La cestería del castaño, una tradición ancestral en Montemayor del Río
- 'Ruralitas' viaja a Montemayor del Río, en Salamanca, para conocer el oficio del cestero
- La cestería del castaño es una tradición familiar que, durante siglos, ha sido la actividad económica principal del municipio
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Durante siglos el principal motor de la actividad económica de Montemayor del Río, un pueblo de 263 habitantes de la provincia de Salamanca, ha sido la artesanía de la madera de castaño. Actualmente, quedan pocos artesanos que se dediquen a este oficio. En ‘Ruralitas’ conocemos a David Luego, que con 44 años trabaja como cestero.
“Si todo esto se pierde, pues se acabará un oficio centenario que ha sido economía de Montemayor“
David habla preocupado de lo incierto que es el futuro de la artesanía en el municipio: “Ahora mismo estamos trabajando 10 artesanos de los 40 o 50 que éramos cuando yo era pequeño y no se ve continuidad con gente joven que quiera seguir en ese oficio… Si todo esto se pierde, pues se acabará un oficio centenario que ha sido economía de Montemayor”. Además, una parte de su trabajo consiste en mantener los montes y teme que si se acaba con esta tradición, los castaños dejen de cuidarse y desaparezcan.
Este artesano de la cestería es la cuarta generación y aprendió el oficio de su padre cuando era niño. Su hermana también se dedica a esta profesión ancestral. David reconoce en ‘Ruralitas’ que le dedica mucho tiempo a este trabajo y que es muy sacrificado pero que se puede vivir: “Trabajando duro, pero se vive.”
“Hace ilusión que puedas llegar a traspasar fronteras y que la gente valore en otros países tu producto“
David se dedica profesionalmente a la cestería desde hace 20 años. Al principio ayudaba a su padre en el taller pero hace 10 años puso su propio taller en plena Plaza Mayor de Montemayor del Río. Gran parte de sus clientes mayoristas son del norte de España y ha ampliado fronteras y también vende en Japón, Francia y Estados. “Hace ilusión que puedas llegar a traspasar fronteras y que la gente valore en otros países tu producto”, apunta el artesano.
¿Cómo se elabora un cesto?
El proceso de creación del cesto es complejo y requiere un gran esfuerzo físico. David tiene varias parcelas con castaños que cuida hasta la época de la tala. La edad óptima para cortarlos es cuando el árbol tiene de 5 a 8 años, cuando está más flexible la madera.
Los troncos talados se cuecen a fuego en un horno y se abren en cuatro partes. Seguidamente se secan, se cortan en tiras: “es hacer una especie de loncheado de la tabla que nos ha quedado.”. Las tiras se almacenan para la creación de los cestos, que es la última fase de este proceso de elaboración tan largo. “Se humedece la madera y se empieza a hacer el fondo, el tejido que son las paredes, ir trenzando…”, explica David en ‘Ruralitas’