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Atlas de lo pequeño

Amor ancestral por el traje de lagarterana

  • Cada arcón de cada casa en Lagartera (Toledo) guarda un traje como un precioso y colorido legado que sobrevive a los siglos
  • Pilar Iglesias conserva un traje de boda de más de 200 años, con el que se casó su abuela y su bisabuela
  • Los cosían a mano en una sabiduría ancestral que también pasa de generación en generación. Te lo contamos en España Directo

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España Directo - Atlas de lo pequeño: trajes lagarteranos con siglos de antigüedad

Las casas en Lagartera (Toledo) conservan el portal, una habitación forrada de cerámica. “Aquí nos gustan mucho las tradiciones”, cuenta Aurita (73 años). “Algunos platos son antiguos, vienen de mis padres, de mis suegros, incluso de antes. Y yo también he comprado mucho”. Pero si hay una tradición que ha perdurado por los siglos de los siglos esa ha sido la del traje lagarterano, la del traje de ‘colorao’. Se vestía a diario. Y se llamaba así porque, en invierno, llevaban unas medias rojas de hilo grueso.

El traje de lagarterana sobrevive a los siglos
El traje de lagarterana sobrevive a los siglos

 Laura García Roja

Abre el arcón Aurita y empieza a sacar piezas, guardadas a buen recaudo bajo una tela blanca. “Este es el guardapiés. Es muy difícil de coser”. Lo sabe porque su madre, como tantas otras madres de Lagartera, se dedicaba al bordado. “Mis padres iban a Barcelona a vender los bordados.''

''Ella siempre vestía de lagarterana, incluso en la playa de la Barceloneta”, rememora. El traje que Aurita guarda con tanto amor fue de ella. “Y hecho por mi madre, que todavía tiene más valor”. Saca el delantal y es para quedarse boquiabierto por una explosión de color, con lentejuelas que brillan con cada movimiento.

María Francisca García, lagarterana
María Francisca García, lagarterana

 RTVE

El traje tendrá unos 80 años. Con Aurita vive su tía Isabel Ferrer. A sus 101 años todavía recuerda cómo todo el mundo vestía de lagarterana. Conserva una fotografía de adolescente, con el traje de luto, porque ya había fallecido su madre. Y conserva también la huella de la belleza que tenía entonces. “Eras muy guapa Isabel”. Se encoge de hombros. “Yo creo que sí”, acaba por reafirmarse. “En la foto llevaba los pendientes de mi madre, de cuando se casó. Eran muy chicos, pero de oro”. Los pendientes típicos de lagarterana.

En otro portal, en el de la casa de Pilar Iglesias, el arcón se abre a un mundo pretérito. Cada una de las partes del traje que guarda tenía su propio código. “Iba con guardapiés de arropar, iba a la iglesia. Se anudaba el pañuelo de paño, iba de visita”. La versión más simple se llevaba también con el corazón. “Hacían todas las cosas de casa vestidas de lagarterana”, cuenta esta antigua vendedora de bordados. La Tía Felipa fue la última en vestir el traje a diario. Murió en el año 2011. Murió con el traje puesto.

Pilar Iglesias, lagarterana
Pilar Iglesias, lagarterana

 RTVE

También hay otras vestimentas que solo se llevaban, con suerte, una vez en la vida. “Este traje de boda tiene más de 200 años. Fue de mi abuela y antes de mi bisabuela”, cuenta Pilar, mientras enseña las filigranas cosidas a mano en el jubón. Pilar ya no tuvo boda lagarterana, pero se emociona al vestirse tanto como sus antepasados.