Prince, un hombre pequeño que creó a un artista gigante
- El artista de Minneapolis murió tras ingerir una sobredosis de fentanilo en su mansión de Minneapolis
- Fue un seductor: se casó dos veces y no tuvo hijos. Su herencia se estimó en 160 millones de dólares
- Entrevista con una estrella. John Travolta: "Cuando eres una celebrity vives enclaustrado como una ostra"
Cada vez que piensa en él se le saltan las lágrimas. Pepe Willie todavía no ha superado la muerte de Prince y eso que ya han pasado cinco años. El genio de Minneapolis se fue un 21 de abril y dejó desolados a millones de seguidores. Hablamos de un artista máximo, una estrella que rompió moldes, un rebelde, un poeta de la música. Pero también un luchador que se enfrentó a la industria de la música, un referente para muchas generaciones que perdió la vida por culpa de una sobredosis. Willie recuerda que fue Owen Husney, representante de Prince, quien le dio la noticia. ”Me dijo que pusiera la televisión y… Fue devastador. Yo estaba de pie en el salón y no podía moverme, no podía hacer nada. ¡Estaba conmocionado!”
Lo siguiente que recuerda es coger el coche para despejarse y cuando vio un enorme cartel en la carretera con la imagen del artista tuvo que parar. “Estaba llorando tanto que empecé a gritar su nombre en voz alta: ¡Prince! ¡Prince! Yo estaba desolado”. En su cabeza se agolpan ahora los recuerdos, como cuando bromeaba con su primo Charles sobre la posibilidad de que Prince se saltara ‘el club de los 27’, ese grupo de artistas que murieron a esa edad, como Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Amy Winehouse . "Solíamos hacer bromas con esto y yo le decía a mi primo Charles, ¡¿te imaginas a Prince a los 50 años con una barriga cantando 'Soft and Wet'?! Solíamos reírnos de estas cosas y luego, mira lo que pasó. Prince murió el 21 de abril de 2016 de una sobredosis de fentanilo en su finca de la zona de Minneapolis. “¡Lloré tanto por él! Ni en el funeral de mi padre lloré siquiera lloré en el funeral de mi padre... ¡Lloré tanto por este hermano!".
Willie, al que llaman el "Padrino del sonido Minneapolis", conoció a un joven Prince después de casarse con la tía del artista. Enseguida congeniaron y mantuvieron una estrecha relación a través de la música. Prince fue un mito en vida y tras su muerte su leyenda creció. Ganó siete Premios Grammys, un Globo de Oro a la mejor canción original por 'The song of heart (Happy Feet)' y un Oscar por la banda sonora de la película Purple Rain. Y fue incluido en el Rock and Roll Hall of Fame en 2004, el año en que se comenzó a realizar este tipo de reconocimiento.
Como la estrella que era tuvo su libro de memorias. Tras entrevistar a multitud de candidatos, Prince eligió a Dan Piepenbrig para hacer este trabajo. El editor de The Paris Review y colaborador de The New Yorker nunca había escrito un libro, pero afrontó el reto. La muerte prematura del cantante estadounidense hizo que solo pudieran colaborar juntos en las primeras 30 páginas.
Hoy son muchos los que le recuerdan, las redes sociales se llenan de mensajes de cariño y de sentimiento. Emociones que mantienen viva la llama de un hombre muy pequeño que la música hizo gigante. Era un seductor nato, un hombre que jugó con la ambigüedad para conquistar a las mujeres. Le gustaba maquillarse, llevar tacones y plataformas (aunque también era una necesidad por su baja estatura) y ropa femenina.
Estuvo casado en dos ocasiones, una de ellas con la bailarina Mayte García que tenía 16 años cuando conoció a Prince y 22 cuando se casaron el día de San Valentín de 1996. Manuela Testolini fue la segunda esposa de Prince. Se casaron en 2001 cuando ella tenía 24 años y él tenía 43. No tuvo tuvo hijos, pero sí herederos. Se estima que dejó una forturna de 160 millones de dólares, y parte de su herencia quedó en manos de su hermana y hermanastros que se han peleado durante años en los juzgados. El dinero importa sí, pero en el caso de Prince lo relevante es su música. Y para terminar, qué mejor que hacerlo con sus 10 mejores canciones.