Ventura entrega armas al ejército rebelde para crear una revolución
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- De lunes a Viernes, Dos Vidas a la 16:30 en La1 de RTVE y en RTVE Digital
Dos Vidas en ocasiones me recuerda a un gran rompecabezas donde a los espectadores se nos ha dado un millar de fichas diminutas que debemos ir uniendo para armar lo que será el gran final de la serie. Esto es lo que ha sucedido hoy, que ha cobrado sentido todos y cada uno de los acontecimientos relacionados con los transportistas y el cargamento misterioso que hay en ellos.
Deudas y amenazas
Creo que es necesario recordar aquel primer momento de decadencia de la fábrica. Y es que Francisco, aquel hombre respetuoso y honrado que podemos ver en los primero episodios, debido a sus malas decisiones empresariales y a las apuestas, arruina a la familia Villanueva. Tal es la situación de desesperación que la familia se ve tentada a abandonar la colonia para siempre.
Y es que parte de la deuda la mantiene con los transportistas de los camiones que traen la madera a la fábrica. Estos son un grupo de hombres que no se andan con chiquitas y a la mínima de cambio dan a conocer su lado más salvaje con amenazas o con intentos de rapto.
La desesperación es tal que Francisco toma decisiones como la de prender fuego a la fábrica para intentar cobrar el dinero del seguro. Menos mal que Carmen y la Tata Agustina estaban ahí para reinventarse con la venta de muebles en la colonia. Lo cual genera tantos beneficios que consiguen saldar las deudas y crear un departamento totalmente nuevo dentro de la fábrica, el taller de muebles de Carmen.
Patricia detrás del misterio
Pero una cosa que no queda del todo clara es por qué se genera esta deuda tan grande con los transportistas. Es una respuesta que Francisco guarda con recelo y que, tras la reciente toma de poder de Patricia en la fábrica, ella pondrá todo su empeño en resolverlo.
Así comienza la búsqueda exhaustiva de Patricia de respuestas intentando absolutamente todo para hallar respuestas a todas aquellas incógnitas que implican la perdida del control de la fábrica. Sus métodos son variados; desde enfrentarse de manera directa con Francisco hasta la contratación de un espía el cual termina ahorcado en las calles de Río Muni.
Sus investigaciones le dejan clara dos cosas, una es la implicación directa de Ventura y la otra, que la respuesta a todas sus preguntas está en el cargamento ilegal que se está colando en sus remesas. Por ello contacta con Mabalé para que investigue y averigüe el contenido de los cajones.
Se destapa la revolución
Al descubrir que el cargamento de los camiones son armas, Patricia no duda un instante en tomar cartas en el asunto. Así que, desoyendo el consejo cobarde de Francisco, se queda con las armas y pide respuestas a Ventura el cual de primeras deja ver el lado más irascible de su personaje hasta ceder finalmente.
El gran misterio que esconde, y que Patricia desea conocer, es que Ventura, junto con otros empresario de la zona, está armando a un ejército rebelde para liberar a Guinea del régimen español. Así ganaría independencia como país y se libraría de las ataduras que tiene con España. Lo que supone esto es que directamente convierte en criminales de estado a toda la gente implicada, incluyendo a Patricia, que ahora al saber lo que está sucediendo ha paso a estar involucrada.
Esto es una situación muy complicada que deseamos con fervor ver cómo se desarrolla. Y es que Dos Vidas siempre tiene como sorprendernos.