Bocata de Gilda a lo 'Gipsy Style' de Gipsy Chef
- Pablo Albuerne nos desvela una receta de bocata diferente
- Descubre la historia de la Gilda, uno de los pintxos más famosos del país
- Prepara deliciosas recetas con ayuda del Portal de Cocina de RTVE
El chef Pablo Albuerne, más conocido como ‘Gipsy Chef’, se ha emprendido en una nueva aventura con España Directo. El insaciable y aventurero cocinero no le teme a nada. Nos llevará a casa la cocina más vanguardista sin temor a lo que se encuentre en el camino. ¡Prepárate para disfrutar y enamorarte de sus recetas!
El chef ya es un adepto de Bestial, el portal de RTVE digital donde poder disfrutar de los mejores trucos de cocina, las últimas tendencias, las tradiciones del comer y recetas para todos los gustos. Pero ahora, además, vamos a poder disfrutar de él y sus maravillosas recetas en directo, ¿te atreverás a prepararlas? Aquí va la primera:
Ingredientes | Preparación |
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La historia de la Gilda
La Gilda es un pintxo querido por todos, pero ¿conoces su historia? Todo empezó en el “paraíso de los pintxos”, País Vasco, concretamente en Donostia. Cuenta la leyenda (y la cofradía de la Gilda y el Pintxo) que su nombre empezó a utilizarse en los años 40 en un bar de la localidad conocido como Bar Casa Vallés.
Allí se tenía por costumbre acompañar las bebidas con alguna tapa, como aceitunas, anchoas u otros encurtidos. Un día, a un cliente muy conocido en el barrio, se le ocurrió meter en un palillo la aceituna, una guindilla en vinagre y una anchoa, mientras se tomaba con su copa de vino. Gustó tanto que el resto de clientes del bar le comenzaron a imitar.
Poco a poco se comenzaron a servir estos pintxos bajo el nombre de Gilda, pero ¿por qué se llama así? Deriva del título de una película que por aquel entonces se proyectaba en los cines: Gilda (1946). En el filme, el personaje de Rita Hayworth rompía esquemas y escandalizaba con su persona a la sociedad del momento, dado que se alejaba de los “ideales” de mujer que se tenía entonces. El pintxo recibió así el nombre de Gilda, porque era salada, verde y un poco picante, ¡un sabor que, como Rita, rompía esquemas y al mismo tiempo cautivaba!