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Salvador Sobral: "El elemento que une la vida y la música son los latidos por minuto"

  • El ganador de Eurovisión ha presentado su disco 'bpm'
  • Un álbum donde se estrena como compositor

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Las mañanas de RNE con Pepa Fernández - 'bpm', lo nuevo de Salvador Sobral

Salvador Sobral estaba aprendiendo las canciones para el proyecto homenaje a Jacques Brel, cuando se preguntó “qué es lo que hace tan especial a este hombre”. Se dió cuenta que la “intensidad que tenía al interpretar una canción” de esa “manera visceral”, “dramática” y “teatral” era porque “son sus canciones, sus vivencias, sus experiencias, sus alegrías, sus angustias, el amor, su pueblo en Bélgica”. Llegó a la conclusión que lo que tenía que hacer era componer un disco entero de su propia música: “como me gusta estar incómodo en esto del arte, me fui, me tiré” y “de ahí surge la creatividad”, ha explicado en De pe a pa.

Se sigue sintiendo más intérprete que compositor, aunque este viernes 28 de mayo sale a luz su primer álbum compuesto por él: “Esto fue una prueba y un desafío, pero yo siento que no es para mí algo natural componer. Yo me siento en el piano y me obligo a estar ahí cuatro horas buscando una melodía, a la hora de cantar me sale desde niño. Componer es algo mucho más difícil”.

Pensaba que al escribir canciones como una “Medo de estimaçao’ en la que “habla del miedo de morir”, le podía “funcionar como un proceso medio catártico y que ya me sentiría mejor, pero la verdad es que no. Escribí la letra y sigo teniendo estas angustias, estos miedos, siguen estando ahí, sí es verdad que estoy contando al mundo qué tal va mi alma”.

El productor y la guitarra

Este álbum lo ha hecho en complicidad con Leo Aldrey, su productor, sintió que le “complementaba”: “Es una persona más racional, terrenal” y “organizada”. Un trabajo en el que ha introducido por primera vez la guitarra, la de André Santos: “Tiene un timbre tan bonito de guitarra, tiene un color tan bonito que cuando lo conocí dije ‘quiero tocar con él’. Tenemos dos proyectos juntos, también toca en el de Jacques Brel. Cuando se fue Julio Resende, el pianista de mi banda, pensé ahora es la época perfecta para hacer una reforma en el sonido y buscar una nueva identidad y un nuevo color, nuevas atmósferas y, entonces, le llamé a Andrés y vino. Es buenísimo porque trae una paleta, un espectro de colores”.

La portada del disco

La portada del disco es una doble exposición de medio cuerpo de Salvador Sobral: “No sé ve mucho, pero ahí está la cicatriz. Yo no quería que fuera sensacionalista, que se viera demasiado la cicatriz, pero ya que están ahí mis cicatrices emocionales en el disco”. Un trabajo titulado bpm, es decir, batimentos por minuto en portugués, latidos por minuto en castellano. Cuando valoró qué nombre ponerle pensó que tenía mucho de autobiográfico: “En una insomnia de estas productivas que tengo me di cuenta que el elemento que une la vida y la música son los BPM, lo que nos hace respirar, lo que nos hace vivir son nuestros latidos por minuto y lo que da pulsaciones a la música. Como yo estuve en el hospital por mucho tiempo y hacía un montón de exámenes médicos tipo electrocardiogramas, ecografías del corazón siempre había en el relatorio cuantos BPM tenía. Eso me causaba una especie de sensación de familiaridad porque sentía que estaba en casa, que había música. Era el único elemento musical que había en el hospital”.

Todas las letras del disco están en minúscula: “Yo digo que es una democratización del alfabeto”, pero su nombre sí que está en mayúscula: “Es verdad. Es un poco narcisista, síndrome de ganador de Eurovisión”, ha bromeado.

Le gente le dice que su vida da para un película después de haber ganado Eurovisión y que le hayan trasplantado el corazón, pero él cree que “no, porque no sería creíble, habría dos clímax en un año”.