Toni Serra. Abrir La Visión
- Metrópolis rinde homenaje a Toni Serra *) Abu Ali (1960-2019), figura imprescindible en el videoarte español
- Su obra osciló entre la crítica de los mass media y la búsqueda de la luz interior
- Para el artista, el uso espectacular de las imágenes ha convertido su visión en una forma de ceguera
- Toni Serra. Abrir La Visión se emite el martes 20 de abril a las 00.52h en La 2
Metrópolis dedica un programa monográfico a Toni Serra *) Abu Ali (Manresa, 1960 – Barcelona, 2019), figura imprescindible en el panorama del videoarte español, que falleció inesperadamente en noviembre de 2019, cuando estaba a punto de viajar a Irán para terminar de grabar su nueva película Asemanastán, fruto de la beca Multiverso.
Autor de una obra audiovisual experimental prolífica, refinada y compleja, Toni Serra fue, además, impulsor del colectivo La 12 visual y co-director del festival OVNI (Observatorio de Video no identificado).
El programa, basado en un guion concebido y elaborado para Metrópolis por Gabriel Villota Toyos, se aproxima a su obra a partir de algunas ideas que el artista desarrolló en su preclaro texto Abrir la visión, con la intención de que sirvan tanto para conocer su pensamiento en torno a la imagen, como para recoger en diferentes paradas de este camino algunos de sus trabajos más relevantes.
Él mismo supo explicar bien su recorrido de inmersión y profundización en las complejidades de la imagen, tanto en sus textos como en entrevistas grabadas en contextos diversos como el Festival Zemos 98 de Sevilla (2014), un curso impartido en el Carleton College de Minnesota (2016) o una entrevista para Radio Web MACBA (2016), que hemos rescatado para el programa.
Etapa neoyorquina
El recorrido audiovisual de Toni Serra había prácticamente comenzado durante su estancia en Brooklyn, a caballo entre finales de los años ochenta y comienzos de los noventa. Allí realizó piezas emblemáticas como Pura Fe (1991) y filmaría mucho metraje que, años después, le serviría para finalizar piezas como 1991 Next Hundred Years (2004), El canto de la Abubilla (2015), o Los Sures (2008), entre otras.
Etapa barcelonesa
Tras su regreso a Barcelona su interés pronto se centraría en el ámbito de la apropiación y el desmontaje, en un tipo de vídeo de clara inspiración política, del que es muestra una pieza como Minnesota 1943 (1995).
No obstante con el paso de los años su mirada fue dirigiéndose paulatinamente hacia el interior. Su obra audiovisual osciló siempre en la doble faceta de la búsqueda de la luz interior y la militancia en la crítica a los mass-media: y no precisamente como una doble perspectiva contradictoria, sino bien al contrario, desde la aguda consciencia de su profunda complementariedad. Es por ello que es un corpus que se muestra hoy como un faro privilegiado que ilumina el oscuro panorama de la imagen y el mundo contemporáneo.
Etapa marroquí
Su dedicado trabajo espiritual, desde finales de los noventa en adelante, tras establecerse en Marruecos, así como su contacto con la cultura islámica en general y sufi en particular, hicieron que en los últimos tiempos su obra floreciera de una forma poco habitual, dando una serie de trabajos contemplativos llenos de belleza y silencio, como Istishara (2003), Siete contemplaciones (2016), Trance with the Green Man (2015), o Sol de medianoche (2016), que sin embargo él no veía en contradicción con el enfoque político anterior.
Toni Serra solía usar la imagen del “velo” para explicar la imposibilidad de “ver” en una sociedad como la contemporánea, precisamente constituida alrededor de millones de imágenes. Ese carácter propio de la “iconosfera” en que vivimos convierte nuestra visión, como él dijo, “en una especie de ceguera”, consistente no sólo en esa imposibilidad de “ver”, sino también en la merma de nuestra capacidad de acceder a la experiencia directa del mundo. Pero el velo puede romperse, agrietarse: en la culturas tradicionales eso llega a suceder alcanzando estados de trance, viajes que nos posibilitan procesos de transformación, viajes iniciáticos, viajes de conocimiento en los que se sucederán muchos velos de luz y de sombra. Así pues, hay que aprovechar las grietas que se producen en la capa externa de la Realidad, y aprender a “verlas”: el acceso está siempre abierto, sólo hay que conseguir parar lo que Toni Serra llamaba “la película máster”.
El recorrido se cierra con imágenes de Asemanastán grabadas en su primer viaje a Irán y editadas por varios amigos y colaboradores cercanos al artista el año pasado.
La mayoría de las obras de Toni Serra forman parte del catálogo de la distribuidora de videoarte español Hamaca y del archivo del festival OVNI (Observatorio de Video no Identificado).