Schiaparelli hace moda del arte y arte de la moda, y lanza un bello alegato: "Dadme más moda. Dadme más esperanza"
- 'The Matador' es una colección impactante que bebe de los grandes de la costura y ... la pintura
- Daniel Roseberry conforma una propueta de excesos, dramatismos y vanguardias, es arte y moda
El listón estaba muy alto después de la fabulosa colección que presentó en enero pero Daniel Roseberry vuelve a superarse con su nuevo trabajo para la casa Schiaparelli, una propuesta inmensa, tanto por su forma como por su mensaje. En ella vemos guiños, o quizá sea mejor decir homenajes, a grandes de la costura, como Christian Lacroix, Yves Saint-Laurent o Emanuel Ungaro, pero también a genios de la pintura como Manet. Así describe el propio modista su nueva colección, enmarcada en el otoño e invierno de 2021.
"Durante dos años he afirmado que no me interesaba la nostalgia. Esta temporada, en cambio, es ahí por donde he comenzado. Me encontré a mí mismo preguntándome, una y otra vez, ¿qué ocurre si combinas un Manet, un Lacroix, un poco de los años 1980, de los 1880, lo alienígena, un poco de Ingres y mucho color? ¿Podría hacerlo? Y, ¿cómo sería? La respuesta es esto, mi cuarta colección de Alta Costura: The Matador", cuenta sobre una propuesta que bebe directamente de la estética de la tauromaquia.
El poder de la moda
Las prendas, como no, rinden a la vez tributo a Elsa Schiaparelli, que se lanzó a la moda en 1927, pero con muchas licencias. "Si la anterior temporada se trató de la deconstrucción, de ir más allá de los límites de la Costura y sus reglas no escritas, esta temporada sentí la libertad para poder hacer algo intensa e indudablemente bello. Porque a veces, hay que rebelarse contra la belleza para poder regresar a ella", dice Roseberry, y añade que no ha podido evitar que su propia vida, sus vivencias, sus recuerdos y sus historias se colaran entre las costuras de esta colección.
"También representa una vuelta a la inocencia, a la alegría que me sumergió en la moda en un primer momento. Hace un año, me sentía como si estuviese diseñando para el fin del mundo. Pero el mundo no se acabó. Aún seguimos aquí. La moda aún sigue aquí. La Alta Costura también. Y no solo sigue aquí, sino que, en un mundo basado en lo fácilmente reproducible y digitalmente diseminado, su poder es más grande que nunca".
Una oda al exceso y el dramatismo
Todos los adjetivos calificativos se quedan cortos para describir el exceso, la grandiosidad, el barroquismo y la suntuosidad de las prendas que destacan sobre todo por su poder, dramatismo y belleza. Cada una de ellas tiene muchos vínculos con el pasado, con la historia (no solo de la moda) pero a la vez son absolutamente modernas. "La colección es tan emocional como enamorarse. También es un tributo al romance, al exceso, a los sueños, porque realmente, ¿hay algo más urgente hoy en día que soñar a lo grande, que soñar con un mundo mejor? ¿O tomar cada pieza de belleza con ambas manos?", se pregunta Roseberry.
El modista de Texas aterrizó en Schiaparelli en el año 2019 para relevar a Bertrand Guyon, tras curtirse en 'otro tipo de moda' con el gran Thom Browne. Desde entonces ha elevado la casa a los altares de la moda, envolviendo la firma en un halo de vanguardia, combinando la costura con el arte, y siempre con este toque surrealista que lleva la casa en su adn. Con esta colección además hace un alegato sin precedentes. "Esto es lo que quiero: no más piezas que tienen el aspecto de haber podido ser hechas por cualquiera, no más cinismo, no más ironía, no más timidez, no más frialdad. Dadme más belleza, más romance, más esfuerzo. Espero que esta colección recuerde a todo el que la vea lo que la moda puede darnos en momentos difíciles, y con ello, la promesa de más alegría cuando las nubes se alejen". Y añade: "Dadme más moda. Dadme más esperanza".