Eduardo Mendoza: "Traigo la ficción a mi biografía"
- El escritor barcelonés cierra la trilogía del periodista Rufo Batalla con Transbordo en Moscú
- Una historia que concluye a las puertas del siglo XXI, con un protagonista ya maduro
Casi tres años después de que el periodista Rufo Batalla comenzara sus andaduras en El rey recibe (Seix Barral, 2018), Eduardo Mendoza nos presenta el colofón de su trilogía, una entrega final que lleva el nombre de Transbordo en Moscú. El autor barcelonés afirma que este es el título "más autobiográfico" de la trilogía, y ha estado en De pe a pa para contárnoslo.
Mendoza quiere que este sea el último de la saga, aunque confiesa que ni siquiera él mismo lo tiene demasiado claro. Según él, era el proyecto inicial y, a la vista del resultado, parece encajarle muy bien. "No me importaría hacer una trilogía de cuatro, pero lo canónico es que las trilogías sean de tres". Esta es una trilogía de tres en la que Mendoza, frente al planteamiento de su parecido con Rufo Batalla, defiendo que él no ha llevado aspectos de la realidad a la ficción. Más bien al revés: dice que ha traído "la ficción a la biografía", argumentando con esto también el motivo por el que la trilogía termina donde lo hace. En su opinión el libro cierra una etapa del protagonista cuando este "llega a la madurez".
Otra cosa en la que el autor catalán se parece a Rufo Batalla es en la falta de competitividad. Mendoza dice no haber sido competitivo nunca. "Era muy torpe para los deportes, siempre lo he sido. Me gustaba, jugaba al fútbol, baloncesto, balonmano y hacía un poco de atletismo... pero era malo. Jugaba al tenis y me pasaba el rato recogiendo pelotas del suelo." Al verse sin talento para los deportes, Mendoza dejó de ser competitivo, tanto en los deportes como en el resto de aspectos, y así lo transmite a través del protagonista de su trilogía.
Sorprendentemente en una persona como Mendoza, un escritor con gran bagaje cultural, dice aborrecer hacer turismo. Lo siente como un despilfarro de dinero y tiempo porque luego "no me acuerdo de lo que he visto. No sé qué iglesia he visto, ni en qué museo ni hotel he estado...". Sin embargo, le gusta viajar con motivos, cuando tiene algo que hacer. Es algo que le tocaba hacer bastante cuando trabajaba en la ONU. "Y nada, hacías la maleta y te marchabas para allá. A Tokio, a Manila... Y te ponías a trabajar. Luego el tiempo libre lo aprovechabas para salir, dar una vuelta...". Para él, era una manera de conocer la ciudad desde dentro.
Transbordo en Moscú, la entrega final de la trilogía de Rufo Batalla, ha sido publicada por la editorial Seix Barral.