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Final del viaje

Goyo Jiménez se despide de 'Un país para reírlo': "Era necesario hacer una antología del humor español"

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Un país para reírlo - Goyo Jiménez se despide de su viaje explorando el humor patrio

Nadie puede arrebatarle el protagonismo a un gato, ni si quiera Goyo Jiménez. “Puedes matarte a hacer comedia, que un vídeo de un gato siempre gustará más que lo que tu hagas”, bromea el humorista mientras su gato Pancho entra en plano y se acomoda entre sus piernas. Desde su casa, el presentador de Un país para reírlo, aprovecha la aparición felina para comenzar esta entrevista reflexionando, como hace en su programa, sobre la comedia de hoy día, esa que defiende la risa sobre un escenario y lucha contra sus molinos particulares: vídeos de gatos y memes que inundan las redes.

Después de 10 episodios recorriendo España en busca de la esencia del humor patrio, Goyo Jiménez sabe que la comedia de este país ha tenido siempre algo de quijotesco. “Nuestro humor bebe de ahí, Cervantes escribió el gran libro del humor, una parodia de las novelas del momento que demostró que detrás de la comedia hay muchas capas de creatividad”, comenta. Convertido también en una especie de ingenioso hidalgo, en Un país para reírlo, Goyo se ha embarcado en la aventura de encontrar el lugar más gracioso de España y, de paso, hablar en serio de la risa. Un programa que cerraba su temporada este miércoles y que ha supuesto un hito televisivo.

Goyo Jiménez y su gato Pancho

Goyo Jiménez y su gato Pancho

Una verdadera antología del humor

Creo que era muy importante que alguien se tomase en serio hacer una antología del humor en un momento como este. Ahora mismo vivimos una época brillante de la comedia en España, hay una gran cantidad de gente creado cosas increíbles y era necesario que se contase”, defiende el humorista. “Agradezco a la cadena y a televisión española que haya apostado por ello”. Para el presentador, esta ha sido una experiencia única, a pesar de sus complicaciones. “Eran jornadas extenuantes, rodando en plena pandemia”, cuenta. Aún así, no lo cambiaría por nada. “Es el programa de televisión que más he disfrutado porque es el que más tiene que ver conmigo y me ha permitido profundizar más en lo que me dedico, la esencia del humor. Además, he tenido la oportunidad de encontrarme con el mejor equipo del mundo”, añade.

El humor es el termómero que informa sobre el caráctre de una sociedad

Desde Madrid a Castilla La Mancha, pasando por cada uno de los rincones, teatros y salas en los que se ha hace humor en este país, Goyo cerraba este miércoles la temporada con muchas lecciones aprendidas. Una de ellas es que la comedia está en continuo cambio. “Como diría Heráclito, el humor no es estático, se transforma con el tiempo porque el humor es un termómetro que informa sobre el carácter de una sociedad, quizá por eso siempre es necesario saber afinar mucho, con un hilo muy delgado”, asegura.

Un país para reírlo explora el variado cromatismo de la comedia y de nuestro sentido del humor. “De norte a sur, en España hay una especie de anticiclón y borrasca del humor, con cromatismos y acentos humorísticos muy diferenciados”, apunta Goyo. Pero, después añade que, independientemente de eso, “el humor es siempre el mismo”. “Lo que nos hace reír a todos, en todas partes es de lo inesperado, de la salida de emergencia”, explica.

Manicura, barbero y guía turística

Informales, cercanas y muy particulares, los escenarios de cada entrevista estaban cuidadísimos. De un teatro a un bar, de una barbería a una sala de manicura o un bus turístico. Goyo derrochaba simpatía y amistad con muchos de sus invitados, algunos amigos, otros rostros que ha descubierto con sorpresa gracias al programa “Sin duda me quedaría con Patricia Espejo, se lo dije después por sus redes sociales, es una chica que creo va a dar mucho de que hablar porque es muy buena comediante”, asegura.

Patricia Espejo: "Vigilaba quien se colaba en una orgía"

Entre los rostros conocidos: Santiago Segura, Berto Romero, Joaquín Reyes, Ignatius Farray, Teté Delgado o Carlos Latre han sido algunos de los anfitriones que han acompañado a Goyo en otra de sus particulares misiones, encontrar el lugar perfecto para esparcir las cenizas de su amigo Jaime, que viajan todo el tiempo en una lata de galletas danesas. “Es el macguffin, la coartada que tenemos en el programa para recorrer todo el país y una alusión a Jaimito, el de los chistes infantiles, que nos sirve para representar un tipo de comedia que parece ser que ha fenecido, esa de los chistes que ya no se cuentan o que están en vía de extinción”, apunta.

Goyo entiende el chiste como una anécdota deformada, un drama que con el tiempo se convierte en comedia. Un estilo de humor que parece no ser tan apreciado hoy día, pero que “volverá”, augura el presentador que se define como gran defensor del cuentachistes. Breves historias para sacar la risa fácil que se han topado muchas veces con los límites del humor y lo políticamente correcto. “Nuestra tarea como creadores es seguir haciendo humor pese a todo, la gente tiene problemas más importantes que buscar los límites del humor”, apunta.