La artista María Gimeno subsana el error cometido por Gombrich a través de su conferencia performativa Queridas Viejas
- Disponible online hasta el 17 de mayo en la web del CA2M
- Con motivo del lanzamiento de su nueva web, el CA2M, ofrece online hasta el 17 de mayo Queridas Viejas
- La emblemática obra performativa de María Gimeno (Zamora, 1970), integra a las mujeres artistas en el canon de la Historia del Arte
El vídeo, perteneciente a la colección del CA2M, recoge la acción realizada en el Museo del Prado el 9 de noviembre de 2019. En ella, María Gimeno introduce a las mujeres artistas obviadas en el libro Historia del Arte de E. H. Gombrich, el icónico manual de Historia del Arte utilizado por las distintas generaciones de estudiantes de todo el mundo y en el que no aparece ninguna artista mujer.
María Gimeno(Zamora, 1970)
Es una artista multidisciplinar que vive y trabaja entre Madrid y Londres. Se licenció en 1996 en la Facultad de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Con un claro compromiso feminista, su obra se sirve de diferentes técnicas y formatos: instalación, performance, dibujo y escultura. En 2020 fue galardonada con el Premio MAV 2020, que concede la asociación Mujeres en las Artes Visuales.
El error de Gombrich (y de otros historiadores del arte)
El título del proyecto, Queridas Viejas. Editando a Gombrich, se inspira en el libro Old Mistresses, Women, Art and Ideology de Griselda Pollock y Rozsika Parker, ya que su traducción automática de Google es “queridas viejas” (queridas = amantes = mistresses. viejas = old).
Pensemos que en las historias del arte clásicas, la mujer había sido representada por determinados estereotipos: objeto de contemplación, modelo pasivo y eterna musa, pero no como sujeto con derecho a construir su propia identidad. Así, María Gimeno sufrió una suerte de “despertar” cuando cayó en la cuenta de que en su libro predilecto de Historia del Arte (de E. H. Gombrich), las mujeres no estaban representadas. De esta manera lo narra la artista: “Desde niña visitaba el museo del Prado y con avidez observaba maravillada las obras de Ribera, Velázquez, Goya… nunca reparé en el hecho de que todos los cuadros del Prado de entonces estaban pintados por hombres. Lo más sorprendente de todo esto, es que yo no me daba cuenta de que las mujeres no estaban, simplemente era lo normal, y lo más extraño de todo es que ni siquiera las echaba de menos, ni aun siendo yo misma una aspirante a artista. ¡Es inconcebible! ¿Cómo podía yo querer ser artista si no había mujeres artistas en el Prado?”
Subsanar el error: integrar las páginas que faltan
Para la ejecución de la performance María Gimeno va ataviada con un traje de corte masculino y un gran cuchillo en la mano, con el que, a lo largo de un recorrido ordenado por cada uno de los capítulos, va cortando el canto interior del libro para introducir las páginas que faltan en el lugar exacto que les corresponde dentro de la historia, junto a sus contemporáneos. Estas páginas han sido previamente investigadas, redactadas y diseñadas por la artista del mismo modo que el resto del libro original.
La artista explica así sus motivaciones y su proceso de trabajo: “Mi propuesta consiste en subsanar el error cometido por Gombrich e introducir las páginas que faltan en el libro. Empiezo en el siglo X, la búsqueda de datos fiables de antes de esas fechas es complicada, de manera que comienzo a introducir las páginas que faltan a partir del siglo X y de ahí continúo hasta el 1950 del siglo XX que es cuando fue publicado el libro por primera vez”.
Pasos hacia la igualdad en el ámbito del arte
Queridas viejas no solo denuncia un error por omisión grave; logra hacer, por fin, justicia al título del libro al convertirlo en un libro que abarca la Historia del Arte desde un posicionamiento de igualdad.
Esta obra se inscribe en el contexto del movimiento internacional de recuperación del legado de las mujeres artistas al que, en mayor o menor medida, están contribuyendo las instituciones culturales de todo el mundo. Todos ellos son pasos dados hacia la igualdad de las mujeres creadoras que, aunque al igual que el resto de mujeres sigan sin haberla alcanzado de pleno derecho, sí han conseguido hacerse más visibles, gracias también al arte feminista.
El programa Metrópolis ha contribuido a esta labor de visibilidad con capítulos que reflejan el trabajo de mujeres artistas, desde las pioneras que salieron a las calles en los años 70 para desafiar y subvertir los estereotipos imperantes, hasta el activismo actual. Estos trabajos están recogidos en los COMPILADOS de Arte Feminista publicados en el BLOG de Metrópolis.