Ofelia pierde el control ante la doble capitanía de María
- María decide no perder los nervios y colaborar para que Ofelia entre en razón
- Meri y Fran intentan explicarle a Ofelia que no puede tener esa actitud
- Maria termina en la prueba de eliminación
Todos conocemos la forma de cocinar de Ofelia en las pruebas por equipos. La aspirante necesita conectar con los suyos, sentir que Jordi Cruz valora su trabajo, sentirse cuidada... Si a esto le unes que Ofelia no tiene una gran devoción por María y que obedecer sus órdenes le provoca un desequilibrio mental importante. El caos está servido como entrante, primer plato y postre. María tuvo que enfrentarse a la doble capitanía al conseguir el delantal dorado en el primer reto de la noche ya que su plato fue el mejor y el más aplaudido por los foodies invitados. Los jueces no terminaron de comprender por qué había utilizado mango en vez de limón. Aún así, el éxito fue abismal en comparación con los platos del resto de sus compañeros.
Lo que no se esperaba María es que esta victoria iba a ser completamente agridulce. Al liderar los dos equipos en la prueba de exteriores se encontró con una situación de nervios y locura que podría haber superado a cualquiera. Menos mal que la aspirante logró serenarse y aunque no hizo la capitanía de sus sueños no acabó gritando y colocándose en la misma situación de Ofelia. ¡Habría sido el fin de todos! "Ya no puedo más con los gritos", decía Toni al ver la posición que había adoptado Ofelia de no obedecer a nadie. El no llegar a controlar a este caballito hizo que María terminará en la prueba de eliminación jugándose su delantal negro.
Y es que, en MasterChef también es muy importante saber salir de situaciones de estrés tan terribles como esta. En un restaurante siempre te puedes encontrar con perfiles de este tipo en tu equipo y saber controlarles es primordial. Ofelia terminó pidiendo perdón en la prueba de eliminación por su fallido comportamiento y el trato a sus compañeros.