Toxicidad Laboral: aprende a gestionar un mal ambiente en el trabajo
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Según el diccionario, algo tóxico es venenoso, que puede causar trastornos. Así son las personas tóxicas, aquellas que están envueltas de malas vibraciones y crean ambientes y situaciones complicadas y negativas. Huir de las personas tóxicas nos ahorrará este tipo de momentos, pero a veces es complicado, sobre todo en el entorno laboral. Y el buen rollo en una oficina es importante para trabajar de manera productiva.
Según el estudio Preparing for take-off, entre el 2013 y el 2018, la rotación de personal a nivel mundial aumentó en un 23%, y uno de los principales causantes fue y sigue siendo… el clima laboral.
Los seres humanos somos redes sociales. Estas relaciones entre personas son la base de nuestra vida, nos suman en todos los aspectos, son básicas para crecer, para entenderse, para todo… Y aunque las relaciones laborales no tienen tanto peso como los amigos o la familia, sí son importantes. Si hay toxicidad laboral en nuestra vida, tenemos un problema.
¿Cómo identificar a alguien que es tóxico?
La forma que tiene de tratarte te hace sentir mal. Es decir, te ningunea o te infravalora, te pone en contra de los demás, no te tiene en cuenta… Ese tipo de comportamiento es tóxico. También lo puedes saber porque al ver a esa persona, tu cuerpo reacciona con síntomas físicos: te pone nervioso y tienes dolor de estómago, te entra ansiedad, empiezas a sentir taquicardias… Esta persona te puede hacer sentir menos valioso. Al tratarte así, tu autoestima disminuye y eso hace que falte seguridad y aumente el miedo. Al estar uno nervioso e inseguro puede cometer errores, lo que provoca que los resultados laborales empeoren.
Este nerviosismo no solo afecta en estos resultados laborales, también es que se hace difícil concentrarse o expresarse. No te sientes al cien por cien, no eres tú mismo. Lo peor es cuando esa angustia se genera también cuando no estamos en el trabajo. Cuando estás en esa situación, es evidente que hay que tomar medidas. Lo primero, analizar si uno está sufriendo maltrato. Esto se puede saber hablando con alguien de confianza. Si eso sucede, con alguien objetivo escuchando lo que sucede, es fácil saberlo.
El siguiente paso sería conseguir un aliado en el trabajo, es necesario hablarlo con alguien del entorno laboral que pueda ayudar. Este paso se produce cuando has confirmado que, efectivamente, esa toxicidad existe. Hablarlo con un jefe o un superior o alguien con cierto poder que puede hacer algo es importante. También lo es sentir que se nos escucha, que nuestra opinión y malestar le importan a alguien y que, además, se hace algo para que la situación cambie y uno se pueda sentir mejor.
También se puede intentar entender a la otra persona. Saber si está dañada, si es consciente o no de lo que hace. Quizás es infeliz por alguna razón o tiene una autoestima muy baja. Aunque cueste y estemos sufriendo, quizás esa persona está en una situación peor.
Otro de los temas a tener en cuenta son los límites. Hay que pensar dónde los tenemos y, si se sobrepasan, no se debe tolerar. Hay que tomar una decisión contundente. O se denuncia o se busca otro trabajo. Esto hay que pensarlo bien, sobre todo teniendo en cuenta la situación laboral que estamos viviendo. Por eso debemos buscar todas las soluciones posibles.
Si no se puede revertir la situación porque esa persona es tu jefe o un superior, la situación de buscar otro trabajo quizás es la única posible. En el trabajo es donde más tiempo pasamos y no puede perjudicarnos tanto como para estar mal en la vida.