Fátima, la Beyoncé española que está triunfando en 'The Dancer'
- Es una de las favoritas de las seminifinales y su homenaje a Beyoncé ha hecho bailar a Rafa Méndez y Miguel Ángel Muñoz
- Te contamos por qué la fenomenal bailarina se parece a 'la abeja reina': ¿es esta la fórmula del éxito?
- "Yo soy senegalesa y soy africana y vengo a presentarme así, porque es lo que me gusta"
Nació en Figueras, sus orígenes están en Senegal, y conquistó el plató de The Dancer al poner sobre él la danza africana. El aplauso del público fue atronador y la opinión de los jueces fue unánime: todos abrazan con los brazos abiertos a Fátima, que ya puede olvidar la soledad, la lucha y las dificultades por las que ha pasado para encontrar su lugar encima del escenario. "Lo que tú has hecho aquí hoy no es normal, y esto va por todos los culturetas que hablan de la danza", le dijo Rafa Méndez antes de convertirse en su capitán: "La danza eres tú, tú eres África y viva África". A ella se le llenaba el rostro de lágrimas.
Si su historia nos emocionaba, todavía no habíamos visto nada: el cuerpo de Fátima se mueve como si la perfección no costase nada; es rítmica, hipnótica y sus bailes parecen magia. Esta semana, ha aterrizado en las semifinales rindiendo homenaje a Beyoncé. Y todo el mundo está loco con ella: ponerse en los zapatos de 'la abeja reina' no es fácil. Hacerla temblar y lograr un espectáculo igual de emocionante, menos.
"Mi aventura con la danza oficialmente empieza cuando tengo 18 o 17 y digo venga, me voy de casa. Mis padres son de Senegal, con sus creencias y con sus vivencias. Para ellos el amor y querer a sus hijos es que tengan comida y puedan estudiar y poco más. Mi padre me decía: tú no sabes el sufrimiento que he pasado para llegar aquí, para que tú estés haciendo estas tonterías. Yo fui atleta de alto rendimiento y mis padres nunca han venido a verme a mis competiciones. No es fácil lidiar con esas cosas sumadas a lo que uno lleva encima. Estar aquí hoy sola es un poco triste".
Estas eran las palabras con las que la joven se presentaba en The Dancer. Pero todo estaba a punto de cambiar. En uno de los momentos más emocionantes del programa, Fátima recibía la visita de su madre y de su hermano, que iban al plató a verla bailar. Poco a poco hemos ido conociendo más cosas sobre su relación con sus raíces, con su cultura y, también, con el baile. "Hay muchas cosas que no puedo explicar y hay muchas cosas que no se pueden entender con la mente sino con el corazón, sino hay amor en lo que estás haciendo eres un robot. Para mí eso es lo más importante", explicaba en el primer programa.
Y más adelante se ha abierto frente a nosotros: "Se me quedó grabado cuando Rafa me dijo que yo era África. Cuando era pequeña yo me preguntaba por qué me trataban diferente por ser así. No entendía que me echasen de lado por el color de mi piel y por eso intentaba alejarme de esa cultura porque a la sociedad no le gustaba", explicaba. Algo que ya ha quedado en el pasado y ha sido sustituído por muchísimo orgullo: "Yo soy senegalesa y soy africana y vengo a presentarme así, porque es lo que me gusta".
Resuenan las palabras que le dirigía Lola Indigo, que comenzó su meteórica carrera en Operación Triunfo: "Tú lo tienes todo para ganar este programa. Lo que has hecho hoy tiene un significado que va mucho más allá de la danza y de todos nosotros". Con Beyoncé como talismán, Fátima está cada vez más cerca de la gran final. Y no sería la primera vez que la diva norteamericana sirve de amuleto a una ganadora: Nia, de OT 2021, también firmó su ticket dorado a la victoria cuando interpretó su "Run The World (Girls)".
Beyoncé y su viaje de retorno a la tradición africana
Desde que lanzó el vídeo de Black Is King, Beyoncé ha sido tanto criticada como reverenciada por su aprovechamiento pop de la tradición africana. En un mundo en el que el racismo es rampante y cada vez más voces se alzan para decir que las vidas negras importan (una declaración que Fátima también hacía en su Instagram cuando el movimiento Black Lives Matter se puso en primera plana), Beyoncé, la artista femenina con más Grammys de la historia, ha convertido su enorme éxito comercial en el escaparate más grande del mundo para un mensaje que impregna su música desde el lanzamiento de Lemonade, que estaba presente en la concepción del documental Beyoncé: Homecoming y del que no quiere separarse: la cultura negra es bella, la cultura negra es gloriosa, y su música, sus imágenes y sus bailes merecen un lugar frente a la audiencia.
Y lo que dice Beyoncé, sobre todo cuando está bien dicho, va a misa. Fátima, de pleno derecho, es una de las concursantes favoritas, y aunque la cantante norteamericana sea uno de los mayores talentos de esta generación, en lo que se refiere al baile, la joven española no tiene nada que envidiarle.
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