El adiós de Lady Di: así fue el multitudinario funeral de la princesa del pueblo
- Las imágenes de sus dos hijos, Guillermo y Harry, caminando tras el ataúd de su madre, conmocionaron al mundo
- Una emotiva despedida en la que Elton John le dedicó Candle in the wind
- La fotografía de Diana de Gales que lo cambió todo
A falta de un día para la celebración del entierro de Felipe de Edimburgo, es imposible no acordarse de uno de los acontecimientos que marcaron a la Corona británica. Ya han pasado 23 años, pero aquella multitudinaria despedida que acaparó las calles de Londres y las televisiones de medio mundo sigue todavía muy presente en nuestra memoria. El funeral de Diana de Gales fue acorde al cariño y la admiración que el pueblo sentía por ella, tan improvisado como único. Suelos repletos de ramos de flores en su honor rodeaban los palacios de Buckingham y Kensington, mientras dos millones y medio de personas desconsoladas, que seguían en shock por la inesperada noticia de la muerte de la princesa, daban el último adiós a su último referente. Apenas había pasado una semana del fatídico accidente que acabó con su vida cuando vimos a sus dos hijos, Guillermo y Harry, cabizbajos y abrumados por el apoyo de la gente, caminar detrás del ataúd de su madre.
Entre el aislamiento y la histeria colectiva
La noticia también sorprendió a los Windsor, que al principio no supieron cómo abordar la situación. Se enteraron del fallecimiento de Lady Di cuando la reina disfrutaba de sus vacaciones estivales en Balmoral, junto al duque de Edimburgo, algunos de sus hijos y sus nietos. La familia real británica prefirió entonces aislarse y llevar el duelo en la más estricta intimidad. Las críticas hacia la Corona por su silencio y la histeria colectiva que provocó aquel acontecimiento forzaron a Isabel II a romper su silencio y viajar cinco días después al palacio de Buckingham, del que salió caminando junto a su marido para ver el mar de flores. "Era un ser excepcional. Yo la admiraba y respetaba por su energía y compromiso con los demás y especialmente por su devoción a sus dos hijos. Nadie que conociera a Diana la olvidará jamás", aseguró la reina en su primer discurso tras la muerte de Diana en un intento de cambiar su imagen tras su fría respuesta inicial. La duda entonces era si se celebraría o no un funeral de Estado. Este tipo de ceremonias están reservadas a miembros de la casa real con rangos de Majestad y a relevantes gobernantes del país. No existía protocolo para el entierro de una princesa del Reino Unido divorciada y madre del segundo y tercero heredero al trono.
Así fue el funeral de Diana
"Un funeral único para una persona única", así lo definió un portavoz de la familia real. Después de repatriar su cuerpo a Londres desde la capital francesa, fue trasladada a una funeraria para hacerle una autopsia y después a la capilla real del Palacio de Saint James, donde miembros de la familia real y familiares de Diana quisieron darle sus respetos en privado. Un día antes del funeral, el ataúd fue trasladado al Palacio de Kensington a petición de su mayordomo, donde él, su madre y el párroco de la capilla cercana hicieron vigilia rezando toda la noche.
El funeral de Lady Di fue visto en todo el mundo. El féretro, siempre cerrado y cubierto por la bandera real con tres ramos de flores, uno de su madre, otro de sus hermanos y el otro por parte de sus hijos, fue trasladado en procesión sobre un carruaje arrastrado por cuatro caballos y escoltado por la guardia real desde el Palacio de Kensington hasta la Abadía de Westminster. Dada la repercusión, la Reina tuvo que ampliar el recorrido del cortejo fúnebre para que puediera verlo más gente. Detrás del ataúd caminaban el duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y exmarido de Diana, su hermano y sus hijos. Junto a ellos, dos millones y medio de personas que les acompañaban a su paso desde la valla.
En la abadía de Westminster esperaban 2000 invitados presididos por la reina Isabel II, entre ellos, numerosos rostros conocidos: desde artistas de la talla de George Michael o Luciano Pavarotti, hasta personalidades como Hillary Clinton. También hubo notables ausencias al no tratarse de un funeral de estado propiamente dicho.
El hermano de Diana dio un discurso en contra de los medios, a quienes culpaba de la muerte de la princesa. También se escuchó al entonces primer ministro Tony Blair y el tema Candle in the wind interpretado por el mismísimo Elton John. La canción se compuso en un primer momento en honor a Marilyn Monroe, aunque la versión más conocida es la que el músico le dedicó aquel día a su querida amiga Diana. Sentados en primera fila estaban el príncipe Carlos y sus dos hijos. Ellos fueron los primeros en depositar lirios blancos al pie del catafalco azul sobre el que descansaba el ataúd cubierto con el estandarte de la realeza.
Tras el funeral, el féretro es trasladado a Althorp House, mansión ahora propiedad de su hermano, donde creció Diana. Allí se levantó un mausoleo que todavía hoy congrega a cientos de personas, aunque no es allí donde descansan sus restos. La princesa fue enterrada justo al lado, en una pequeña isla dentro del lago Round Oval.
La imagen se repite
Este sábado se celebrará el funeral de Felipe de Edimburgo. El marido de la reina Isabel II falleció el pasado viernes a sus 99 años. Está previsto que sus nietos vuelvan a caminar detrás del ataúd, igual que hicieron en el entierro de su madre. La imagen de los hijos de la princesa abrió un debate sobre si era o no apropiado que dos niños se unieran al cortejo fúnebre. Fue su abuelo el que les animó a hacerlo y quien, además, decidió acompañarlos durante el desfile. Un gesto que ahora tendrán la oportunidad de agradecerle.
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