la redacción. A la mitad de la reunión Coady se puso de pie y dijo ostentosamente: ¡André, se oyen rumores de que has estado entrando y saliendo de las camas de todos los diseñadores de la ciudad! ¡Esto tiene que acabar!".
Tras dejar WWD, trabajó en HG y Vanity Fair, hasta que llegó a Vogue. Era 1983 y contó con la complicidad y el apoyo de Anna Wintour desde el primer momento. Ella y Karl Lagerfeld son las personas a las que dedica más tiempo, y de las que cuenta más cosas. Dos personas poderosas que le ayudaron a escalar hacia la cima de la moda, a vivir situaciones experiencias maravillosas y otras muy tristes. Disfrutó de una íntima amistad con Lagerfeld y de su mano conoció un París de fantasía. Pero también conoció su indiferencia. "Yo viví la época dorada del periodismo de moda. Vogue me proporcionó una gran vida, grandes momentos de plenitud. Vi lo mejor de la gente, así como lo peor cuando sienten que ya no les eres útil", dice con aire melancólico. Nosotros somos los dinosaurios de Vogue, una especie en peligro de extinción".
Sobre Anna se muestra cauto y narra varios capítulos de su intensa, y privilegiada, vida en Vogue. "Nosotros somos los dinosaurios de Vogue, una especie en peligro de extinción. Hemos sido apartado por gente más joven con menores sueldos", añade con tristeza y un tono agridulce. Son muchas las mujeres que lo quisieron, y a las que él quiso. Pero entre todas destacan dos, Diana Vreeland, su mentora, "Doy gracias a Dios por el amor silencioso de mi abuela y por los eufóricos arrebatos de amor y cariño de Diana Vreeland". Ellas le influyeron de manera especial, en lo personal y en lo profesional. El 'rey León' de la moda les debe a ellas ser quién es y cómo es.