'Hermanos del viento', un película perfecta para reconectar con la naturaleza
- Dirigida por Gerardo Olivares, la cinta supone una mirada poética al medio ambiente
- Hermanos de viento (2017) es el cierre de una trilogia sobre la naturaleza y la infancia que completan los otros dos títulos: El Faro de las Orcas (2016) y Entrelobos (2010)
Primero fue Entrelobos (2010), luego El Faro de las Orcas (2016) y un año más tarde llegó Hermanos del viento, la última entrega de la triología sobre naturaleza, niños y animales de Gerardo Olivares. Una película sobre la amistad entre un niño y un águila y un impresionante despliegue visual que llega a la gran pantalla este viernes. Hermanos del viento está protagonizada por Manuel Camacho y Jean Reno y relata la historia una cría de águila y un humano y el crecimiento de ambos juntos.
"Es una película familiar de ficción donde la naturaleza es la gran protagonista, pero más allá de las bellas imágenes que muestra, la película cuenta una gran historia y trasmite unos valores que harán disfrutar a todos los públicos", aseguraba el cineasta hace unos años en RNE. Una propuesta que este viernes llega a Somos Cine, y que se estrena este viernes en la plataforma en formato HD con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra este 5 de junio.
Rodada en los Alpes, se han usado 17 águilas, desde polluelos recién nacidos hasta águlas adultas "cada una con su personalidad, algunas más agresivas, otras que volaban muy bien al brazo y luego los polluelos, que es lo más complicado porque crecen muy rápidamente y las va cambiando el color del plumaje y porque se quedaban dormidos en el rodaje", ha desvelado el director.
Durante un año estuvieron entrenando a un águila para que se acostumbrara a llevar el arnés con la cámara y poder hacer todos los planes.
"Creo que tenemos imágenes de la naturaleza únicas porque se ha desarrollado una cámara especial que va colocada en el águila con un brazo que permite ver los vuelos del águila en escorzo con una calidad brutal, se ve la cabeza del águila pero también el paisaje. Hay una caza del águila a un zorro en invierno desde el punto de vista del águila impresionante", ha explicado.
"Hemos reunido tanto material que con todo lo sobrante se ha hecho un documental, pero los mejores planos están en la ficción", ha explicado Olivares, quien ha asegurado también que "visualmente la película es espectacular" y hay que verla en pantalla grande, no solo por las imágenes sino también por los sonidos. "Hemos creado un sonido con el que pretendemos que el espectador se sumerja dentro de la montaña y realmente sienta la naturaleza".
Dice que con esta película cierra por ahora el ciclo de cine de naturaleza. Ahora le apetece explorar nuevos terrenos y está trabajando en una historia que nace de una vivencia personal. "En los años 90 atravesé el desierto del Sáhara hasta la frontera con Mali en un SEAT Panda y ahí me encontré a unos tipos que compraban coches de segunda mano en Francia, Peugeot 504 sobre todo, y los bajaban atravesando el desierto hasta y Mali y Níger, se convirtió como en una especie de movimiento, les llamaban 'los peugeotaris', y la historia va de eso".