Iker Casillas y Sara Carbonero fueron felices en esta casa pero, ¿por qué cuesta 5 millones de euros?
- El divorcio de Iker Casillas y Sara Carbonerose salda con la venta de su mansión en La Finca
- Te enseñamos las fotos y los impresionantes lujos de la casa a la que dicen adiós con una transacción millonaria
- Ahora, Iker vive en un ático de lujo... y tiene un sitio favorito
El adiós de Iker Casillas y Sara Carbonero pasa, también, por desprenderse del que fue su lujoso hogar familiar: después del divorcio, el exfutbolista se ha comprado un ático de lujo cerca de donde la periodista vive con sus dos hijos, en la localidad de Boadilla del Monte. Y a la espectacular mansión que compartían en la urbanización La Finca, conocida por ser la favorita de los famosos, ya le han colgado (y descolgado) el cartel de "Se vende". La que fuese la pareja favorita de España se ha desprendido de esta casa que perteneció antes que a ellos a Lydia Bosch y su marido, Alberto Martín, y que ellos reformaron y amueblaron con su gusto y sus recuerdos.
El precio exacto por el que han terminado vendiéndolo es una incógnita, pero el precio del anuncio eran cinco millones de euros: el doble del precio por el que se la compraron a la pareja de celebrities. Y es que la zona ha subido, sus arreglos la han revalorizado y lo que se ofrece es un espacio de infarto: 1000 metros construidos, seis habitaciones, varios baños con spa, gimnasio, porche, un vestidor de dos alturas, varios salones, zona con bar, techo acristalado para que pase la luz, gimnasio y dos piscinas, una interior y una exterior.
Así era la casa de ensueño de Iker y Sara
Ahora, la revista Semana ha publicado las fotos de la casa que aparecieron en la inmobiliaria antes de realizar la venta millonaria. Y hemos podido comprobar que estos espacios son, efectivamente, en los que se desarrollaba la tranquila vida de Iker y Sara en familia.
La casa aparece en el sitio web perfectamente amueblada: en los cómodos sofás de una de sus salas de estar, Sara trabajaba cómodamente. Un espacio ideal para recibir visitas y con capacidad de albergar a una decena de personas (algo que vemos en todas las estancias de la casa, perfectamente habilitada para realizar actividades sociales).
La cocina, con los fogones y la campana extractora situados en medio de la gran isla, varios hornos y microondas y dos grandes ventanales que dan al jardín, es a la vez una barra en la que la familia podía sentarse a comer. Pero al lado está el verdadero comedor: con forma oval y en frente de una televisión, una disposicion imprescindible para dos aficionados del deporte.
La casa tiene varias habitaciones infantiles y otra en la buhardilla, y tal vez lo más triste sea ver estos sepacios que solían albergar a los pequeños de Iker y Sara y estar decorados con sus objetos favoritos. Ellos eran el eje de la vida de sus padres y lo van a seguir siendo: los dos se llevan bien y siguen unidos por el bien de sus hijos.
El lado más fiestero del exfutbolista, que dedica su soltería por completo a sus amigos, se puede ver en las zonas exteriores de la mansión: una zona de bar con sillas altas para celebrar fiestas y que corra la bebida, y una zona de comedor en la terraza para organizar barbacoas o comilonas de fin de semana en los meses de buen tiempo.
Pero al mal tiempo, buena cara, porque la casa tiene piscina climatizada en el caso de que la exterior, en los meses de frío, quede inutilizada. Eso, y un gimnasio, que no puede faltar en la rutina de las celebrities y probablemente será puesto a buen uso por los nuevos propietarios, aún desconocidos, de la mansión.
Si también son influencers, apreciarán el enorme vestidor: dos alturas con capacidad de almacenamiento para multitud de prendas y zapatos.
El nuevo hogar de Iker Casillas
Iker, que ha firmado un acuerdo de custodia con Sara Carbonero, lleva todos los días a los niños al colegio y se ha mudado muy cerca de ellos. Pero su ático de lujo en Pozuelo está perfectamente adaptado a su ajetreada vida social: 300 metros, tiene piscina privada, cuatro dormitorios y seis terrazas a las que seguro que les sacará el máximo partido. Eso sí: su sitio favorito es, según su excuñada, el espejo de delante de las escaleras, en la que el portero se saca las selfies que le gustan incluso a David Beckham. “Le has cogido el gusto a ese espejo para la foto”, comentaba Irene Carbonero. ¡Y tanto!
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