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El humor castizo de Madrid

Santiago Segura, Ana Morgade, Pepín Tre y El Gran Wyoming descubren el humor de Madrid

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Un país para reírlo - Madrid: De la comedia y sus orígenes

Santiago Segura es el anfitrión del primer episodio de Un país para reírlo, un mapa cómico guiado por el humorista Goyo Jiménez que tratará de encontrar la ciudad más graciosa de España. La primera parada es Madrid. Desde Gran Vía hasta el Barrio de las Letras, haciendo parada en Malasaña, Goyo intentará descubrir las claves del humor madrileño y sabrá por qué es esta es la ciudad dónde, tarde o temprano, nace un cómico.

Un viaje a los orígenes de la comedia madrileña en el que tendrá la oportunidad de charlar con Pepín Tre y El Gran Wyoming. A través de ellos conocerá el tipo de humor que triunfaba en la ciudad en un pasado no muy lejano. Goyo tampoco perderá la oportunidad de pisar las tablas de un teatro junto con Ana Morgade, con la que aprenderá de improvisación.

Santiago Segura, la clave del éxito

Hace 24 años que Santiago Segura recogió su primer Goya al mejor actor revelación por su papel en El día de la bestia (1995) de Alex de la Iglesia. “Me sigo revelando, soy como las fotos”, dice el actor recordando aquella película. Una cinta, considerada de culto para muchos, de la que quedó imborrable aquella mítica escena en la que Santiago Segura aparecía colgado en lo alto de la torre Schweppes de Callao. Goyo Jiménez se da cita con el actor frente a este edificio para charlar sobre su carrera como cómico, actor y director.

El director de Torrente, una de las películas más taquilleras del cine español, le cuenta a Goyo su relación con la fama y charla sobre su gran pasión. “Yo intento hacer humor a cada paso que doy”, cuenta Segura. Para ello, suele meterse en la piel de un personaje. “A mí me gusta el idiota que no es consciente de ello”, confiesa. Santiago Segura reivindica que hay que valorar más el papel de humorista, pero “sin chulerías, porque no somos neurocirujanos. Somos entretenedores, gente que hace gracia, nada más”, apunta. Sobre humor madrileño y castizo, tiene claro quién es el máximo representante: Tony Leblacn. “Era el epitome del humor castizo”, asegura.

Santiago Segura: "Intento hacer humor en cada paso que doy"

Ana Morgade y la catedral del humor

Goyo Jiménez queda con la humorista Ana Morgade en una de las calles más ligada a la comedia de Madrid, La calle Pez. “Pasar por aquí era imprescindible cuando querías ver algo bien programado de comedia, la meca era el Teatro Alfil”, cuenta Morgade. “En los años 2000 era la catedral del humor. Si te programaban aquí algo tenías que estar haciendo bien”, cuenta Morgade, que reconoce seguir sintiendo nervios cuando vuelve a entrar al teatro. Dentro nos cuenta sus inicios en la escuela de teatro Cristina Rota y sus primeras actuaciones en el mundo de la comedia. “Improvisando, a veces dices cosas gloriosas y a veces no, lo importante es la fe”, apunta.

“Muchas veces me preguntan por qué ahora hay más mujeres cómicas. Yo siempre respondo lo mismo. Siempre ha habido muchísimas, lo que pasa es que antes no cobraban por ello, lo hacían en escenarios privados. Ahora hay muchas profesionales de la comedia, pero no debería aplicarse un genero al sentido del humor. Porque el humor no tiene género, edad ni raza. El sentido del humor tiene que ver o con el ridículo o con el ingenio”, defiende.

Ana Morgade: "Lo importante en el humor es la fe"

El loco mundo de Pepín Tre

Yo me dedico al fracaso como una de las bellas artes”, cuenta el humorista Pepín Tre. Con él se da cita Goyo Jimenez para repasar parte de su extensa carrera en el mundo de la comedia. “Yo era músico, pero me daba mucha vergüenza el escenario y me ponía muy nervioso. Para tranquilizarme empezaba a hablar, me iba reposando, empezaba a bromear”, cuenta Tre que poco a poco fue quitándole espacio a la música y acabo haciendo humor.

Pepín Tre: "El fracaso es una de las bellas artes"

Gran Wyoming, verborrea imparable

José Miguel Monzón Navarro no quería ser artista, pero algo se cruzó en su camino. Primero fue la música, con la banda Club Mónaco, surgida a principios de los 80, después llegó el humor. Así surgió el Gran Wyoming. “Él era el personaje que hacía todo lo que yo no era capaz”, cuenta. Ahora se considera “uno de los maestros del humor inteligente. Que la gente no se rie, pero porque no se entera”, apunta.

Sobre su faceta como presentador en El Intermedio cuenta: “A mí El Intermedio me ha machacado como ser, porque yo no soy periodista. Tengo dos millones de veces más de información de la que yo preciso para enterarme y toda chunga. El nivel de fechorías es infinito. Esto es demoledor”, confiesa sobre la información que cuentan cada día en el programa. “La gente puede desconectar de todo esto, yo ahora no”, asegura.

El Gran Gyoming: "El Intermedio me ha machacado"