El gran cambio de Meri para ser la primera finalista
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Han pasado 12 semanas desde la entrada de Meri en MasterChef 9. Y poco queda de la mujer insegura que atravesó las cocinas. Las primeras semanas vimos a una “hormiguita” que hacía un trabajo correcto, pero que se escondía siempre tras el grupo. Pero a día de hoy, Meri es otra. Una persona fuerte, con seguridad en sí misma y una confianza brutal en sus habilidades culinarias. Y así lo demostró en la semifinal.
En la primera prueba de la noche, los aspirantes se enfrentaron a la elaboración de un plato de estrellas Michelin, creado por el gran Martín Berasategui. Con 53 pasos a seguir, sin duda es una de las recetas más complicadas que se han cocinado en MasterChef 9. Los nervios entraron en juego y Meri se equivocó en un par de pasos. El resultado no fue el esperado y ella misma lo sabía: “Me lo he pasado muy bien pero no me han salido bien todas las elaboraciones. Me da mucha pena.”. Los jueces coincidieron plenamente con Meri. “Era una prueba para estar al 100%”, aseguró Pepe Rodríguez. Por su parte, Jordi Cruz añadió: “Es un trabajo fallido, pero por este resbalón no vamos a dejar de creer en ti”.
“Soy una mujer fuerte”
A pesar del disgusto, y antes de poner rumbo a Sevilla para el cocinado por equipos, Meri quiso dejar claro que las lágrimas derramadas no le iban a frenar: “Soy una mujer fuerte. No pasa nada, pero lo quiero hacer bien”. Para Meri había llegado el momento de demostrar el cambio y dejar claro que se iba a dejar la piel por llegar a la gran final de MasterChef 9.
Ya en la capital andaluza, a Meri le tocó compartir equipo únicamente con Ofelia. Cosa que tampoco la detuvo. Durante el cocinado, ambas aspirantes trabajaron bien, con armonía y sin discutir. Incluso tuvieron tiempo para cantar a dúo alguna canción de La Oreja de Van Gogh. Con la gallega centrada en las anchoas, Meri se encargó del postre: flan de albahaca. Además, contaron con la ayuda de Pepe para emplatar.
El postre, el mejor plato de todos
Tras probar el menú completo, los comensales confesaron a Samantha que el postre fue el mejor plato de todos. Meri no podía estar más contenta. Y los jueces premiaron su esfuerzo y su trabajo con unas bonitas palabras. “En esta prueba hemos visto tu mejor versión. Has dejado paso a la ilusión, el orden, etc…Ha sido maravilloso”, afirmó Pepe Rodríguez. Y tras la valoración individual, el jurado anunció que Meri era la única en salvarse de la prueba de expulsión, y por tanto, se convertía en la primera finalista de la novena edición de MasterChef.
La alegría invadió a Meri: “No me lo creo”. La aspirante rompió a llorar y nos dejó una bonita reflexión: “En mi vida, a veces, he flaqueado. Pero ahora creo que si me propongo algo puedo conseguirlo”. ¡Enhorabuena, Meri!