'Autómata' y 'Órbita 9': Cinco claves de la ciencia ficción en el cine español
- Autómata (2014), con Antonio Banderas, llega a Somos Cine este viernes
- Analizamos esta película y Órbita 9 (2017) dos raras avis de la cinematografía española
- Descubre Somos Cine, el mejor catálogo de cine nacional e internacional gratis y online
Helena (Clara Lago) lleva preparándose para una misión de supervivencia desde que nació. Aunque ella no lo sabe, forma parte de un ensayo científico de gran envergadura. Así comienza Órbita 9 (2017), una de las pocas películas que se atreve con la ciencia ficción en el cine español y que podrá verse este domingo en Versión Española de La 2 y en la plataforma a la carta Somos Cine.
La realidad a la que el planeta ha tenido que enfrentarse durante el último año a consecuencia de la pandemia ha vuelto agitar en nuestra imaginación las peores escenas de un mundo distópico. El cine y las series se han puesto en marcha para captar esas sensaciones, hablar de extraños horizontes, no-lugares y dimensiones inciertas. Relatos audiovisuales que, casi siempre, llegan bajo producciones y direcciones extranjeras. Por eso, sorprende tanto títulos como Órbita 9, el primer largometraje como director del salmantino Hatem Khraiche o Autómata (2014) , el estreno protagonizado por Antonio Banderas -y donde trabaja junto a su ex mujer Melanie Griffith- que llega este viernes a Somos Cine.
Son raras avis en la cinematografía española, poco acostumbrada a prodigarse por el género, quizá por limitaciones presupuestarias, por cuestiones de complejidad técnica o por simple falta de costumbre. Ambas películas, Autómata y Órbita 9, son propuesta arriesgadas y audaces que ha demostrado que la ciencia ficción española no es un imposible. Un ejercicio cinematográfico que exploramos a través de estos 5 puntos claves para explotar el género en la gran pantalla.
1. La fragilidad climática
Con zombies, humanoides o naves espaciales, el genero de la ciencia ficción siempre ha solido ir asociado a una distopía climática. Detrás una crítica directa a la indiferencia medioambiental y ecologista o a la sobreexplotación de las materias primas que llevan, irremediablemente, a una hecatombe de la humanidad. En Órbita 9, el mundo está asolado, no solo por una guerra nuclear, sino por la desertización terrestre. Mientras en Autómata, situada en 2044, la desolación plantearía ha sido provocada por unas llamaradas solares que han destruido el balance atmosférico y han convertido a la Tierra en un páramo desértico y radioactivo. Esto provoca, como ocurre en nuestra realidad más inmediata, el surgimiento de un nuevo arquetipo de héroe: el científico. Médicos, biólogos, químicos o astrofísicos son los salvadores del mundo y la última esperanza.
2. Inteligencia artificial
El eterno enfrentamiento entre la maquina y el hombre. Un cruce que parece obligar a la humanidad a tener que elegir entre el progreso y el aislamiento social o perecer unido a los tuyos. En Órbita 9, Helena (Clara Lago) lleva desde que era un bebé encerrada dentro de una nave espacial como parte de un proyecto para comprobar la viabilidad de la vida humana más allá del planeta tierra. Eso le ha llevado a una vida solitaria en la que la inteligencia artificial es su única compañía.
La cuestión que suscita es si merece la pena sobrevivir así. Mientras, los autómatas de Antonio Banderas parecen haber pasado a una vida peor. La película nos plantea un futuro no muy alejado en el tiempo en el que los robots han pasado de jugar un papel fundamental para evitar la extinción de la humanidad a ser meras herramientas a las que poder echar la culpa de todo. Pero ¿quién se enfrenta a quién? Autómta planea una interesante sublevación de las maquinas para buscar su autodeterminación, huyendo de los hombres.
3. Viajes interplanetarios y resistencia
La protagonista de Órbita 9 ha vivido toda su vida en una nave. Su misión es, en realidad, descubrir si existen nuevos ecosistemas habitables. Pero esa posibilidad pasa, necesariamente por viajes interplanetarios. En el genero de ciencia ficción los viajes espaciales son a la vez un símbolo de progreso y de huida. Una tecnología necesaria para poder sobrevivir fuera, cuando dentro está todo destruido. En Autómata no hay viajes de este tipo, en la película protagonizada por Antonio Banderas la respuesta de la humanidad antes la destrucción del planeta es replegarse y guarecerse en ciudades amuralladas frente al desierto. Huida o resistencia.
4. El amor frente a un mundo incierto
Las distopias o las películas de ciencia ficción apocalípticas muestra siempre un lado humano universal: el amor, la amistad, la colaboración. Sentimientos nobles frente a la barbarie. La humanidad a pesar del futuro se debate en Órbita 9. Un aparente fallo del sistema de ventilación de la nave provoca la visita de Álex (Álex González), el primer ser humano con el que Helena ha tenido contacto en mucho tiempo. La película se convierte entonces en un drama romántico en un contexto retrofuturista que planeta la siguiente paradoja: poner en riesgo un experimento de vital importancia para la humanidad a cambio de un gesto humano en sí mismo. En el caso de Autómata, el coraje de un padre para proteger a su hijo, e incluso el valor de la comunidad de los seres biónicos, parecen prevalecer ante la destrucción del hombre. Un mundo desolado, pero con amor.
5. Entre los hechos científicos y la visión profética
Dicen que la ciencia ficción es la única herramienta para visualizar las especulaciones de algo tan incierto como el futuro. Según Isaac Asimov, “La fantasía es lo imposible hecho probable. La ciencia ficción es lo improbable hecho posible”. Una rama de la literatura (y el cine) que ayuda a tomar conciencia sobre futuribles, abrir debate bioéticos y humanos, a poner en valor aspectos científicos y a generar una actitud crítica frente al avance tecnológico. Órbita 9 y Autómata nos abren las puertas a todos estos planteamientos. Dos propuestas de cine que puedes disfrutar gratis y online en Somos Cine.