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Palodul: ¿te acuerdas del palito de regaliz?

  • ¿Has comido alguna vez el palodul? Proviene de la planta del regaliz
  • Antaño se usaba como medicina para humanos y caballos
  • Descubre nuestras recetas con regaliz en el buscador de Cocina RTVE

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¿Cómo llamas al palodul?

Parece un trozo de madera y, de hecho, lo es: el palodul, esa ramita dulce y aromática que muchos hemos mordisqueado de niños (y no tan niños) es, efectivamente, la raíz de una planta.

Un dulce nostálgico

¿Qué planta? Pues la del regaliz. Sí, el mismo regaliz que toma esa forma negra ya sea en barritas, pastillas romboidales o gominolas, entre muchas otras. De hecho, es a partir de las raíces de la planta de regaliz que se obtiene ese extracto de sabor singular y con una potencia endulzante unas 50 veces superior a la del azúcar.

Si aún no te suena es porque su consumo ha ido descendiendo en picado durante los últimos 40 años en favor de gominolas de todo tipo. Por suerte, todavía es posible encontrar el palodul en tiendas de chucherías y quioscos.

Un palito con mil nombres

Sin embargo, tal vez en tu zona el palodul no se llame así, ya que recibe un montón de nombres distintos: palodú, paloduz, palitroque, palitroco, paloluz, palacazú, purillo, orozú y fustdolz son solo algunas de las formas con las que se llama a la raíz del regaliz.

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La planta del regaliz

Además, en botánica se conoce a la planta del regaliz como glycyrrhiza glabra, que podría traducirse como ‘raíz dulce sin pelos’ por su ausencia de raíces vellosas. De hecho, a sus raíces se las llama estoloníferas, lo que significa que se extienden horizontalmente y rebrotan y hacen que la planta se extienda como una mala hierba muy resistente a las inclemencias meteorológicas, hasta tal punto que se la considera una amenaza mortal para muchos cultivos, tales como el viñedo.

Obtención del palodul

La planta del regaliz de donde se obtiene el palodul crece durante la primavera y pierde sus hojas a final del otoño, época en la que se empieza a extraer sus raíces. Pero solo cada 5 años, puesto que se necesita que éstas alcancen un grosor considerable.

El clima húmedo es ideal para su crecimiento, por eso es común encontrarla de forma salvaje en los márgenes del río, tal y como sucede en Sevilla, y también en abundancia en el valle del Ebro, desde Navarra hasta Tortosa, y en la cuenca del Tajo y del Jarama.

Aunque actualmente se cultiva, especialmente en Turquía y China, en el pasado se recolectaban las raíces de las plantas que crecían de forma silvestre (¡hasta los 5 metros de altura!) para venderlas y así ganar un poco de dinero.

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Todas las partes del regaliz

En España, tal y como informó el Diario Vasco, José Martínez-Loza, de Corella, es uno de los pocos agricultores que se dedican al cultivo de regaliz: “Las raíces más bonitas se destinan a las tiendas de golosinas, para su consumo como ‘regaliz de palo’ (...) Otra parte de la producción de este corellano va a parar a la fábrica de una afamada marca de regaliz negro. Y otra buena parte de las raíces, tras pasar más de seis meses secándose en grandes pilas de cuatro metros de alto va a parar a una empresa valenciana que ofrece regaliz ecológico triturado para infusiones”.

El regaliz en la cocina y la medicina tradicional

Oriunda del sudeste asiático, el norte de África y el mediterráneo europeo, el regaliz parte de muchas culturas, entre ellas la china, la griega y la romana, tal y como nos indica la historiadora de la gastronomía Núria Bàguena, ha sido un ingrediente destacado en sus farmacopeas para humanos y caballos. No será hasta el siglo XVIII que se empieza a utilizar como ingrediente de confitería en Francia. En la misma época, también se empezaron a elaborar unas gominolas a base de azúcar y regaliz en Inglaterra, llamadas Pontefract cakes.

Y recuerda: no conviene abusar del regaliz, puesto que comerlo a diario y contínuamente puede elevar demasiado la presión arterial y provocar intoxicaciones.