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Eva Hache: "Cuando hay censura es ahora"

  • La humorista ha relatado cómo fueron sus inicios y cuáles han sido sus referentes
  • "La risa sirve para soportar este valle de lágrimas", ha asegurado la actriz

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Eva Hache en '20 entrevistas de humor y una más, deseperada' - Ver ahora

Eva María Hernández, alias Eva Hache. Esta amante del teatro y de padres profesores ha estado con nuestro compañero, Ramón Arangüena del programa 20 entrevistas de humor y una más, desesperada explicando algunos de los secretos de su vida: "Lo de cambiarme el apellido fue puro marketing, porque con Eva Hernández no se quedaban con el nombre. Y entonces, no sé por qué se me ocurrió escribir la hache con todas sus letras y era genial porque cuando llamaba por teléfono me decían: '¿Cómo Eva Hache?', era un jaleo, pero funcionó", cuenta Eva.

Nunca fui la graciosa de clase

En su casa, en su infancia, el entretenedor era su padre: "Es un gran contador de chistes y sí que es verdad que cuando tenía diez años también contaba algunos, pero en el colegio era bastante reservada, bastante comparsa. Tampoco era la seria, pero no era líder, era superbuena. Yo lo pienso y digo igual es una venganza".

Los referentes de Eva Hache

Le interesaban los humoristas como Las hermanas Hurtado, Eugenio, Tip y Coll. "En el coche mi padre tenía una cinta de Arévalo, que me hacía gracia. Y Gila me dejaba impresionada. Los otros eran más cuenta chistes", recuerda.

Gracita Morales me flipaba

Sus referentes de actrices y actores dramáticos también existieron en su infancia: "Tenía una inclinación natural a la comedia y a los cómicos, Gracita Morales me flipaba. Las comedias de los años 70 y anteriores me gustaban más que la de los 80. He tenido una inclinación", apunta Hache.

Los inicios de la humorista

Eva hacía teatro en Valladolid, mientras trabajaba de camarera, telefonista o dependienta de ropa: "Soy muy inquieta, y cuando estaba en un trabajo que no me gustaba, como ser camarera, que no quería ser para siempre, pero una vez que ya tenía soltura me aburría, entonces yo decía: voy a actuar como la mejor camarera, y me gustaba mucho hacerlo muy bien, y eso aumentaba las propinas", explica Hache.

"Tenía que memorizar si había 20 personas, los cafés... Entonces había menos leches, porque cafés siempre ha habido las mismas variedades. Ser camarero cada vez es más duro", bromea.

En este oficio es muy difícil mantenerse, pero yo necesito parar y me dicen no, no puedes parar porque ahora es tú momento

En 2003 gana el cuarto certamen de monólogos de El Club de la Comedia hablando del dinero. Un monólogo que escribió ella: "Qué fuerte, cómo se reía la gente y me hice una camiseta con una hache. Y además, el tema del dinero funciona porque es un tema muy general. (...) En este oficio es muy difícil mantenerse, pero yo necesito parar y me dicen no, no puedes parar porque ahora es tu momento. Y me creo que no mando en mi vida. A veces, decido cuando acabo un trabajo que no lo cogeré a no ser que sea algo que me apetezca mucho. Y eso hace que yo me ajuste a mis gastos, no gasto a lo loco. El dinero me ha venido muy bien, pero tampoco es que sea yo una derrochona", aclara la actriz.

La censura actual

Cuando se propuso empezar a escribir monólogos había pocos monologuistas en comparación con la actualidad: "Yo estaba muy conectada a todo aquello y me daba coraje la gente que utilizaba palabrería de relleno y ese recurso fácil de poner al final un taco para resultar graciosa, e intenté no usar tacos en los monólogos, y creo que lo conseguí. Yo creo que se puede hacer humor de todo, pero creo que cuando hay censura es ahora", destaca.

Asegura que antes había más libertad para expresarse: "A mí Twitter siempre me ha encantado y he aprendido de entre todas las críticas, he conocido gente formidable y alguien me dijo: 'tú siempre acabas las frases con "eh"' y desde entonces ya no lo hago, así que gracias a la persona que me lo mandó".

La risa sirve para soportar este valle de lágrimas

"Cuando se puso de moda la risoterapia para pagar en un sitio que te hicieran reír me pareció increíble. La risa es medicinal, es un desahogo, si llorar es un desahogo, la risa todavía más. Cuando me dicen: he pasado una etapa horrible y lo único que quería era ver el programa que hacías o ver tus vídeos en Youtube, para olvidarse de su mal", añade. Esta mujer de risa contagiosa también trabajó de reportera para pasar a ser presentadora: "Me encantó una vez les pregunté a unos señores: 'Oigan, ¿les puedo hacer una pregunta sobre sexo?', y me dijeron: 'No, no, si nosotros somos de León'", cuenta entre risas.

La elegida para presentar los Goya

Presentar una gala como esta era un "regalo envenenado" y "dificilísimo" asegura. "Yo creo que es uno de los trabajos que todo el mundo piensa que lo puede hacer mejor", añade.

También fue jurado de Got Talent, una etapa que recuerda con mucho cariño: "Trataba de ser justa. Es muy difícil porque la gente llega con nervios, dificultades, con talento o no. Y yo lo único que trataba era de expresar mi opinión sin hacer daño".

Eva Hache, una mujer con miles de vivencias a sus espaldas y que, a pesar de que en su primera etapa en la vida no se consideraba de las graciosas o líderes de la clase, en el futuro ha logrado sacarnos una sonrisa y ponernos de buen humor. Y lo que es más importante, ha conseguido que olvidásemos los problemas para dar paso a un ratito de felicidad.