Tipos de relaciones: ¿Sabrías reconocer cuál tienes con tu pareja?
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Hay muchas relaciones en el mundo y todas son diferentes. Aunque en todas ellas hay unos valores en común para que sean sanas. ¿Cuáles pueden ser esos valores? Un grupo de investigadores británicos entrevistó a personas de entre 18 y 65 años para saber cómo funciona el amor y qué es lo que le hace funcionar. En los primeros puestos aparecieron una serie de términos comunes: la confianza, la risa y compartir valores entre ellos.
Hemos charlado con el actor Antonio Velázquez, y nos cuenta qué es para él lo más importante de una relación: “Primero de todo, el respeto, y para mí también es muy importante la admiración”. Respecto a los tres valores del informe Antonio explica: “En las relaciones siempre tiene que haber confianza. Y la risa es la mejor terapia, la risa es el motor de todo”.
Las relaciones que comparten esos valores son sanas, está claro, pero es que hay muchos tipos de relaciones de pareja. Yo distingo tres grandes grupos: las relaciones basadas en el amor de pareja, las relacionadas en un amor más fraternal y las basadas en el desamor. Y antes de saber qué tipo de relación tienes hay que saber que los tres pilares de una relación de una pareja completa y satisfactoria son: la parte sexual, la amistad y parte de compasión hacia la otra persona.
Si la relación está basada en el amor, estos tres pilares son fuertes y por supuesto, satisfactorios. Nos ponemos de acuerdo, nos sentimos cómodos… Da igual si somos una pareja más tradicional o más abierta y flexible. Da igual si vivimos juntos y lo compartimos todo o si vivimos cada uno en nuestra casa y compartimos solo parte de nuestro tiempo. Una relación sana puede ser de muchas maneras, pero siempre estará basada en el amor. Lo más importante es que ambos seamos felices y estemos cómodos y convencidos.
Si las relaciones se basan en el amor fraternal, las personas están juntas por el cariño que se tienen. Por la costumbre, por todas esas experiencias y vivencias que han tenido. O en el peor de los casos, por el miedo a enfrentarse a la soledad o por el miedo a conocer a alguien que no conocemos. También puede ser por la pereza de conocer a otra persona, o por el miedo a perder ese compañero. El problema en estos casos es que, en algunas ocasiones, estas personas pueden sentir por otra persona. Es entonces cuando deciden plantearse qué hacer con esos sentimientos.
Por último, están las relaciones que se basan en el desamor. Por supuesto, esas son las relaciones tóxicas, las dañinas, las destructivas… Son las relaciones de las que deberíamos huir. Si sentimos angustia o sufrimos de manera habitual, si estamos en permanente preocupación para evitar enfados y discusiones… Es una relación basada en el desamor. Puede haber celos, mentiras, maltrato psicológico -humillaciones, enfados, ninguneos…-, y está claro que eso no es una relación sana. Si sentimos que no valemos nada, nos hacen creer que no seremos nadie si dejamos la relación… Es una unión en la que no hay amor y hay que huir.
Después de la charla, Antonio reflexionaba. Él, siendo actor, preguntaba si el cine había hecho daño en esa idea que tenemos de una relación perfecta. Hablábamos de que las películas hablan de esos amores perfectos que siempre tienen un final feliz. Que después de muchos problemas surge eso de “vivieron felices y comieron perdices”. El cine se basa en la vida, pero la vida no es como una película. Recuerda que no existe la relación perfecta, pero sí la persona adecuada.