Paul Newman y Elizabeth Taylor: una cama, un tejado y una pulsión sexual
- La gata sobre el tejado de zinc (1958), la película que consagró a Paul Newman en Hollywood
- Es la adaptación de la obra de Tennessee Williams con la que ganó el Pulitzer en 1955
- ¡No te la pierdas! Esta noche a las 22:04 horas en Días de Cine Clásico de La 2
Solo dos actores de la talla de Paul Newman y Elizabeth Taylor son capaces de revolcarse en la miseria, el alcoholismo y la soledad con un nivel de elegancia tan alto. Un brillo amargo que la pantalla captura en La gata sobre el tejado de zinc (1958). Se trata de la adaptación cinematográfica de una de las obras más famosas de Tennessee Williams -con la que logró el Pulitzer- y en la que, al amparo de una tórrida noche de verano, se cruzan pasiones, sexo y varias copas de Johnnie Walker.
La gata sobre el tejado de zinc (caliente) -cómo en realidad debería haberse titulado, de no ser por la censura- supuso la consagración de Newman en Hollywood y su primera nominación al Oscar con su actuación en el papel del convulso y atormentado Brick. La película cuenta la historia de un matrimonio infeliz que se asfixia bajo un calor sofocante provocado por años de hipocresía, engaños y mucha frustración sexual por ambas partes. “No vivimos juntos, ocupamos el mismo espacio, nada más”, se lamenta en una de sus frases más recordadas Maggie, el personaje al que da vida Elizabeth Taylor. Ella es “la gata” desconsolada que termina rebelándose cuando el fervor sexual, que no logra apaciguar, y los impulsos se desatan, explotándo en mitad de una crisis familiar.
Una cama, un tejado y una pulsión sexual
La acción tiene lugar durante la fiesta de cumpleaños de Harvey Pollitt (Burl Ives), el patriarca de una adinerada familia del sur de EEUU y padre de Brick. Allí, el clan se entera de que éste sufre un cáncer terminal y comienzan a aflorar las tensiones sobre cómo se dividirán la herencia. Una noticia que termina por desmoronar los endebles cimientos del matrimonio.
Brick (Newman), el hijo predilecto de Pollitt y ex estrella del fútbol americano, lleva tiempo ahogando en el alcohol sus verdaderas pulsiones sexuales -que en la película quedan velados por la censura-, mientras Maggie (Taylor), su esposa, le recrimina su falta de deseo sexual y la obsesión que tiene con su mejor amigo, quien se suicidó. Las falsas apariencias, las relaciones paterno-filiales, el amor, el rencor y la envidia encontraron en esta obra de la Metro-Goldwyn-Mayer una de sus máximas expresiones de la mano del director y escritor estadounidense Richard Brooks.
El universo de Tennessee Williams
Brook que había pasado a la dirección siendo uno de los mejores guionistas de Hollywood, también demostró ser uno de los mejores directores para, a pesar de la censura de la época, conseguir plasmar con maestría el desasosiego que impregnan las obras del dramaturgo Tennessee Williams. Película de diálogos tensos y brillantes, con sólidas interpretaciones y un lenguaje cinematográfico que no camufla su origen teatral.
Lo que sí ocultó el guion de Brooks fue las alusiones a la homosexualidad del protagonista que sí eran palpables en el texto teatral de Tennessee Williams. Esta fue la razón por la que, inicialmente, el Pulitzer rechazó la película durante su estreno, denunciando incansablemente los recortes de la censura. Hasta el punto de dirigirse a los espectadores en las colas del cine animándolos a irse a casa: "Esta película va a hacer retroceder 50 años a la industria del cine", declararía el año de su estreno.
Contra la censura de Hollywood
Años después, Williams entendería que Brooks quiso mantenerse fiel al texto del dramaturgo, pero evitar la censura era una tarea imposible en aquella época. Tampoco hizo mucho caso el público, que acabó convirtiendo la película en una de las más taquilleras de aquel año. La Academia también alabó el trabajo de Brooks y La gata sobre el tejado de zinc fue nominada a seis Oscar. Entre ellos: mejor película, mejor actor (Paul Newman), mejor actriz (Elizabeth Taylor), mejor director (Richard Brooks), mejor guion adaptado (Richard Brooks y James Poe) y mejor fotografía (William H. Daniels). No obtuvo ninguno de ellos, aunque sí otras nominaciones para los Globos de Oro o los premios Bafta.
Paul Newman y Liz Taylor no fueron la primera opción
Resulta difícil de creer, pero el irresistible magnetismo de ambos actores fue resultado de la casualidad y los descartes previos. Los actores no fueron la primera opción de Brooks para protagonizar La gata sobre el tejado de zinc. En la lista estaban antes nombres de la talla de Montgomery Clift o Robert Mitchum, que rechazó el papel al descubrir que el guion no iba a ser una fiel a la obra. También pensó en otras actrices para el papel de Maggie. Entre ellas, estaban Vivien Leigh, Lana Turner o Grace Kelly.
Con todo Richard Brooks logró compensar esos cambios y dar forma a una de las adaptaciones más destacadas del cine de Hollywood con Elizabeth y Paul, dos actores que estaban en la cima de su belleza y madurez artística. Una pareja que se colará en el salón de casa esta noche en Días de Cine Clásico, que emite esta noche La gata sobre el tejado de zinc (1958), lunes 14 de noviembre, a partir de las 22:04 horas, en La 2.