Micromeditaciones: Aprende a combatir la fatiga pandémica
- Consigue de manera sencilla sacar ese tiempo para ti y tu bienestar
- Cómo iniciarse en la meditación de manera sencilla
Una vez que ya sabes cómo empezar a meditar, es importante que sepas qué son las micromeditaciones. Son pequeños entrenamientos de la mente en un periodo de tiempo mucho más corto que una meditación normal, pero que tienen también múltiples de beneficios para nuestra salud. Entrenamientos mentales para los que hay tiempo siempre. Recuerda siempre algo importante: sólo tú puedes cambiar tu vida, nadie puede hacerlo por ti y esta es una buena forma de comenzar el cambio.
Las micromeditaciones han surgido como respuesta a la fatiga pandémica, esa sensación de incertidumbre y desasosiego que muchos están sufriendo en este momento tan complicado.
Aunque estemos en una situación mejor que hace unos meses, el cansancio se nota, quizás tienes dificultad para concentrarte o estás baja de ánimo. Estas técnicas de micromeditaciones son cortitas -suman unos 10 minutos al día-, pero con solo este tiempo vas a notar cambios espectaculares, ligados a tu bienestar y a la relajación.
Como curiosidad, ¿sabías que al monje budista Matthieu Ricard se le bautizó como el hombre más feliz del mundo? Un estudio demostró que, mientras practicaba meditación, su cerebro desarrollaba una actividad superior a la normal en la corteza cerebral pre-frontal izquierda. Esto indicaría una gran predisposición para el bienestar, las emociones positivas y la gestión de estrés. Unos resultados muy por encima de lo que se creía posible. Una demostración de que la meditación nos ayuda a ser mucho más feliz.
Y esto también puedes lograrlo con las micromeditaciones, que nos ayudan a pausar el piloto automático. La idea es parar 1, 2, 5 minutos… Aunque lo mejor es que lo hagas entre 1 y 3 minutos, y si es posible, que pares o pongas pausa entre 5 y 6 veces al día. Así sumarás unos 10 minutos de meditación.
Si queremos hacer la micromeditación de pie, porque la podemos hacer en cualquier parte, ponemos las palmas hacia delante y observamos nuestra respiración. No prestamos atención a nuestras emociones, nos concentramos en cómo respiramos. A la vez, repetimos este mantra: “fluir, no forzar, tengo el control”.
Si estás sentado, cierra tus ojos, palmas hacia arriba. Relaja los hombros. Pon la espalda recta y en este caso, repite el mantra: “Me cuido, me quiero, me respeto”.
Como ves, las micromeditaciones son pequeñas pausas en la vida que se pueden realizar en cualquier momento. Tener un momento para nosotros no debería ser un lujo, deberíamos hacerlo más a menudo. Muchas son las circunstancias que a veces nos hacen olvidarnos de nosotros mismos: los hijos, el trabajo, la organización del hogar… pero es importante no abandonarnos y conseguir sacar tiempo para nosotros. Así lograremos estar más tranquilos, y lo más importante… más felices.